Sánchez defiende en Davos el giro en Telefónica: “Estamos muy ilusionados con el nuevo equipo”
El presidente cree que hay que evitar una guerra comercial y Europa debe reforzar sus vínculos con otras regiones si EE UU se cierra
Pedro Sánchez ha llegado a la cumbre económica de Davos con una delegación mayor de lo habitual ―dos ministros y una vicepresidenta― y una noticia de impacto encima de la mesa que afecta mucho al mundo económico: el cambio en la cúpula de Telefónica, impulsado desde el ...
Pedro Sánchez ha llegado a la cumbre económica de Davos con una delegación mayor de lo habitual ―dos ministros y una vicepresidenta― y una noticia de impacto encima de la mesa que afecta mucho al mundo económico: el cambio en la cúpula de Telefónica, impulsado desde el Gobierno, que controla el 10% de la compañía, pero pactada con los demás accionistas de referencia. Fuentes del Gobierno insisten en que en Davos no han encontrado ninguna crítica por parte de los inversores a este movimiento inesperado, que según explican ven como normal porque es una situación que tienen otros países europeos, con peso importante del Estado en compañías estratégicas. El propio Sánchez, que hasta ahora no había hablado del movimiento, lo ha defendido abiertamente en una entrevista en Bloomberg como una decisión estratégica normal basada en un cambio del accionariado de Telefónica en el que entró hace un año Arabia Saudí, lo que provocó el movimiento reactivo del Gobierno de comprar el 10% en el mercado, y Caixabank aumentó su participación.
“Tenemos una nueva base accionarial en Telefónica. [El relevo en la cúpula] es una decisión tomada por este nuevo accionariado, estamos muy confiados”, ha explicado el presidente. “Telefónica es muy importante para nosotros en términos de telecomunicaciones, la industria digital y también la de defensa y seguridad. Estamos muy ilusionados y confiados con el nuevo equipo y también muy agradecidos con el anterior CEO, José María Álvarez Pallete”, ha rematado en sus primeras palabras sobre el cambio con sustitución de Pallete por Marc Murtra, hasta ahora presidente de Indra y una persona cercana al Gobierno. Sánchez ha insistido en desvincularse de la gestión empresarial de Telefónica, y ha dejado todo en manos de la nueva cúpula. “Estamos muy confiados, vamos a esperar a ver qué hace el nuevo equipo”, ha dicho cuando le han preguntado por la posibilidad de que la compañía entre en la industria de los semiconductores.
Sánchez también ha hablado de Trump, y aunque el presidente cuida sus términos para evitar una crisis diplomática o una reacción airada del nuevo líder de EEUU, su visión es claramente opuesta. El presidente español ha insistido en que “una guerra comercial no le interesa ni a USA ni a la UE”, pero ha animado a Europa a buscar alternativas por si EEUU se cierra. “Hemos reforzado la UE en los últimos cinco años. Europa tiene su propia manera de responder a los desafíos como cambio climático o la inteligencia artificial. En los últimos días hemos visto acuerdo con México, con Mercosur, antes con Canadá, Chile. Necesitamos más comercio, no menos, el mundo es muy grande y Europa tiene sus propias fortalezas para ser influyente. Necesitamos diversificar nuestras relaciones comerciales. Queremos tener una buena relación con China, aunque nuestro déficit comercial con ellos es insostenible”, ha explicado.
Tanto Sánchez como la vicepresidenta de Transición Ecológica, Sara Aagesen; el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y el de Exteriores, José Manuel Albares, están transmitiendo la misma sensación después de dos días en Davos. Esto es, el interés que perciben en los inversores sobre España, que dobla ampliamente la media europea en crecimiento económico y que está viendo cómo las grandes empresas del Ibex 35 presentes en Davos y otras muchas que no están aquí presentan beneficios récord en 2024. El apetito por la inversión en España es creciente, como prueba precisamente el hecho que Arabia Saudí quisiera comprar el 10% de Telefónica, el origen de todo el movimiento que ha concluido ahora con un cambio en la cúpula. Cuerpo ha asegurado ante la prensa española que en Davos se ha encontrado con una “recepción muy positiva” al movimiento en Telefónica, “porque se trata de una apuesta a largo plazo en un sector estratégico”.
Sánchez no ha querido entrar en la OPA del BBVA sobre Sabadell y ha pedido esperar a ver lo que dicen las autoridades de competencia españolas, pero ha insistido en que en España “hay muchas pymes” y ese es precisamente el argumento del Ejecutivo en contra de la fusión, que podría perjudicar a las pequeñas empresas que son el corazón del negocio de Sabadell. Fuentes del Gobierno trasladan que las objeciones que llevaron al Ejecutivo a trasladar su opinión negativa sobre esta operación siguen encima de la mesa sin cambios.
En el mundo inversor internacional también hay interés por las últimas medidas en vivienda que ha anunciado Sánchez, que por ejemplo incluyen un impuesto del hasta el 100% para los ciudadanos no comunitarios que inviertan en vivienda en España sin interés de habitarla, solo para usarla como alquiler turístico, por ejemplo. Esto afectaría por ejemplo a los británicos, algo que ha generado mucho revuelo en el Reino Unido. En Bloomberg, ante la presión de la periodista, que insistía en que esto podría alejar a los inversores internacionales porque se trata de la primera gran medida contra ellos que toma Sánchez, el presidente la ha defendido. “España sufre una crítica situación en vivienda. Los precios han subido un 48% en la última década. Tenemos que preservar el uso residencial de las casas. Por eso tomamos esas medidas. Necesitamos más casas accesibles y menos Airbnb. Estos no comunitarios están invirtiendo sin vivir en esas casas. Estamos afrontando una situación crítica, tenemos que usar todas nuestras herramientas para proteger el uso residencial de las casas. No creo que esto ahuyente la inversión extranjera, que está creciendo en España”, ha insistido Sánchez.