Carlos Martínez: “Mañueco vive tan cómodo... El drama de Soria es el drama de todas las provincias”
El nuevo secretario general del PSOE de Castilla y León, que continuará como alcalde de Soria, defiende el ejercicio de consenso en el partido para evitar en un enfrentamiento en primarias
Carlos Martínez (Soria, 51 años) admite cansancio por innumerables entrevistas desde que se postuló el miércoles como candidato a liderar el PSOE de Castilla y León. Su propuesta es la única que se ha presentado, por lo que ya ha sido proclamado como nuevo secretario general. El alcalde soriano asegura que seguirá en el cargo, apela al “trabajo” y la “unión” para desbancar al PP y a sus 38 años se...
Carlos Martínez (Soria, 51 años) admite cansancio por innumerables entrevistas desde que se postuló el miércoles como candidato a liderar el PSOE de Castilla y León. Su propuesta es la única que se ha presentado, por lo que ya ha sido proclamado como nuevo secretario general. El alcalde soriano asegura que seguirá en el cargo, apela al “trabajo” y la “unión” para desbancar al PP y a sus 38 años seguidos de gobierno autonómico y ha lamentado el “ruido” interno cuando su predecesor, Luis Tudanca, se enfrentó al partido por las primarias. Martínez defiende un proceso interno con un solo aspirante y le parecen una “burla” los Presupuestos trazados por el presidente de Castilla y León Mañueco, Alfonso Fernández-Mañueco (PP), porque no cuentan con apoyos.
Pregunta. ¿Cuándo decidió presentarse?
Respuesta. Llevamos meses en diálogo permanente y escucha en Soria, las provincias y responsables de Madrid. Los procesos congresuales siempre surgen, pero no es hasta el último momento, cuando hay consenso conmigo para encontrar el relevo más tranquilo posible y como revulsivo en un proyecto de unidad. En la última reunión entre las secretarías provinciales, portavocías y alcaldías importantes acordamos mi sí y que Luis [Tudanca] propiciara generosamente el cambio en el partido y buscarlo en la Junta.
P. ¿Existe una sensación de que no quería ser candidato?
R. No he trasladado ni voluntad, ni falta de voluntad. Entiendo el compromiso político y personal en un proyecto colectivo, la opinión general está sobre los intereses particulares. Sigo en el Ayuntamiento por mi compromiso político, que también pasa por escuchar y asumir responsabilidades institucionales. Soy consciente del reto, tomo la decisión con responsabilidad y con ganas para incorporar a gente nueva y experimentada. Quien plantee que es una operación se equivoca.
P. ¿Cómo conseguirá ganarse la confianza del electorado que no le conoce?
R. La única forma es conectar con la ciudadanía para que otorguen la confianza de abordar objetivos para resolver problemas y que he ido aplicando en Soria, que no es fácil. Hay que pisar terruño y trabajar con quienes trabajan en los 2.248 municipios de la comunidad. Las dimensiones son un handicap, pero esa política de cercanía será útil, no hay un Superman o Superwoman que pueda hacerlo sin contacto con los municipios. Me comprometo a la humildad, honestidad y trabajo.Solo combinando la resolución de los problemas urbanos y rurales podremos resolver la sensación de abandono y esa deriva que genera desconfianza y un caldo de cultivo donde germina la extrema derecha: Donald Trump no gana en Nueva York, sino en la América profunda. Eso no significa contraponer modelos, sino asegurar la prestación de servicios básicos. Queremos ciudades de 15 minutos [un modelo urbanístico para lograr que cada ciudadano tenga todos los servicios que necesita a diario] y municipios de 30 minutos, con acceso a sanidad, cultura e infraestructuras que atraen a empresas para competir con otros territorios. La ordenación territorial depende de las autonomías y no se ha hecho en 40 años del PP.
P. ¿Ha hablado con Tudanca tras anunciar que se presenta?
R. Sí, incluso más que estos días. Hablamos para coordinar la respuesta a la corrupción del caso Perla Negra del PP, [por el que han sido condenados dos exviceconsejeros de la Junta del PP] un elefante en la habitación que huele mal. Lo quieren ignorar como si no fuera con ellos.
P. ¿Qué balance hace del proceso que le ha llevado al liderazgo del PSOE?
R. Nunca son fáciles los tránsitos, un partido tan grande, diverso y plural está dando ejemplo. Los intereses en una comunidad tan grande pueden ser contrarios, pero estamos teniendo un diálogo completo. Ponemos mucha responsabilidad y franqueza para desnudarnos y exponer nuestras carencias y aciertos, problemas por enmendar y cómo ayudar a la ciudadanía. Es un proceso aún inconcluso, el proyecto es lo más importante, luego el equipo y el liderazgo.
P. ¿Cree plenamente democrático que en unas primarias solo haya un candidato?
R. Es absolutamente democrático. La democracia no consiste siempre en que haya dos aspirantes, los procesos permiten acuerdos previos. La militancia va a participar en un congreso. Unas primarias pueden ser positivas, pero este proceso no puede deslegitimarse por tener consenso.
P. ¿Cómo vivió aquellas semanas de enfrentamiento entre su predecesor y el partido?
R. Mal, como cualquier militante, fue detonante para agudizar ese sentimiento de responsabilidad orgánica o institucional. El ruido innecesario hace perder perspectiva, entendimos la necesidad de dialogar y escuchar. No hay que temer a las primarias ni a la democracia interna, pero intentaremos que el proceso sea desde el consenso para que la ciudadanía nos vea serios y rigurosos para resolver sus problemas y no los nuestros.
P. ¿Cuándo comenzó a pensar en postularse? Las declaraciones recientes fueron ambiguas.
R. Tenían que darse unas condiciones. El compromiso político existe desde entrar al partido y se incrementa con las responsabilidades. Un detonante fue la presentación del borrador de los “no presupuestos” de Mañueco, que parecían una nueva burla. El cambio era más necesario que nunca. Mañueco vive tan cómodo en un momento de dificultad y minoría parlamentaria que no podemos dejar que se tumbe en el diván. El drama de Soria es el drama de todas las provincias.
P. ¿Le puede pesar la etiqueta de “candidato de Ferraz”?
R. Reniego de etiquetas, pelearé para tener razones. El bombardeo sobre las políticas de Sánchez intenta menoscabar su gestión; yo defiendo la cobertura social del Gobierno. No soy tudanquista ni sanchista ni carlista, no comparto esos compartimentos estancos, soy socialista con todas las consecuencias, incluso discrepando, es un debate necesario en una sociedad plural. Tenemos inversiones de desarrollo estratégico, con descentralizaciones para generar competitividad. También infraestructuras viarias o ferroviarias con un gran impulso. Hay competencias que no son solo del Gobierno para que no nos vean solo como lugar de extracción de recursos sin retorno. Hay que abordar el melón de la financiación autonómica, pero todos los partidos tienen contradicciones, necesitamos gestión y estos 40 años del PP han servido para lo contrario mientras la Junta ejerce de oposición al Gobierno. Hay desequilibrios estructurales importantes entre provincias, es un proceso imparable que la comunidad autónoma no resuelve, como en Zamora o León.
P. ¿Qué tiempos se marca para renovar el grupo socialista en las Cortes autonómicas?
R. Tiene que ser a partir de las elecciones y veremos qué encaje sale del próximo congreso, el 22 de febrero, tenemos que reforzar el proyecto y que sea flexible. Todo puede saltar. Es urgente un liderazgo colectivo con las nueve provincias para que estén representadas y en coordinación. Es correcto que Tudanca siga de portavoz en las Cortes y se lo he pedido, tiene derecho a decidir. Iremos viendo, pero la decisión última la debe tomar él.
P. ¿Espera elecciones en 2025? ¿Seguirá independientemente del resultado?
R. No espero elecciones, no nos debe distraer. No podemos entrar en las maniobras del PP para no hablar de las problemáticas, tenemos que hacerle frente con la garantía de que Mañueco pulsará el botón cuando mejor le venga. Si hubiera, a por ellas. Vaticinar acontecimientos genera frustración.
P. Fue denunciado por un vídeo con presuntas ofensas religiosas. ¿Espera que lo ataquen por ello?
R. La política utiliza todo, pero no vale todo. Hay que pensar en los objetivos de estas denuncias y el impacto político, lo usan para que la inhabilitación social genere inhabilitación política. Mi trayectoria la avala el trabajo, luego hay errores y aciertos. Pedí disculpas por mi torpeza, pero cuidado con dar altavoz a los inquisidores de la moral.