Junts mantiene la presión en el Congreso y se desmarca del Gobierno en la cuenta atrás de los Presupuestos

En la primera votación tras las vacaciones, los de Puigdemont evitan respaldar a Sánchez, que recibe el apoyo del resto de los socios salvo Podemos. El PP no logra un acercamiento al PNV

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, y el vicepresidente segundo de la Mesa, José Antonio Bermúdez, este martes en la reunión de la Diputación Permanente.Jesús Hellín (Europa Press)

El parón estival no ha logrado calmar las agitadas aguas de la política española. En una nueva muestra del complejo estado de las relaciones entre el Gobierno y Junts tras la investidura de Salvador Illa, el partido de Carles Puigdemont anticipó este martes otro curso de alto voltaje al unir sus votos a PP y Vox para tratar de forzar, sin éxito, algunas de las ...

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El parón estival no ha logrado calmar las agitadas aguas de la política española. En una nueva muestra del complejo estado de las relaciones entre el Gobierno y Junts tras la investidura de Salvador Illa, el partido de Carles Puigdemont anticipó este martes otro curso de alto voltaje al unir sus votos a PP y Vox para tratar de forzar, sin éxito, algunas de las comparecencias del presidente Pedro Sánchez y cuatro de sus ministros en el Congreso. Ninguna de las solicitudes registradas por los populares desde finales de julio sobre cuestiones calientes como la crisis migratoria, Venezuela o la financiación catalana (diez en total) salió adelante gracias al cierre de filas del resto de socios de investidura, que a excepción de Podemos, rechazaron en bloque las comparecencias. Pero Junts volvió a dar la espalda al Gobierno el mismo día en que el Gobierno anunciaba su intención de llevar los Presupuestos Generales del Estado para 2025 a la Cámara baja antes de final de septiembre. Esas cuentas solo pueden ver la luz con el sí de la formación de Carles Puigdemont, que ya tumbó el mes pasado el techo de gasto, requisito previo para fijar la base de las cuentas públicas cada año.

Para escenificar la presión, los independentistas hicieron pública su postura nada más comenzar la reunión de la Diputación Permanente desde Cardedeu (Barcelona) a través de su portavoz parlamentaria, Míriam Nogueras. La diputada anunciaba que presentarían una solicitud propia para que Pedro Sánchez explicase el acuerdo sobre financiación con ERC para investir a Salvador Illa president y adelantaba el apoyo a la de la vicepresidenta primera y titular de Hacienda, María Jesús Montero, registrada por los populares. “El problema no es Cataluña, sino un Gobierno que no paga ni la mitad que tiene que pagar a Cataluña, en Madrid ha llegado a pagar el doble. Queremos saber cuál es la opinión de Sanchez y de Montero”, esgrimió ante los medios. “No formamos parte de ningún bloque español”, añadió la líder de Junts en Madrid, informa Camilo S. Baquero. La diputada Marta Madrenas fue igual de explícita en una de sus intervenciones en el debate del Congreso: “No somos socios de este Gobierno. Solo nos interpelan los catalanes”. La formación del expresident también votó a favor de que el ministro Óscar Puente diera explicaciones por los problemas en la red ferrroviaria y de que el jefe del Ejecutivo rindiera cuentas por la huida de Puigdemont el pasado 8 de agosto, cuando volvió a Barcelona para organizar un acto público antes de la investidura de Illa. “Tenemos un problema de democracia y de Tribunal Supremo y queremos que Sánchez comparezca para explicar qué está sucediendo”, justificó Madrenas.

Las votaciones de este martes, con el respaldo al Gobierno de ERC, EH Bildu y PNV, ejemplifican la fortaleza del resto de alianzas del bloque, pero la posición de Junts es clave para sumar la mayoría y, por tanto, para sacar adelante los Presupuestos y dar estabilidad a la legislatura en la que, por ahora, no se han aprobado unas nuevas cuentas del Estado. Aunque el Ejecutivo salvó por la mínima el martes la ofensiva de los populares en el Congreso, el curso comienza igual que terminó: con los de Puigdemont decantando el voto del lado de las derechas. Además de tumbar el techo de gasto de 2025, en el último pleno del período de sesiones, los secesionistas también frustraron junto a PP y Vox la reforma de la ley de extranjería para hacer obligatorio el reparto de menores migrantes entre las comunidades.

El portavoz del PP, Miguel Tellado, a su llegada a la reunión de la Diputación Permanente celebrada el martes en la Cámara baja.FERNANDO ALVARADO (EFE)

La sesión de la Diputación Permanente también ilustró la complejidad de la relación con Podemos, que busca su espacio en la izquierda diferenciándose de Sumar, socio minoritario del Gobierno de coalición. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, forzó con su abstención la repetición de la votación sobre la comparecencia del presidente del Gobierno para informar de la presión migratoria. En este asunto, Belarra tomó la palabra para criticar la gira de Sánchez por África y equiparar las políticas de PP y PSOE. Después de haberlo llevado al límite en otras negociaciones importantes, Podemos quiso poner al Ejecutivo en jaque y mostrar una vez más sus desavenencias con un Gobierno al que acusó en declaraciones previas en los pasillos de haber “enterrado la legislatura progresista”. Su estrategia fue la misma con la solicitud del PP de que rindiera cuentas el ministro de Transportes, Óscar Puente.

El Congreso también rechazó las solicitudes que recaían sobre el titular de Exteriores, José Manuel Albares, por la postura del Gobierno en Venezuela tras las elecciones presidenciales de julio; la de la presidenta interina del Consejo de Administración de la Corporación RTVE, Concepción Cascajosa, y la del máximo responsable de Efe, el ex secretario de Estado de Comunicación Miguel Ángel Oliver, por la cobertura de esos comicios. El PP no logró igualmente los 35 votos necesarios para sacar adelante la comparecencia de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, quien ya había anunciado que acudiría a petición propia a comisión por los “errores” en la redacción de la ley de paridad que permiten despedir a empleados con adaptación de jornada. Ninguna de las iniciativas promovidas por el Partido Popular prosperó por la aritmética de la Diputación Permanente, donde Junts solo tiene un voto.

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Desencuentro entre PP y PNV

El debate sirvió también de escenografía de un nuevo rifirrafe entre PP y PNV, cuyos desencuentros arreciaron ya desde la sesión de la fallida investidura de Alberto Núñez Feijóo. “Ahora que el PNV dice que está comprometido con la causa de Venezuela por la libertad, explíquele a sus votantes por qué hoy no van a apoyar nuestra petición”, espetó el portavoz parlamentario del Partido Popular, Miguel Tellado, al diputado jetzale Mikel Legarda. Las palabras de Tellado recibieron una rápida, y dura, respuesta por parte del portavoz del PNV, Aitor Esteban, a través de la red social X. “A vosotros Venezuela os importa una higa. Simplemente la utilizáis para fisurar el bloque de Gobierno. Maduro es un dictador pero vuestra solicitud de comparecencia no aporta nada. Si con tweets como este queréis lograr el voto del PNV a futuro... Torpe, que eres un torpe”, escribió Esteban mencionando otra publicación de Tellado en la que había incrustado un vídeo de su interpelación a Legarda.

En ese “futuro” del que habla Esteban, y constatado aún más este martes el distanciamiento con la formación vasca, al PP le queda el escaso margen de mirar hacia Junts y Vox para recabar apoyos ante próximas iniciativas legislativas. Un escenario en el que, como el Gobierno, los populares quedan expuestos a la volatilidad de la formación de Puigdemont.


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