Feijóo: “Lo que ha hecho Milei es solo una muestra de lo que el Gobierno hace todos los días”
El PP censura ahora los insultos del presidente argentino a la esposa de Pedro Sánchez, aunque el líder popular equipara las formas de ambos mandatarios
El PP ha cambiado el paso este lunes sobre el conflicto diplomático abierto entre España y Argentina. La primera reacción de los populares el domingo —cuando el ministro de Exteriores anunció que llamaba a consultas a la embajadora española en Buenos Aires por los insultos proferidos por Javier Milei contra Pedro Sánchez— fue la de cargar contra el presidente del Gobierno sin reprochar las palabras del dirigente argentino. Ni en el comunicad...
El PP ha cambiado el paso este lunes sobre el conflicto diplomático abierto entre España y Argentina. La primera reacción de los populares el domingo —cuando el ministro de Exteriores anunció que llamaba a consultas a la embajadora española en Buenos Aires por los insultos proferidos por Javier Milei contra Pedro Sánchez— fue la de cargar contra el presidente del Gobierno sin reprochar las palabras del dirigente argentino. Ni en el comunicado difundido a los medios ni a través del portavoz parlamentario, Miguel Tellado, que grabó un vídeo al respecto, reprobaron los populares a Milei. Este lunes, sin embargo, el PP ha reculado y ha censurado las declaraciones de Milei, que este hizo en la convención internacional de la ultraderecha celebrada en Madrid. “El discurso de Milei de ayer es, desde luego, una intromisión en política nacional”, ha dicho el vicesecretario Institucional del PP, Esteban González Pons, en una entrevista en la Cope. En paralelo, no obstante, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha equiparado la dialéctica de ambos Ejecutivos. “Lo que ha hecho el señor Milei es solo una muestra de lo que el Gobierno [de Pedro Sánchez] hace todos los días contra quien no piensa igual que ellos”, ha afirmado en un acto sobre las elecciones europeas.
En el mitin del domingo en Madrid, Milei afirmó: “No saben qué tipo de sociedad y país puede producir el socialismo y qué calaña de gente atornillada en el poder y qué niveles de abuso puede llegar a generar. Aun cuando tenga la mujer corrupta, se ensucie y se tome cinco días para pensarlo”. Aludía así, aunque sin dar nombres, al periodo de reflexión que se tomó Pedro Sánchez a finales de abril para decidir si continuaba en el cargo después de que un juez abriera diligencias por la denuncia contra su esposa, Begoña Gómez. Ese mismo domingo el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, anunció que llamaba a consultas a su embajadora en Argentina, y el PP puso el foco en Sánchez por no haber dado “explicaciones en los casos de corrupción que afectan a su Gobierno, su partido y su entorno” y tachó de “hipérbole dialéctica” la reacción del Gobierno a las palabras de Milei.
Una estrategia sobre la que González Pons ha retrocedido hoy. “[Milei] no puede o no debe, en su primer viaje a España, venir sin saludar al Rey, al Gobierno, al Parlamento, y entrar en un acto político de un partido y remover la política nacional”, ha afirmado el vicesecretario institucional del PP, que ha calificado de “espectáculo chocante” la intervención del presidente de Argentina. Aun así, ha reiterado: “Sánchez quiere convertir a su mujer en una razón de Estado y no lo es”.
El PP hace de esa forma equilibrios para evitar las críticas por no haber condenado las palabras de Milei, al tiempo que aprovecha para censurar la acción de La Moncloa. A menos de cuatro días de que arranque la campaña de las elecciones europeas del 9 de junio, Feijóo ha presentado en Madrid el programa de su partido para esos comicios. “Creo que Sánchez no está para dar lecciones de diplomacia teniendo en cuenta que su Gobierno empezó todo esto haciendo exactamente lo mismo que hoy denuncia, con una sobreactuación absolutamente impropia”, ha agregado el líder del PP. Y ha afirmado que la “escalada verbal” protagonizada por sendos Ejecutivos “no conduce a ninguna parte”.
El pasado 3 de mayo, el ministro español de Transportes, Óscar Puente, sugirió en un coloquio con estudiantes universitarios que el presidente argentino consume drogas. “[Milei] salió no sé en qué estado y previo a la ingesta o después de la ingesta de qué sustancias”, dijo, entre las risas del auditorio, aludiendo a una intervención de Milei en una televisión. Puente no pidió perdón por esas palabras, aunque días después, ante la crisis abierta generada, afirmó que, de haber sabido la repercusión que tendrían, no las habría pronunciado.
Feijóo ha acusado a los socialistas de haber iniciado el conflicto con esas declaraciones de Óscar Puente. “Ni el Gobierno del señor Sánchez, que empezó insinuando el consumo de sustancias del presidente de la República Argentina, ni el señor Milei, que siguió llamando corrupta a la mujer del presidente del Gobierno, están en el espacio de moderación que yo reivindico para la política. Esta escalada verbal no conduce a ninguna parte y a mí no me presenta, en ningún caso”, ha aseverado Feijóo. El líder del PP ha remarcado también que no va a “aceptar lecciones” de un Gobierno que “hace lo mismo cada día” y que pretende “convencer de que Sánchez es el Estado”.
Los populares han empezado a “desgranar” el programa del partido para las elecciones europeas con un acto en Madrid. “Nuestro programa es la respuesta. Ya basta de pedirle a los ciudadanos que voten como hooligans, en base a propaganda y muros. La respuesta debe ser esta: un programa electoral”, ha dicho Feijóo, que participará en una caravana alternativa a la de la cabeza de lista, Dolors Montserrat. “Los que levantan muros nos prefieren callados, sumisos y enfrentados”, ha insistido la eurodiputada. “No vamos a permitir que se señale ni a la justicia ni a la prensa. No vamos a permitir más ataques a la Constitución, ni permitidos ni alentados por Sánchez”, ha subrayado Montserrat.
Los populares, bajo el lema Tu respuesta, pretenden hacer de las elecciones europeas un plebiscito contra Sánchez y han recuperado la amnistía como arma de campaña. La encuesta de 40dB. para EL PAÍS y la SER otorga 23 eurodiputados al PP y una intención de voto de 33,5%, unos tres puntos por encima del PSOE.