El soberanismo se resistirá a apoyar a Illa
Todas las posibles alianzas en Cataluña están abiertas a expensas de contrapartidas. La pugna por la primacía soberanista será descarnada y Junts rechaza asumir de antemano que ERC las vaya a superar
No se resigna ERC a ceder el bastón de mando de la Generalitat de Cataluña en favor del candidato socialista, Salvador Illa, por mucho que este fuera el ganador de las elecciones a mucha distancia de los republicanos y de Junts, según apuntan todos los estudios demoscópicos. Tampoco Junts tira la toalla y rechaza asumir de antemano que los republicanos de Pere Aragonès y Oriol Junqueras se sitúen por delante de ellos ...
No se resigna ERC a ceder el bastón de mando de la Generalitat de Cataluña en favor del candidato socialista, Salvador Illa, por mucho que este fuera el ganador de las elecciones a mucha distancia de los republicanos y de Junts, según apuntan todos los estudios demoscópicos. Tampoco Junts tira la toalla y rechaza asumir de antemano que los republicanos de Pere Aragonès y Oriol Junqueras se sitúen por delante de ellos en el recuento electoral del 12 de mayo. A siete semanas de las elecciones autonómicas catalanas, los partidos en liza elaboran internamente todos los supuestos sobre el trenzado de pactos que pueden producirse para la investidura de un candidato. Todas con inconvenientes; algunas indeseables para quien las tenga que asumir.
El ganador, previsiblemente, será Salvador Illa. El pronóstico de las encuestas coincide, además, con un notable clima de optimismo y unidad en el PSC en torno al exministro de Sanidad y ganador también de las últimas elecciones al Parlament, el 14 de febrero de 2021. Entonces pasó “lo habitual”, según interlocutores socialistas, es decir, el independentismo se puso de acuerdo y el republicano Pere Aragonès fue elegido presidente de la Generalitat, aunque la ruptura entre las dos grandes corrientes del independentismo sobrevino pronto, en octubre de 2022. El PSC ha sido el sostén de ese gobierno. No existe la menor garantía de que los socialistas vayan a recibir el apoyo de los republicanos, aunque tampoco sería suficiente para alcanzar la mayoría absoluta de 68 que requiere la Cámara catalana. Otra fuerza tendría que sumarse para investir a Illa. Las cábalas sobre el apoyo de Junts a los socialistas a cambio de fuertes demandas para el autogobierno, incluido desbrozar el camino para preparar un referéndum pactado de autodeterminación de Cataluña, son absolutamente rechazadas por el PSOE.
De la consulta no dejará de hablar tampoco ERC aunque en el primer plano de exigencias concretas colocará la consecución de una financiación singular para Cataluña. Las fuentes de los partidos en liza consultadas apostillan que parámetros anteriores han quedado inservibles en la Cataluña surgida tras el procés. La pugna por la primacía en el campo soberanista será descarnada. Entre tanto, el PSC tratará de que la campaña no sea perturbada por la tramitación de la ley de amnistía ni por el ruido ensordecedor del caso Koldo de corrupción. El descenso del sentimiento independentista, reflejado en el CIS catalán, apuntala la estrategia del PSC. En ámbitos socialistas fuera de Cataluña preocupa que la deseada investidura de Illa venga de la mano de una exhibición de peticiones independentistas que haga tambalear la candidatura del PSOE en las elecciones europeas, solo un mes después. El PP está en esa tarea, con vistas a las elecciones vascas del próximo mes, las catalanas del siguiente, y las europeas de junio.
Salvador Illa no se va a librar de ser incluido en la lista de comparecientes que el PP prepara para la comisión de investigación que ha impulsado en el Senado y cuyas líneas maestras escribirá este lunes su comité de dirección. La comisión del Senado es solo para investigar la gestión de los socialistas durante la pandemia tras el estallido del llamado caso Koldo. Los populares solo reconocen la comisión de la Cámara alta en tanto que desdeñan la propiciada por el resto de los grupos en el Congreso, con su abstención, para estudiar el comportamiento de todas las administraciones para afrontar el covid. “Seremos implacables”, avisan en el PP ante la investigación que piensan promover en el Senado. Illa será un objetivo central de ataque.
No hay paralelismo con el País Vasco respecto al Gobierno central, pero sí en la pugna entre el nacionalismo. El estudio de 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER de este lunes, concluye en un empate en escaños entre el PNV y EH Bildu. En esta situación, el apoyo del PSE–PSOE al PNV, como hasta ahora que gobiernan en coalición, sigue siendo el preferido por los electores. No variará esa disposición de los socialistas, según interlocutores de alta fiabilidad, aunque EH Bildu sobrepasara al PNV en las elecciones de abril. Otra diferencia con los partidos soberanistas catalanes está en las eventuales consecuencias en el Gobierno de España. No se vislumbra que EH Bildu se descuelgue de su apoyo a las políticas del Gobierno central aunque no sea correspondido en el País Vasco. Su estrategia pasa por diferenciar Madrid de Vitoria. Se verá.