Vox justifica el nazismo como “ideología odiosa pero coherente” frente al “mortífero” comunismo
El PP se desmarca de la propuesta ultra para ilegalizar a los partidos independentistas
“El nazismo era una ideología odiosa, pero una ideología que creía en aquello que postulaba, de una forma totalmente inadmisible, pero la ideología comunista pretende perseverar en esa aplicación del mal hasta las últimas consecuencias, lo que lleva consigo dar muerte a sus semejantes”. El diputado de Vox José María Sánchez García, conocido por sus intervenciones ultras y polémicas en el Congreso, argumentó esta comparación ...
“El nazismo era una ideología odiosa, pero una ideología que creía en aquello que postulaba, de una forma totalmente inadmisible, pero la ideología comunista pretende perseverar en esa aplicación del mal hasta las últimas consecuencias, lo que lleva consigo dar muerte a sus semejantes”. El diputado de Vox José María Sánchez García, conocido por sus intervenciones ultras y polémicas en el Congreso, argumentó esta comparación en el debate parlamentario de este martes sobre la ampliación de la jurisdicción universal en España para atacar al comunismo como el sistema más “mortífero” y descalificar al diputado proponente, Enrique Santiago, de Sumar y secretario general del PCE. Diputadas de Podemos y de ERC atacaron a Sánchez García por intentar así justificar y “hacer apología del nazismo”.
La mayoría progresista que sostiene al Gobierno en el Congreso ha apoyado este martes tramitar una proposición de ley impulsada por Sumar para recuperar la justicia universal y poder juzgar en España crímenes de genocidio o lesa humanidad cometidos en cualquier parte del mundo, una reforma que quedó congelada en la anterior legislatura. El PP y Vox han rechazado esa iniciativa que los portavoces del PSOE, Sumar, Podemos, ERC, HB Bildu y BNG han apoyado. Algunos de esos portavoces han aprovechado para recordar la situación y los ataques de Israel contra los palestinos en Gaza hasta considerarlos un genocidio y otros han rememorado que esos recortes de jurisdicción fueron impulsados primero por el Gobierno del PP de Mariano Rajoy en 2014 y luego, con algunos retoques, durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero en 2009, en lo que el diputado proponente, Enrique Santiago, consideró un “imperdonable error histórico” a corregir para volver a ser un país pionero en la persecución de esos delitos.
El debate parecía que podría ser de compleja técnica jurídica hasta que el portavoz de Vox, José María Sánchez García, subió a la tribuna y optó por cuestionar al diputado proponente de Sumar, que es secretario general del PCE. Sánchez García comenzó por asegurar que el comunismo del que Santiago se proclamó orgulloso dirigente es “la ideología más mortífera con decenas de millones de muertos y asesinados”, en el mundo y en España, y llegó a glosar en una frase la que interpretó como síntesis de las ideas defendidas sobre la jurisdicción universal por Santiago: “Usted ni olvida ni perdona, quien mata no perdona a las víctimas”. Fue en ese contexto en el que el diputado ultra consideró que el comunismo fue la peor desgracia del siglo XX “como perversidad propia del mal” y nada comparable siquiera al nazismo: “El nazismo es una ideología odiosa, pero una ideología que creía en aquello que postulaba, inadmisible, pero la ideología comunista pretende perseverar en el mal hasta sus últimas consecuencias, lo que lleva consigo dar muerte a sus semejantes”.
El diputado Santiago no quiso entrar en el cuerpo a cuerpo con Sánchez García, hasta el punto de que habló que intervención le provocaba “ternura”, pero las que no quisieron pasar por alto esas palabras fueron las portavoces de Podemos, Martina Velarde, y de ERC, Pilar Valluguera, que las consideraron “impresentables” y una apología “en defensa del nazismo a cara descubierta” y ajena a la cultura democrática.
No fue la única polémica de la sesión protagonizada por Vox. Antes, en el primer punto del pleno, el diputado ultra Carlos Flores había defendido de nuevo una proposición de su partido para garantizar la unidad de España, en la que plantea la ilegalización de las formaciones independentistas. No cosechó ninguna alianza, tampoco desde el PP, que en algún momento de los últimos meses coqueteó con una propuesta parecida que llegó a defender Alberto Núñez Feijóo y que luego se abandonó. El portavoz del PP en el debate, el veterano diputado Manuel Cobo, se desmarcó de las tesis de Vox y recordó sus diferencias formales y de fondo, entre las que destacó que la Constitución y el Tribunal Constitucional no permiten ilegalizar a un partido por sus meras ideas, aunque sean separatistas. El resultado de la votación fue de solo 33 votos a favor y 313 en contra, los del PP incluidos.