El PSOE y la derecha ven en el discurso del Rey un aval a sus posiciones enfrentadas
Sumar y los socios parlamentarios del Gobierno critican las palabras de Felipe VI por olvidar “la vida cotidiana” de los españoles y no citar el conflicto en la Franja de Gaza
Tan tradicional como el discurso del rey Felipe VI a los españoles en Nochebuena lo son las reacciones de los partidos a sus palabras, dispares tanto en la valoración como en la interpretación. Mientras el PSOE destacaba este lunes que el discurso del Monarca supone un respaldo expreso a la agenda del Gobierno en temas como el empleo, la sanidad, la educación o la violencia machista, PP y Vox aprovechaban las numer...
Tan tradicional como el discurso del rey Felipe VI a los españoles en Nochebuena lo son las reacciones de los partidos a sus palabras, dispares tanto en la valoración como en la interpretación. Mientras el PSOE destacaba este lunes que el discurso del Monarca supone un respaldo expreso a la agenda del Gobierno en temas como el empleo, la sanidad, la educación o la violencia machista, PP y Vox aprovechaban las numerosas referencias del jefe del Estado a la Constitución —la mencionó en 12 ocasiones, más de una vez por minuto— para mostrarlo como un aval a su oposición frontal a la ley de amnistía, a pesar de que Felipe VI no la aludió en ningún momento. La ambigüedad de algunas frases propiciaba ambas lecturas.
Pero mientras PSOE y los partidos de la derecha coincidían en aplaudir las palabras del Monarca desde sus análisis divergentes, Sumar, socio de gobierno, y el resto de los partidos que apoyan en el Congreso al Ejecutivo de Pedro Sánchez no dudaban en criticar la intervención del jefe del Estado, que calificaban de “decepcionante”, entre otros motivos, por obviar “los derechos sociales y la vida cotidiana”, en opinión de la coalición de Yolanda Díaz, o por no mencionar la guerra en la Franja de Gaza y sus consecuencias en la población palestina, según Podemos. Las formaciones independentistas catalanas, por su parte, criticaron a Felipe VI al considerar que sigue instalado en el discurso que pronunció tras el referéndum ilegal de 2017. “La mejor muestra es que la derecha y la extrema derecha lo aplauden”, aseguró ayer el president, Pere Aragonès, en el acto de homenaje al uno de sus antecesores en la Generalitat, Francesc Macià, en el cementerio de Montjuïc.
Los socialistas fueron los últimos en valorar el discurso del Rey. En una intervención difundida poco antes de las 13.30 de este lunes, la presidenta del partido, Cristina Narbona, destacó que la mención que Felipe VI hizo al final de su discurso a “las dificultades económicas y sociales”, el empleo, la sanidad, la educación, el precio de los servicios básicos, “la inaceptable violencia contra la mujer” o el acceso de los jóvenes a la vivienda era considerado por los socialistas como un claro respaldo a la agenda social del Gobierno de coalición, a pesar de que el jefe del Estado solo los enumeró para asegurar que los derechos ligados a estos “son los que la Constitución ampara, garantiza y protege”. Narbona también aseguró que el PSOE comparte las continuas referencias del Monarca en su discurso a la Constitución “como marco idóneo para preservar y conservar la convivencia e iniciar el rumbo hacia una democracia moderna”, aunque recalcó que el texto preserva la “unidad” de España porque “integra la diversidad de lenguas, de culturas y de instituciones”.
Muy diferente ha sido la interpretación hecha desde los partidos de la derecha. El líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, fue de los primeros en pronunciarse al publicar en su perfil de la red social X (antes Twitter) poco después de la emisión del discurso por televisión, un mensaje en el que incidía en el supuesto respaldo que, en su opinión, suponían las palabras del Rey a sus reiteradas críticas a la ley de amnistía, al asegurar que el jefe del Estado “ha defendido la vigencia de la Constitución como único garante de la convivencia y de un futuro con certidumbre para todos. Fuera del respeto a la Constitución y a las instituciones no hay ley sino arbitrariedad”.
En similares términos se fueron manifestando entre el domingo y el lunes los presidentes de las autonomías donde gobierna el PP. La secretaria general, Cuca Gamarra, lo hacía en un vídeo en el que insistía en interpretar la reivindicación que el Monarca había hecho de la Ley Fundamental como un aval a la ofensiva de su partido contra la amnistía. “El Rey señaló, acertadamente, que fuera de la Constitución no hay convivencia en paz, no hay libertad y no hay estabilidad”, destacó.
Por su parte, Vox ha reproducido de manera literal en la cuenta oficial del partido uno de los últimos párrafos del discurso del Monarca acompañado de emoticonos de aplausos. El mensaje ha sido republicado por su líder, Santiago Abascal. Sectores de la extrema derecha llevan semanas intentando presionar al jefe del Estado para que abandone su papel de árbitro y se implique en la batalla política. En las concentraciones alentadas por Vox frente a la sede federal del PSOE, en la madrileña calle de Ferraz, se ha escuchado a manifestantes gritar contra la Monarquía. “¡Felipe, masón, defiende a la Nación!” o “los Borbones, a los tiburones” han estado entre los lemas más coreados.
Por el contrario, las formaciones de izquierda y las nacionalistas han sido muy críticas con las palabras de Felipe VI. Marta Lois, portavoz parlamentaria de Sumar en el Congreso, lo tildaba el domingo por la noche en X de “decepcionante”, y recriminaba al Monarca que hablase de polarización política cuando, en su opinión, la actual situación de crispación es fruto de la actitud de “la extrema derecha contra la democracia”. La diputada del partido que lidera la vicepresidenta Yolanda Díaz ha lamentado que el Rey hiciera “un discurso alejado del país real”. “Felipe VI ha elegido no hablar de derechos sociales y las preocupaciones de la ciudadanía”, añadió en su mensaje. Este lunes, en declaraciones a los medios, ha incidido en las mismas ideas, además de recriminar que el Rey no mencionase el conflicto en Gaza: “Era el momento para exigir el alto al fuego y que se respete el derecho internacional”.
También dura con las palabras de Felipe VI ha sido Ione Belarra, exministra y secretaria general de Podemos. Belarra, que pasó junto a los otros cuatro diputados de la formación al Grupo Mixto por discrepancias con Sumar, ha incidido también en que el Rey no hiciera “una sola mención al genocidio en Palestina”, y ha calificado sus palabras como “intentos desesperados de lograr la simpatía de la derecha que hace unas semanas le insultaba”. “Cada vez más convencida de que la monarquía se ha quedado definitivamente atrás y de que Felipe VI va a ser el último [rey español]”.
El secretario general de Junts, Jordi Turull, condenado en el juicio al procés y posteriormente indultado por el Gobierno,ha asegurado que es el Rey quien fomenta la división, tras “renunciar” a su papel de árbitro. “Siempre actúa de parte, de parte de estos que son afectos al régimen. Siempre se mueve, solo actúa, cuando está en riesgo aquello del atado y bien atado”, ha dicho el exconsejero de la Generalitat durante el acto en memoria de Macià. Aragonès, por su parte, cree que Felipe VI no se ha movido de su discurso posterior al 1-O. Los secesionistas siempre han considerado que esa intervención del Rey justificó las cargas policiales y la “represión”.
Desde el resto de las formaciones nacionalistas también han llovido críticas al discurso real. El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha recriminado al jefe del Estado que hubiera centrado sus palabras en PP, PSOE y Vox, y obviado las “discrepancias constitucionales” en Euskadi y Cataluña. “En el procés catalán y en todas las circunstancias que han rodeado la situación en Cataluña, la Constitución no ha mostrado ni flexibilidad ni saber dar los instrumentos necesarios para resolverlo de manera política”, ha añadido.
Néstor Rego, diputado del BNG en el Congreso, ha considerado las palabras del Rey como un apoyo de este a “los sectores más reaccionarios e inmovilistas del Estado”. Rego, en línea con la crítica de Sumar, también ha lamentado la falta de referencias sociales en el discurso: “Felipe de Borbón no intenta siquiera empatizar con los problemas de la mayor parte de la sociedad”. EH Bildu anunció hace días que no iba a valorar el discurso y, de hecho, había hecho días atrás un llamamiento a “boicotearlo” apagando las televisiones y las emisoras de radio cuando se emitiera.