Cospedal se desmarca de las supuestas presiones al abogado de Bárcenas para evitar que tirara de la manta: “No conozco los hechos”
La ex secretaria general del PP declara como testigo en la Audiencia Nacional por otra derivada del ‘caso Villarejo’
María Dolores de Cospedal, exsecretaria general del PP y exministra de Defensa, ha regresado este martes a la Audiencia Nacional para declarar en otra línea de investigación del caso Villarejo. Minutos antes de las diez de la mañana, la exdirigente popular ha vuelto a la sede judicial para sentarse ante el magistrado Manuel García-Castellón, esta vez como testigo, después de que la Sala de lo Penal ...
María Dolores de Cospedal, exsecretaria general del PP y exministra de Defensa, ha regresado este martes a la Audiencia Nacional para declarar en otra línea de investigación del caso Villarejo. Minutos antes de las diez de la mañana, la exdirigente popular ha vuelto a la sede judicial para sentarse ante el magistrado Manuel García-Castellón, esta vez como testigo, después de que la Sala de lo Penal ordenase citarla para preguntarle si sabía algo de las supuestas maniobras desplegadas hace una década para presionar a uno de los primeros abogados de Luis Bárcenas, Javier Gómez de Liaño. Esas presiones tenían supuestamente el objetivo de evitar que el extesorero de la formación difundiera más información sobre la corrupción del partido, cercado por la publicación de los papeles de Bárcenas a principios de 2013. A su llegada a la Audiencia Nacional, Cospedal ha rehusado hacer declaraciones a los medios de comunicación. Ya delante del juez, la expolítica ha negado cualquier conocimiento sobre los hechos bajo sospecha, según detallan varias fuentes jurídicas.
Las tramas urdidas contra Luis Bárcenas se han traducido, hasta ahora, en dos líneas de investigación distintas del caso Villarejo: por un lado, las presuntas presiones al abogado del extesorero (la llamada Pieza 36 del sumario); y, por otro, la Operación Kitchen (Pieza 7), consistente en el despliegue parapolicial organizado a partir de 2013 en el seno del Ministerio del Interior para robarle supuestamente a Bárcenas la posible documentación sensible que pudiera guardar sobre altos cargos del PP. Precisamente, Cospedal estuvo imputada en el caso Kitchen, ya que la Fiscalía Anticorrupción sospechaba que ella participó en ese despliegue irregular, pero el magistrado archivó la causa contra ella al circunscribir toda la responsabilidad al departamento de Interior, dirigido por Jorge Fernández Díaz.
En junio de 2021, durante su declaración como imputada sobre la trama gestada en Interior, Cospedal ya minimizó su relación con el comisario jubilado José Manuel Villarejo. La popular aseguró que nunca le encargó torpedear el caso Gürtel (el sumario que cercaba al PP por corrupción), pero admitió que había despachado a solas con el policía en varias ocasiones en la sede de Génova. Esos intentos de la expolítica de infravalorar sus contactos han chocado siempre con los indicios incorporados al sumario, donde abundan los apuntes del comisario sobre sus reuniones —así como con el marido de la dirigente del PP, el empresario Ignacio López del Hierro—, y los profusos mensajes y llamadas que el agente intercambiaba con la exsecretaria general y con su círculo más próximo.
En esa línea ha insistido este martes, durante su nueva declaración ante García-Castellón. Según aseguran varias fuentes jurídicas, Cospedal ha vuelto a reconocer que se reunió con Villarejo en su condición de secretaria general de la formación; y que lo hacía porque sabía que el comisario manejaba información y ella sospechaba que había gente que quería perjudicar al partido. Pero, según ha añadido la exministra, no conversaron sobre Gürtel, y no recuerda que el policía le diera información sobre la defensa jurídica de Bárcenas (ha llegado a decir que no recuerda quién le pagaba el abogado al extesorero, pese a que hace una década reconoció en una rueda de prensa que lo hacía el partido). La expolítica ha remachado igualmente que nunca hablaron de Gómez de Liaño y que no conoce a ninguno de los implicados en esta Pieza 36: “Estoy conociendo los hechos en este momento. [...] No conozco nada de lo que me han preguntado”, ha aseverado, según fuentes jurídicas.
A esa relación ya se refirió Villarejo el lunes, a las puertas de la Audiencia Nacional, adonde acudió a declarar como testigo en la causa sobre las presuntas presiones al abogado Gómez de Liaño: “Las reuniones que tuve con Cospedal eran de intercambio de información. Es probable que me preguntara sobre ello”, dijo el comisario, que añadió tras declarar ante el juez: “Hice algunas gestiones. Yo siempre daba cuentas de todo a las altas autoridades de Interior y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Como agente de inteligencia, les informaba. El uso que luego daban [a esa información], lo desconozco”.
El hilo que conecta a todos estos personajes se encuentra en las agendas de Villarejo, intervenidas en la macrocausa. Según sus apuntes, el comisario recopiló información sobre Gómez de Liaño y contactó con terceras personas que supuestamente habrían tenido relación con él anteriormente. El abogado había defendido al líder de la mafia rusa Zakhar Kalashov y, según la Sala de lo Penal, el policía intentaba comprobar si el letrado recibió pagos irregulares de su cliente. Todo ello en un contexto de alta tensión: Gómez de Liaño había asumido la defensa del extesorero del PP en julio de 2013, casi medio año después de la publicación de los papeles de Bárcenas y cuando se multiplicaban las presiones para evitar que este confesase las irregularidades cometidas en el seno de la formación conservadora.
El sumario refleja que Villarejo anotó que, en 2014, mantuvo una conversación con Halit Sahitaj, supuesto intermediario conectado con Kalashov: “Sujeto interesante. Dice que pagó personalmente mucho dinero en efectivo a Liaño”, escribió sobre él. Además, a raíz de un registro del domicilio de Sahitaj —en el marco de una investigación de un juzgado de Marbella—, se consiguió acceder a cuatro archivos de audio que, el 20 de octubre de 2014, se enviaron al correo electrónico del despacho profesional de Gómez de Liaño. “Dichos archivos de audio […] pondrían de manifiesto, de manera indiciaria, un encargo realizado por terceras personas vinculadas al PP a fin de conseguir, mediante presiones a Luis Bárcenas y a su letrado, que no salieran a la luz informaciones comprometedoras o perjudiciales para el Partido Popular vinculadas con el sumario de Gürtel”, dijo la Sala.
En esas grabaciones se recogen conversaciones de terceras personas investigadas en la Pieza 36: el abogado José Luis Moreno Cela, su clienta Mónica Gil Manzano y el empresario Juan Ramón Díaz Moro. “[Ellos] aluden a un supuesto encargo por personas vinculadas al PP de servicios dirigidos a la obtención de informaciones relativas a Bárcenas, imputado [entonces] en un procedimiento penal, y a su abogado defensor en este procedimiento, Gómez de Liaño, que pudieran ser utilizadas para presionar a ambos y evitar que pudiesen difundir datos comprometedores para ese partido”, insistió la Sala de lo Penal en la resolución donde ordenaba citar a Cospedal. De todo ello, la exsecretaria general dice que no sabe nada: que no conoce a Kalashov y que, de todos los abogados de los acusados en Gürtel, solo se reunió con Javier Iglesias un par de veces porque defendía a Álvaro Lapuerta, extesorero de la formación antes que Bárcenas. El juez no le ha hecho preguntas.