El choque entre Sumar y Podemos por los ministerios acaba con Nacho Álvarez fuera del partido de Belarra
El secretario de Estado de Derechos Sociales abandona todos sus cargos al entender que ha “perdido la confianza” de la dirección y renuncia a ser ministro después de que Díaz lo propusiera
La guerra en la izquierda se recrudece. La recta final de las negociaciones para el reparto de ministerios que ocupará Sumar ha vuelto a poner en jaque este viernes la estabilidad de la coalición de partidos liderada por Yolanda Díaz y ha tensado como nunca el espacio. Después de celebrarse la investidura de Pedro Sánchez, a horas o días de la formación del nuevo Gobierno de coalición, uno de los perfiles destacados del grupo a la izquierda del PSO...
La guerra en la izquierda se recrudece. La recta final de las negociaciones para el reparto de ministerios que ocupará Sumar ha vuelto a poner en jaque este viernes la estabilidad de la coalición de partidos liderada por Yolanda Díaz y ha tensado como nunca el espacio. Después de celebrarse la investidura de Pedro Sánchez, a horas o días de la formación del nuevo Gobierno de coalición, uno de los perfiles destacados del grupo a la izquierda del PSOE, Nacho Álvarez, ha decidido dejar todos sus cargos en Podemos y renuncia a la posibilidad de ser ministro tras un nuevo choque público entre la dirección de Díaz y la de Podemos, que cuenta con cinco de los 31 diputados que tiene Sumar. El paso atrás se produce después de que la vicepresidenta segunda del Gobierno exigiera al partido firmar un acuerdo que recoge hasta ocho puntos a cambio de un departamento para los de Belarra que encabezaría el actual número dos de Derechos Sociales, algo que la secretaria general ha rechazado. Aunque el político era hasta hoy responsable económico de Podemos, lo consideraban ya más próximo a la vicepresidenta que a la organización. “A los ministros de Podemos los elige Podemos”, ha respondido Belarra después de conocerse la propuesta, además de reiterar que quieren el Ministerio de Igualdad.
En una carta hecha pública este viernes, Álvarez afirma que en su cultura política “no es concebible aceptar un cargo institucional al margen de la organización de la que forma parte”. “Es evidente que la actual dirección de Podemos ha perdido la confianza que depositó en mí cuando me nombró miembro de la Ejecutiva del partido. Considero por tanto que lo más honesto es dar un paso a un lado y dimitir de mis cargos en el partido, dejando tanto la Secretaría de Economía como el Consejo Ciudadano Estatal y la Ejecutiva”, añade en una carta a la militancia en la que anuncia su regreso a su puesto como profesor de economía en la Universidad Autónoma de Madrid.
“Hoy he recibido la propuesta de Yolanda Díaz de ser ministro en el próximo Gobierno de coalición, propuesta que la dirección de Podemos no respalda. Agradezco mucho la confianza que Yolanda deposita en mí, pero yo no voy a aceptar ser ministro del próximo Gobierno si la dirección de mi organización no lo comparte ni lo aprueba”, explica en la misiva, después de reconocerse “orgulloso” de haber formado parte de la organización desde 2014. “Considero que la auténtica lealtad a un proyecto político pasa por buscar los puntos en común que nos unen, expresar con honestidad las diferencias para trabajarlas y hacerlo en los órganos de dirección, no en los medios de comunicación”, argumenta en el escrito. Álvarez siempre ha tratado de alejarse de la disputa pública. Cuando en 2017 se produjo el enfrentamiento entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, trató de forjar un consenso entre los dos bandos con una tercera vía junto a Carolina Bescansa. Ante la imposibilidad de lograrlo, dimitió de la ejecutiva y renunció a integrarse en ninguna de las listas que competía por la dirección política de la organización en la segunda asamblea ciudadana de Podemos (Vistalegre II). Más tarde, sin embargo, el líder del partido lo recuperó para que volviera a formar parte de la cúpula. En el Gobierno de coalición también se ha desempeñado como negociador principal con el PSOE para cada uno de los Presupuestos y los grandes acuerdos de la legislatura.
La tensión se elevó a lo largo de la jornada. Entre los compromisos incluidos en la propuesta de pacto de Sumar a Podemos se encontraba la obligación de cesar las hostilidades hacia la plataforma de Díaz y la exigencia de presentarse juntos en todos los comicios del ciclo electoral que se abre, empezando por las europeas, que son las únicas convocadas por ahora, a pesar de que el año que viene han de celebrarse también las autonómicas en Galicia y Euskadi.
“Respetando la libertad de criterio y de opinión, Podemos se compromete a cesar los ataques públicos e insultos a los miembros de Sumar, incluida Yolanda Díaz, estableciendo una relación cordial y de cooperación con todo el espacio”, señala el texto del que dan cuenta fuentes de la formación de la vicepresidenta y cuyo contenido ha sido trasladado por el jefe de gabinete de Yolanda Díaz, Josep Vendrell, a la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, durante una llamada telefónica este viernes.
El partido de Belarra gestionaría un ministerio a expensas de decidir aún la cartera concreta, que definirían Díaz y Sánchez. Sumar propone para este departamento a Álvarez, “miembro de la Ejecutiva de Podemos, porque ha demostrado capacidad de gestión y buen entendimiento entre las partes”, afirma el escrito. No obstante, Podemos ya advirtió hace semanas de que el actual secretario de Estado, a su entender, actúa como representante de Sumar y no del partido fundado por Pablo Iglesias. “Como el resto de [las] formaciones políticas, empezando por el PSOE, los ministros de Podemos los elige Podemos. Podemos sigue pensando que lo mejor que puede aportar al Gobierno de coalición es profundizar las transformaciones feministas al frente del Ministerio de Igualdad”, ha afirmado en sus redes Belarra. Desde Sumar afirman que esperaban una propuesta alternativa.
La secretaria general del partido ha reaccionado con una crítica abierta al proceder de Sumar: “Pedro Sánchez y Yolanda Díaz han filtrado la noticia a la vez que nos la comunicaban, lo cual parece más una estrategia mediática para justificar que nos echan del Gobierno que una propuesta para gobernar en coalición”. En los últimos dos días, una voz de enorme influencia aún sobre la formación, como es la de Iglesias, ha deslizado la posibilidad de una ruptura futura en el Congreso y en la candidatura a las elecciones al Parlamento Europeo si su partido se queda finalmente fuera del Ejecutivo. “Aún hay tiempo de rectificar y que se corrija ese posible veto a Podemos en el Gobierno”, reclamó también Belarra el jueves, durante la segunda sesión del debate de investidura, en un mensaje que recordaba al de junio, cuando la líder de la formación pedía incluir a la ministra de Igualdad, Irene Montero, en las listas para el 23-J.
La propuesta de acuerdo ya desechada incluía que Podemos se comprometa a presentarse en coalición con Sumar en todo el ciclo electoral, aunque el último documento político del partido, aprobado hace apenas dos semanas, establece que para futuras alianzas será imprescindible el realizar primarias y que no existan vetos (una cláusula que hace referencia a esa exclusión de Montero en las generales). Precisamente este viernes, la ministra de Derechos Sociales en funciones participaba en París en un encuentro con partidos aliados europeos para lanzar una plataforma de cara a los comicios del 9 de junio, reforzando los lazos con otras organizaciones fuera de España.
El texto recoge también el apoyo a las “iniciativas que emanen el Gobierno en las votaciones del Congreso”, que se acepten las decisiones que democráticamente se acuerden en el grupo parlamentario, la participación del partido de Belarra en el Gobierno y la coordinación comunicativa y del discurso de todos los integrantes. El escrito añade una petición para “dejar atrás” las cuestiones internas de la coalición, poniendo en el centro a la ciudadanía. La última trifulca pública en torno al cierre de ministerios camina en dirección contraria.