Incautadas 74 toneladas de aceitunas robadas en plena cosecha y con el precio disparado
La sustracción de cobre lleva a la Guardia Civil a desmantelar en Sevilla un centro de venta que de manera clandestina comercializaba con oliva de mesa y a detener 12 personas
La nave ubicada las afueras de la localidad sevillana de Pilas era un centro de compraventa de aceitunas legal. Pero tenía una cara b. Además del intercambio lícito, su propietario almacenaba de forma clandestina olivas robadas directamente del árbol que introducía directamente en salmuera para evitar que fueran detectadas durante las inspecciones rutinarias en las zonas de pesaje y almacenamiento. Ha sido el seguimiento de una banda dedicada al saqueo de cobre en ...
La nave ubicada las afueras de la localidad sevillana de Pilas era un centro de compraventa de aceitunas legal. Pero tenía una cara b. Además del intercambio lícito, su propietario almacenaba de forma clandestina olivas robadas directamente del árbol que introducía directamente en salmuera para evitar que fueran detectadas durante las inspecciones rutinarias en las zonas de pesaje y almacenamiento. Ha sido el seguimiento de una banda dedicada al saqueo de cobre en instalaciones de riego de cultivo en la zona la que ha permitido a la Guardia Civil desentrañar esa actividad legal e incautarse de casi 74 toneladas de aceitunas de mesa robadas, una cantidad que en el mercado ascenderían a medio millón de euros y que también ha provocado el estudio de la activación de una alerta sanitaria.
La Guardia Civil estaba investigando a una banda que presuntamente estaba detrás de los robos de grandes cantidades de cobre en instalaciones de riego de cultivo en los campos del Aljarafe, cuando constató que su cabecilla también se dedicaba a sustraer grandes cantidades de aceitunas. Su seguimiento los llevó hasta el centro de compraventa de Pilas, al que acudía a altas horas de la noche para entregar la mercancía. “Nos sorprendió mucho que cuando al día siguiente fuimos al almacén no encontráramos no rastro del traslado de esas aceitunas en la actividad diaria”, explican fuentes cercanas a la investigación. “Ignorábamos que las había metido en salmuera”, añade. Porque ese era el mecanismo que utilizaba el propietario para ocultar la mercancía clandestina que iba acumulando proveniente de robos de olivares en toda la provincia de Sevilla y también de parte de Huelva, según señalan las mismas fuentes.
Esa primera fase de la investigación se saldó con la detención el pasado mes de septiembre de los ocho componentes de la banda que se dedicaba a saquear las explotaciones agrícolas. Pero el punto de compraventa de aceitunas seguía en le punto de mira de los agentes. Poco después, los investigadores acompañados de técnicos de la Oficina Comarcal Agraria de Sanlúcar la Mayor y de funcionarios de las consejerías andaluzas de Salud y Consumo y de Agricultura entraron en la nave para inspeccionarla.
“No nos esperábamos encontrar tanto volumen”, reconocen las fuentes consultadas. Y es que allí hallaron 374 bidones de aceituna aderezada con un total de 73.350 kilos, una cantidad que según la Guardia Civil tendría un valor aproximado de medio millón de euros, una cantidad que corroboran otros expertos consultados. Los agentes detuvieron al responsable del almacén -un conocido delincuente que ya había sido detenido y encarcelado hace unos años por otras actividades relacionadas con el contrabando en Isla Mayor- como presunto autor de sendos delitos de receptación y contra la salud pública.
También se ha detenido a otras tres personas y se ha investigado a otras siete, por su presunta participación en la compraventa de aceitunas, entre ellas a los cuatro hijos del propietario del puesto, por su colaboración en la compra y en su aderezo, una operación que agilizaba su introducción en el mercado. Además se ha levantado acta por infracciones muy graves derivadas del vertido de residuos a la vía pública y poseer una fosa séptica en condiciones de insalubridad. La Junta ha pedido el listado de los puntos en los que se habrían comercializado estas aceitunas en los últimos 12 meses para estudiar si lanza una alerta sanitaria. En todo caso, fuentes de la Consejería de Salud indican que en ningún caso el riesgo que implica es grave.
El almacén fue precintado, pero esta circunstancia pasó desapercibida para otros grupos que acudían a ese centro para vender aceitunas robadas, una circunstancia que ha permitido a la Guardia Civil desmantelar a uno de ellos esta misma semana. El hecho de que con el inicio de la campaña de la aceituna se haya activado un plan de respuesta contra su robo en las explotaciones agrícolas favoreció la puesta en marcha del operativo.
Los agentes pillaron in fraganti el pasado miércoles a tres personas mientras estaban robando aceitunas en una finca de la localidad sevillana de Arahal. Los hombres se dieron a la fuga y los investigadores, ante la sospecha de que pudieran dirigirse al centro de Pilas a dejar su mercancía, organizaron un dispositivo a la espera de que se presentaran allí. No se equivocaron. Como los ladrones desconocían que el almacén había sido clausurado, hasta allí se desplazaron y allí fueron detenidos. Llevaban 1.270 kilos de aceitunas variedad manzanilla, por los que el consumidor hubiera debido pagar 2.400 euros.
“Todos estamos implicados en el robo de aceituna”, enfatizan las fuentes consultadas. La aceituna y el aceite se han convertido en un botín para la delincuencia rural, especialmente en la presente campaña de recolección. La aceituna es el nuevo oro verde, del que se destila el tesoro del aceite de oliva, cuyo litro ya supera holgadamente los 10 euros de precio en supermercado. Esta operación de Sevilla confirma la importancia que los delincuentes están dando al robo de aceitunas y aceite de oliva. Y llega tras los sucesivos robos de 7.000 litros de aceite en Luque (Córdoba) en agosto; los 50.000 sustraídos en la localidad cordobesa de Priego; las 17 toneladas hurtadas en Madrid...