Vox recaudó 1,5 millones en donaciones privadas en 2019, casi el doble que los demás partidos nacionales juntos

El Tribunal de Cuentas corrige el anexo de su informe que atribuía a la formación ultra 3,8 millones de fondos donados por particulares y le recrimina que dificulte la identificación de sus donantes

El presidente de Vox, Santiago Abascal con su asesor Kiko Méndez-Monasterio, a la izquierda, en marzo de 2019.Ricardo Rubio (Europa Press)

Vox recaudó en 2019 donaciones privadas por valor de 1.564.800 euros, casi el doble de lo que recibieron los otros cuatro partidos nacionales juntos (Partido Popular, PSOE, Ciudadanos y Podemos) y un tercio de lo recaudado en total por las 32 principales fuerzas políticas, según el primer informe del Tribunal de Cuentas sobre el partido ultra. En la versión inicial del documento, difundida el martes, se incluía un anexo que atr...

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Vox recaudó en 2019 donaciones privadas por valor de 1.564.800 euros, casi el doble de lo que recibieron los otros cuatro partidos nacionales juntos (Partido Popular, PSOE, Ciudadanos y Podemos) y un tercio de lo recaudado en total por las 32 principales fuerzas políticas, según el primer informe del Tribunal de Cuentas sobre el partido ultra. En la versión inicial del documento, difundida el martes, se incluía un anexo que atribuía a la formación de Santiago Abascal donaciones por parte de personas físicas (las empresas, entidades o sociedades tienen prohibido hacer este tipo de regalos) por un monto de 3.889.589, pero el Tribunal de Cuentas lo ha corregido hoy rebajando la cifra a 1,5 millones. Un año antes, en 2018, cuando el partido ultra irrumpió en el Parlamento andaluz con 12 escaños, ya fue el que más donaciones privadas recibió: 459.801 euros.

Vox no solo destaca sobre todas las demás formaciones por la cuantía de los fondos privados que recibe, sino también por ser la única a la que el Tribunal de Cuentas ha amonestado por falta de identificación de sus donantes. La Ley de Financiación de los Partidos Políticos prohíbe las donaciones anónimas, las limita a un máximo de 50.000 euros anuales por persona física y obliga a notificar en plazo todas las superiores a 25.000 euros. Aunque el órgano fiscalizador ha emitido una opinión “favorable con salvedades” a las cuentas de Vox en 2018 y 2019, le ha advertido de que puede ser sancionado por su opacidad.

“El registro contable de los ingresos de origen privado en concepto de cuotas de afiliados, aportaciones [de militantes] y donaciones se realiza mediante asientos de importes agregados que dificultan la identificación de la procedencia individual, naturaleza y seguimiento de este tipo de ingresos, así como la verificación del cumplimiento de la normativa aplicable a los mismos”, advierte el informe. Vox, añade, no aportó documentación justificativa para verificar los ajustes que efectuó en sus cuentas, aumentando las aportaciones en 165.531 euros y recortando las cuotas en 81.578 y las donaciones en 83.952.

Sin embargo, lo que más ha llamado la atención al órgano fiscalizador han sido los ingresos, a través de cajeros automáticos, de 20.601 euros en 2018 y 311.947 en 2019. Vox alegó que se trataba de fondos procedentes de la venta de merchandising (pulseras, llaveros, bolígrafos) en las mesas informativas del partido, pero el informe constata que “existe una incertidumbre respecto a si parte de dichos ingresos corresponden [en realidad] a donaciones y no a la venta de productos, lo que vulneraría” la ley.

El informe revela que la tesorería de Vox distribuyó a sus cuadros, en 2018 y 2019, unas instrucciones en las que les indicaba, en relación con la venta de propaganda, que “no hay necesidad de identificar a los donantes si el ingreso es por una cantidad inferior a 300 euros”. Eso explicaría por qué el 80% de los ingresos hechos a través de cajeros se acercan a los 300 euros, sin superarlos, en una práctica de fraccionamiento o lavado de dinero opaco que se conoce como pitufeo y provocó un escándalo en el PP de Valencia. En realidad, la ley prohíbe cualquier donación anónima, al margen de su importe, por lo que Vox alegó que había cometido un lapsus y que con su instrucción no pretendía ningún ocultamiento.

El informe también recrimina al partido que haya recabado donaciones finalistas, prohibidas por ley, para pagar la fianza de una querella contra el expresidente catalán Quim Torra o la de un joven que mató a un atracador. Pero Vox alegó que advertía a los donantes del crowdfunding que el dinero se emplearía para “las actividades propias de Vox” y este mismo reproche se lo hace también el organismo fiscalizador a otras formaciones políticas.

El tribunal llama la atención sobre una partida de gastos de 41.812 euros, abonados con tarjeta de crédito, “sin que la formación haya aportado desglose ni justificación de la naturaleza de los mismos”. Según Vox, se trata de gastos de viaje y manutención de altos cargos del partido.

Medio millón para la empresa del asesor de Abascal

Lo más llamativo es que el informe revela que una empresa de comunicación cobró en 2019 un total de 516.670 euros de Vox por “servicios genéricos”, sin detallar “las unidades facturadas, la naturaleza de los servicios prestados y las fechas de prestación de los mismos”. Y sin someterse a los principios de publicidad y concurrencia obligados en los contratos de los partidos con financiación pública.

En sus alegaciones, Vox aseguró que esta empresa presta “servicios generales de asesoramiento político cuyo carácter en factura es difícil de precisar” y que incluyen “desde la elaboración de un discurso a la orientación de la estrategia”. Para explicar por qué no se abre este contrato a la competencia, añade que “el servicio que se recibe es inseparable de la persona y no sería esperable de otro proveedor de mercado”. La inquietud del tribunal por este contrato llegó al punto de celebrar una reunión en su sede para aclarar los servicios que esta compañía, según Vox, “sigue prestando, dado que el estado natural de un partido es la permanente precampaña”.

Aunque el informe no cita el nombre de la empresa, fuentes de Vox señalan a Tizona Comunicación, la sociedad de Kiko Méndez-Monasterio, a quien Abascal se refiere como “mi gurú”, y de Gabriel Ariza, hijo de Julio Ariza, patrón de Intereconomía, ahora rebautizada como El Toro TV. El 24 de septiembre, Gabriel Ariza remitió un escrito al programa de Federico Jiménez Losantos en el que aseguraba que “no es cierto que facture al partido [de Abascal] siete u ocho millones de euros, como se afirmó. Ni siquiera sumando todas las cantidades desde 2018 en que se empezó a prestar servicios a Vox por Tizona Comunicación se acerca ni remotamente a esa cantidad. Además, la relación comercial [entre ambas] se encuentra auditada por el Tribunal de Cuentas”. Según el informe de este último, la sociedad de asesoramiento cobró en 2019 más de medio millón de euros de Vox, equivalente al 55% de la cuantía de la nómina total del partido.

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