Feijóo idea un Ejecutivo con una vicepresidenta y 14 ministerios

En el organigrama queda por dilucidar si habrá vicepresidente económico y el papel de su actual equipo en el PP, pero mantendrá el Ministerio de Cultura

El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, en la presentación de su programa cultural, entre el exministro socialista César Antonio Molina, Cuca Gamarra y Borja Sémper.Alberto Ortega (Europa Press)

Feijóo también tiene un cuaderno con su proyecto de futuro Gobierno, no es azul como el de José María Aznar, pero no lo ha compartido ni “con el cuello” de su camisa, como ha bromeado estos días, en los que ha comenzado a ofrecer un goteo de pistas. No le gustan nada las filtraciones, su equipo lo sabe, y en Galicia también, donde sus colaboradores se enteraban de sus nombramientos horas antes bajo peligro de ser borrados sin remedio de la lista....

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Feijóo también tiene un cuaderno con su proyecto de futuro Gobierno, no es azul como el de José María Aznar, pero no lo ha compartido ni “con el cuello” de su camisa, como ha bromeado estos días, en los que ha comenzado a ofrecer un goteo de pistas. No le gustan nada las filtraciones, su equipo lo sabe, y en Galicia también, donde sus colaboradores se enteraban de sus nombramientos horas antes bajo peligro de ser borrados sin remedio de la lista. El líder del PP entiende que es su “responsabilidad” tener previsto quiénes le acompañarán como miembros de su Gabinete, si finalmente llega a La Moncloa, pero ese plan no lo ha compartido con nadie. En el PP se especula con que solo lo conoce su jefa de gabinete, Marta Varela. Lo que sí ha ido avanzando, y es más previsible, es su organización. Quiere una vicepresidenta política y 14 ministerios. No está clara la presencia en el Ejecutivo de algunos de los actuales cargos en la cúpula del PP.

El candidato de los populares a la Presidencia del Gobierno presume de ser una persona y un político previsible y, por lo tanto, de tener contemplados los escenarios que “por responsabilidad” puede llegar a tener que manejar tras las elecciones del 23-J. En su cuaderno de bitácora ha trazado la composición de su proyecto de Gobierno, con un organigrama sencillo y muy en línea al de anteriores ejecutivos del PP, con un presidente y 14 ministerios, y también con algunos nombres de personas que le gustan, del PP y ajenos al partido. No es un asunto del que le guste hablar ni consultar con su equipo más próximo, pero sí está pidiendo ya algunas opiniones a políticos populares de los que se fía.

En su planificación, Feijóo no contempla un Gabinete con ministros de Vox ni con un vicepresidente como Santiago Abascal, el líder ultra, a pesar de que todas las encuestas publicadas sitúan al PP muy lejos de una mayoría absoluta, a entre 30 y 40 escaños. El propio Abascal también ha anticipado en una entrevista en El Confidencial, que aunque exigirá que Vox esté con ministros en ese Gobierno del PP, si se puede conformar gracias a sus votos una alternativa a Pedro Sánchez, tampoco aspira a ese cargo: “Me veo como presidente si los españoles quieren, de vicepresidente no me veo, la verdad”.

Del rastro de las palabras y manifestaciones de estos días de Feijóo, donde se le interroga sobre todo por el máximo responsable de su política económica, también se pueden extraer algo más que pistas. El aspirante popular ya ha dicho, y lo remachó esta pasada semana en El Hormiguero, que tiene decidido quién será la vicepresidenta política. Por tanto, una mujer. Diversas fuentes consultadas en el PP ofrecen ahí más posibilidades a la exministra Fátima Báñez, ahora al frente de la fundación de la patronal CEOE y en varios consejos de administración de grandes empresas, que a Cuca Gamarra, a cargo del programa electoral, pero muy desaparecida en esta campaña, en la que ha sido ubicada como número uno por La Rioja pero no de segunda por Madrid, el puesto clásico en el PP para esas funciones.

Dirigentes relevantes del partido tampoco tienen claro que, aunque Feijóo ha dicho que tiene resuelto que haya una vicepresidenta, esa manifestación descarte que se pueda incluir en ese eventual Gobierno a un vicepresidente segundo que controle bajo su mando todos los ministerios del área económica, para evitar lo que sucedió en algún Gabinete de Mariano Rajoy. Entonces, ni a los propios interesados, el ministro de Economía, Luis de Guindos, y al de Hacienda, Cristóbal Montoro, les quedaba muy claro quién tenía mayor rango. Lo que provocó no pocas disputas. Montoro tenía más pedigrí en el PP, pero De Guindos disponía de más conocimientos y de un dominio del inglés para explicar las posiciones y exigencias de aquellos gobiernos durante la crisis financiera en Bruselas y en el mercado internacional.

Lo que sí constatan en el PP son los perfiles de posibles candidatos a ocupar ministerios del área económica, y citan sin dudar la buena opinión de Feijóo sobre Francisco Conde, su exvicepresidente y exconselleiro de Economía en Galicia varios mandatos y ahora número uno al Congreso por Lugo; de Juan Bravo, exconsejero de Hacienda andaluz, inspector y número uno por Sevilla; José Vicente Marí Bosó, senador, auditor y número uno por Baleares pese a ser natural de Ibiza; Luis Garicano, exmiembro de Ciudadanos; Elvira Rodríguez, exministra, economista del Estado y ahora en posiciones que no son de salida en la papeleta de Madrid; Íñigo de la Serna, exministro y ahora en el ámbito privado; o Mario Garcés, un exsecretario de Estado que se ha quedado fuera de las listas.

Las especulaciones sobre las teóricas incorporaciones del actual gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, o del vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, se dan por descartadas por los propios interesados y por sus entornos, que remarcan su interés por continuar sus respectivos mandatos. Feijóo podría optar también por hacer un fichaje de mayor calado e impacto mediático procedente del mundo empresarial.

Lo que transmiten fuentes del partido es que, aunque Feijóo no quiere disponer de un ministerio dedicado en exclusiva a Igualdad, como el comandado por Irene Montero, sí contempla incluir esa competencia en el título del Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales para que no se le reproche falta de atención a los problemas de muchas mujeres y más en este contexto de críticas a las carencias de Vox en la lucha contra la violencia machista.

Feijóo se autodefinió este fin de semana como un presidente “nada centralista, periférico, bilingüe y del mundo rural” y esa máxima lleva a pensar a diferentes fuentes del PP que cumplirá con la tradición en el partido de nombrar a un ministro catalán, otro isleño (de Baleares o Canarias), alguno andaluz y, sin duda, uno o varios gallegos.

Otra incógnita que está por resolver tiene que ver con su equipo en el PP: quiénes se quedarán al mando del partido si gobierna, una labor siempre ingrata y más oscura, y cuáles superarán el filtro para gestionar ese eventual Ejecutivo si gana las elecciones. Algunos ya lo han hablado con el líder y le han mostrado hasta sus preferencias. Borja Sémper ha comentado que tendría más interés por la cartera de Educación y Universidades, antes que la de Cultura.

Feijóo ya ratificó el viernes, frente a opiniones anteriores, que sí tendrá un Ministerio de Cultura y Deportes, como le demandó antes de ofrecerle su apoyo el exministro socialista de esa área, César Antonio Molina. Para carteras de contenido social, en el PP ven claro figuras como Carmen Fúnez, Cuca Gamarra o Carmen Navarro. Hay dirigentes que sitúan así al coordinador general del PP, Elías Bendodo, al frente de una cartera como Administración Territorial. Más dudas existen sobre el nivel de Esteban González Pons para una función de Estado como Asuntos Exteriores tras haberse significado tanto de manera muy partidista en los últimos meses contra el Gobierno de España.


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