Murcia y Teruel encienden la polémica al programar espectáculos de “bombero torero”, prohibidos por ley

Teruel celebra sus Fiestas del Ángel a principios de julio. Murcia, su Romería y Moros y Cristianos a comienzos de septiembre. Y ambas ciudades cuentan con eventos taurinos esos días, este año, con la particularidad de que entre ellos se ha programado el espectáculo Popeye torero y sus enanitos marineros, protagonizado por personas con acondroplasia (enanismo). Las asociaciones que representan a este colectivo ya ...

Teruel celebra sus Fiestas del Ángel a principios de julio. Murcia, su Romería y Moros y Cristianos a comienzos de septiembre. Y ambas ciudades cuentan con eventos taurinos esos días, este año, con la particularidad de que entre ellos se ha programado el espectáculo Popeye torero y sus enanitos marineros, protagonizado por personas con acondroplasia (enanismo). Las asociaciones que representan a este colectivo ya han comenzado a movilizarse para lograr que se desconvoquen. La ley general de Personas con Discapacidad los ampara.

Felipe Orviz, asesor jurídico de la Fundación Alpe Acondroplasia y presidente de ADEE (Asociación de Acondroplasia y otras Displasias Esqueléticas con Enanismo) recuerda que el pasado 9 de mayo entró en vigor la ley 11/2023 de trasposición de Directivas de la Unión Europea que, entre otras cosas, introduce una disposición adicional a la ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y de su Inclusión Social de 2013 que exige expresamente la “no discriminación de personas con discapacidad en espectáculos públicos y actividades recreativas”. La norma prohíbe además de forma específica “los espectáculos o actividades recreativas en que se use a personas con discapacidad o esta circunstancia para suscitar la burla, la mofa o la irrisión del público de modo contrario al respeto debido a la dignidad humana”, según explica a EL PAÍS.

En su opinión, “el problema no es la legislación, sino su cumplimiento”, por lo que las asociaciones que representa ya han puesto los espectáculos de Teruel (4 de julio) y Murcia (16 de septiembre) en conocimiento de la Fiscalía y del Defensor del Pueblo.

En el caso de Murcia, en paralelo, la Asociación Crecer ha iniciado también contactos a nivel político para exigir que se cancelen los permisos a la empresa promotora de la feria taurina de septiembre, explica la presidenta de la entidad, Susana Sempere, que no entiende que el coso murciano haya retomado este tipo de espectáculos “denigrantes” después de años sacados de la programación, a pesar de que no existe una legislación a nivel autonómico en esa comunidad sobre este asunto.

Para ella, estos espectáculos taurinos “atentan contra la dignidad humana”, porque su fin último es “reírse de la discapacidad de una persona”, y lamenta que haya sido precisamente en Murcia donde se programe uno de esos eventos, una región, asegura, “muy concienciada con la discapacidad”, tanto desde el plano social como desde el político. Orviz lamenta además que estas prácticas serían “impensables” con otros tipos de discapacidad, por ejemplo, protagonizados por personas con síndrome de Down, y tacha de “especialmente triste” que en la mayoría de los casos se orientan al público infantil o familiar. “Si un padre paga para que sus hijos puedan reírse y humillar a una persona con discapacidad, esos niños también se reirán cuando vean a personas con enanismo en la calle”, advierte.

En Murcia, la feria taurina y el global de festejos de esa índole los gestiona la empresa Toros Sureste SA, que ha confirmado a este periódico que “se ha programado un espectáculo cómico-taurino musical” que tendrá lugar el sábado 16 de septiembre, y han decidido que no se van a pronunciar ni hacer ninguna declaración sobre la polémica generada al respecto.

Fuentes cercanas a la organización de la feria han explicado que se trata de un montaje “cómico” en el que “en ningún momento se ha publicitado que participen personas enanas”. En los carteles que anuncian la programación de la feria, el espectáculo se presenta como Popeye torero. Espectáculo cómico taurino musical. Este tipo de montajes, reconocen las mismas fuentes, llevaban años sin celebrarse en la plaza de toros de Murcia. En el caso de Teruel, el festejo, que abre la feria taurina de este año, está denunciado por una asociación naturalista, la Fundación Franz Weber, y está siendo estudiado por el Gobierno de Aragón.

Los promotores de Popeye Torero defienden su show aludiendo al derecho a trabajar de los artistas con enanismo que participan. En septiembre del año pasado, tras cancelarse la actuación que tenían programada en la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid, publicaron en sus redes sociales un comunicado en el que apelaban al artículo 35 de la Constitución, sobre el derecho y deber de trabajar de todos los españoles, así como el derecho a la no discriminación (artículo 14) y a la libertad (artículo 17). Orviz, en cambio, subraya que “ser enano no es una profesión, no es un empleo”, por lo que no tiene nada que ver esa condición con el derecho al trabajo. En España, apunta, son en torno a 20 las personas de talla baja que hacen este tipo de espectáculos y otros de tipo erótico o pornográfico y, “para dar una cobertura y una salida laboral diga a estas personas” existe un programa estatal, Pisadas de Dignidad, dotado con 300.000 euros, para proporcionarles formación y “reciclaje profesional”, facilitándoles el acceso a otro tipo de empleos.

Al margen de la legislación estatal, algunas comunidades autónomas cuentan con normativa propia contra este tipo de espectáculos. Es el caso del País Vasco, donde la ley de Espectáculos y Actividades Recreativas de 2015 prohíbe la celebración de festejos taurinos que “inciten o fomenten la violencia, el racismo, la xenofobia, el sexismo y cualquier otra forma de discriminación o atenten contra la dignidad humana”. El Departamento vasco de Seguridad asegura que no se pueden celebrar espectáculos que “denigren a personas” y en los últimos años no se han celebrado funciones con personas con acondroplasia, ni se han denegado autorizaciones porque “no se ha recibido ninguna solicitud”.

El caso contrario sería el de Andalucía, donde el decreto 68/2006 por el que se aprueba el Reglamento Taurino de Andalucía recoge la modalidad de toreo cómico. No obstante, en el verano de 2021 se desató la polémica en la comunidad, y en el seno del Gobierno de la Junta, gobernado entonces en coalición por PP y Cs, debido a una serie de cartas enviadas a algunos ayuntamientos por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación ―gobernada por Cs― en la que se instaba a los consistorios a que retiraran el apoyo a esos espectáculos porque vulneraban varios preceptos de la Ley de los Derechos de Atención a las Personas con Discapacidad de Andalucía de 2017. Algún ayuntamiento decidió suspender esos festejos, y otros, los mantuvieron.

A raíz de las cartas de Igualdad, Vox pidió a la Junta que dejara sin efecto esa consejería, mientras que el Comité de Representantes de Personas con Discapacidad solicitó que suspendiera la celebración de este tipo de espectáculos. La polémica también salpicó al PP, ya que las políticas sobre tauromaquia son competencia de Presidencia, cartera que entonces dirigía el actual número tres del PP nacional, Elías Bendodo, desde cuyo departamento siempre se recordó que la legislación de 1991 y los reglamentos taurinos nacional y andaluz protegen este tipo de espectáculo. Durante el verano pasado, este tipo de eventos cómico taurinos se siguieron celebrando en Andalucía.

Otras comunidades, como Extremadura, han suspendido este tipo de eventos, como ocurrió en un pueblo en Badajoz, donde se había programado uno para comienzos de junio que no llegó a celebrarse porque la Junta retiró el permiso. Es también llamativo el caso de Gijón, donde el verano pasado se cancelaron las corridas programadas para su feria por los nombres de dos de los toros, “Feminista” y “Nigeriano”. Este verano volverá a haber toros, pero no hay programado ningún evento con personas con enanismo.

Con información de Eva Pérez, Eva Sáiz y Mikel Ormazábal.