La policía desmantela varios almacenes de drogas sintéticas en el norte de España
La Operación Butterfly culmina con el arresto de 13 personas. Uno de los laboratorios tenía capacidad para fabricar 100 kilos de ‘speed’ al mes
La Policía Nacional y la Police Nationale francesa han culminado una operación para desmantelar varios almacenes de drogas de síntesis del norte de España. En el operativo han sido detenidas 13 personas que los investigadores sitúan en “una de las mayores organizaciones criminales internacionales dedicadas al tráfico de drogas sintéticas”, según la nota policial enviada este miércoles. En los 11 registros en Barcelona, Burgos, Cantabria y Madrid los agentes han intervenido 150.000 pastillas de éxtasis, 135 kilogramos d...
La Policía Nacional y la Police Nationale francesa han culminado una operación para desmantelar varios almacenes de drogas de síntesis del norte de España. En el operativo han sido detenidas 13 personas que los investigadores sitúan en “una de las mayores organizaciones criminales internacionales dedicadas al tráfico de drogas sintéticas”, según la nota policial enviada este miércoles. En los 11 registros en Barcelona, Burgos, Cantabria y Madrid los agentes han intervenido 150.000 pastillas de éxtasis, 135 kilogramos de speed, 25 de ketamina, cuatro de cocaína rosa, 900 viales de anabolizantes y más de 10.000 litros de precursores. Entre los arrestados se encuentran el líder de la organización, el encargado de la transformación de los productos sintéticos y los distribuidores de la droga en toda la zona norte de España, el sur de Francia, Barcelona, Ibiza y Madrid. La Operación Butterfly (”mariposa”, en inglés) ha servido además los investigadores para desmantelar un laboratorio con capacidad para procesar 100 kilos de speed al mes y otro de producción y distribución de anabolizantes.
La zona norte de España ha sido tradicionalmente la preferida de los narcotraficantes de drogas sintéticas porque les brinda una posición estratégica para su posterior distribución, según los expertos de la lucha contra el narco de la Policía Nacional. En esta ocasión, la investigación se inició cuando los investigadores descubrieron la existencia de una nueva organización especializada en la distribución de drogas sintéticas por el norte de España y el sur de Francia. Las pesquisas, que se iniciaron en Madrid, llevaron a los agentes hasta Cantabria y Burgos, y luego a Barcelona, Ibiza y Madrid.
“El Jefe”
Al frente de la organización estaba un español conocido como el Jefe, que presuntamente “se encargaba de transportar la droga desde los Países Bajos” a España. Desde su domicilio en Barcelona, presuntamente, coordinaba todas las actividades necesarias para importar, transformar y distribuir el sulfato de anfetamina (speed), describe la nota policial enviada este miércoles. La red criminal disponía de un lugar de almacenamiento donde ocultaban la droga bajo la supervisión de otro responsable de la estructura que se encargaba de su ocultación.
Los investigadores descubrieron que, una vez recibida la droga en Barcelona, era trasladada hasta Alcalá de Henares (Madrid), donde se localizó un laboratorio regentado por un individuo apodado El Químico, presuntamente el responsable de la transformación de los productos sintéticos en sulfato de anfetamina (speed). La droga que elaboraba El Químico se distribuía por el norte del territorio nacional a través de tres grandes ramas de distribución. El Químico tenía un negocio paralelo en Barcelona, junto a su madre, quien, además de ayudar a distribuir parte del producto que producía su hijo, lo asistía en la fabricación y distribución de anabolizantes.
Una de las ramas de distribución de la droga, que realizaban en vehículos caleteados, es decir, con compartimentos ocultos para llevar la droga, se dirigía a Burgos, País Vasco y Cantabria, donde tenían ubicada la “guardería”, o almacén. “Una vez allí, era entregada a una tercera persona ajena al mundo delincuencial para no llamar la atención, moviendo la droga en bolsas de la compra con el fin de no llamar la atención”, detalla la nota policial.
Armas cortas y largas
En el caso de Cantabria, la red estaba presuntamente liderada por un varón apoyado por tres mujeres, dos de ellas familiares y encargadas de la distribución del estupefaciente que trasladaban desde Alcalá de Henares. En esta comunidad, se realizó un registro en el que se localizaron 30 bolsas envasadas al vacío, con un peso de un kilogramo cada una, que contenían sulfato de anfetamina junto a diversos útiles destinados a la distribución de la droga. Además, se intervinieron cinco armas cortas de diversos calibres, un arma larga, un inmovilizador electrónico, más de 200 cartuchos, cargadores y armas blancas.
En el registro efectuado en Barcelona, los agentes intervinieron 28 bolsas con un total de 150.000 pastillas de éxtasis, así como otras sustancias estupefacientes: 25 kilogramos de ketamina, cuatro de cocaína rosa y diversos útiles para envasar al vacío. También en Barcelonesa se registró el domicilio de la madre de El Químico, que presuntamente regentaba un laboratorio de anabolizantes, y los agentes hallaron una importante cantidad de sustancias dopantes, así como sustancias de corte tipo lidocaína, ácido bórico y cafeína, entre otras. Y, por último, en la vivienda del líder de la organización intervinieron dos inmovilizadores electrónicos, dos defensas extensibles, cartuchería de diversos calibres y un lanzador de munición de goma.
Un laboratorio para fabricar 100 kilos de ‘speed’ al mes
En el laboratorio de Alcalá de Henares los agentes se hicieron con nueve bolsas con un kilo de speed cada una y un bidón con aceite de speed de 25 litros. Durante el registro de la nave se localizaron 8.000 litros de productos químicos y bidones de hasta 1.000 litros de capacidad, que según los investigadores permitirían a la organización criminal fabricar 100 kilos de speed al mes. “Disponía de un reactor químico con el que podrían haberse producido hasta 72 kilos semanales”, señala la nota de la Policía. En los registros los investigadores intervinieron 12 vehículos, algunos de ellos con habitáculos ocultos, tipo “caleta” especialmente diseñados para el transporte de estupefacientes y dinero, y 39.750 euros en metálico.