Podemos anuncia que votará en contra de la toma en consideración de la reforma de la ‘ley del solo sí es sí’
Sánchez rebaja la tensión y dice que el compromiso feminista del Gobierno de coalición es total
Si nada se mueve de aquí al martes, los socios de gobierno votarán divididos en el Congreso la propuesta del PSOE para reformar la ley de libertad sexual, conocida como ley del solo sí es sí. El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha anunciado este viernes que su grupo rechazará la iniciativa presentada en solitario por los socialistas. “Si finalmente llega el momento de votar una vuelta...
Si nada se mueve de aquí al martes, los socios de gobierno votarán divididos en el Congreso la propuesta del PSOE para reformar la ley de libertad sexual, conocida como ley del solo sí es sí. El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha anunciado este viernes que su grupo rechazará la iniciativa presentada en solitario por los socialistas. “Si finalmente llega el momento de votar una vuelta al Código Penal de La Manada, nosotros votaremos en contra, pero no queremos que eso ocurra”, ha confirmado Echenique en declaraciones en el Congreso. Está previsto que el pleno de la Cámara baja debata el martes la toma en consideración de la proposición de ley registrada por el PSOE el 6 de febrero. El debate tendrá lugar en la víspera de la celebración del Día Internacional de la Mujer, una fecha muy simbólica para el movimiento feminista, y después de semanas de polémica entre los socios por las diferencias en torno a la reforma de la ley de igualdad tras las 721 rebajas de condenas y 74 excarcelaciones a agresores sexuales desde su entrada en vigor, según datos del Consejo General del Poder Judicial.
“Llevamos dos semanas haciendo propuestas y pidiéndole al PSOE que se siente a negociar. Pensamos que el PSOE debería apostar por un acuerdo con la mayoría feminista de la Cámara, con un acuerdo en el seno del Gobierno con el Ministerio de Igualdad y no apoyarse en el PP”, ha justificado el portavoz, para quien la iniciativa de los socialistas supone un retroceso sobre el consentimiento al crear dos subtipos para el delito de agresión sexual en función de si ha habido o no violencia o intimidación. “Nosotros no vamos a votar con el PP volver al Código Penal de La Manada”, ha reiterado en línea con las declaraciones de las dirigentes de su partido.
Desde Helsinki, en el final de su segunda minigira europea, Pedro Sánchez ha tratado de rebajar la tensión ante la posibilidad de esta votación dividida. “Estamos hablando de la toma en consideración”, ha minimizado el presidente del Gobierno. “Creo que hay un sentir mayoritario de que tenemos que tomar en consideración la reforma del Código Penal para corregir una buena ley que ha tenido efectos inesperados”. “En cualquier caso”, ha rematado Sánchez dando por hecho que la coalición seguirá adelante pese a esta discrepancia, “el compromiso feminista del Gobierno es total. La hoja de servicios es evidente: ley del aborto, ley del solo sí es sí, ley trans o todas las medidas en beneficio de las mujeres. La subida del salario mínimo, de las pensiones, la reforma laboral que ha apoyado a las mujeres. Este es un Gobierno feminista que comparte muchas más cosas de las que nos separan”. Sánchez tiene así un especial interés en que este asunto no derive en una crisis mayor de la coalición.
La ministra de Justicia, Pilar Llop, ha afirmado, en declaraciones recogidas por Efe: “Tenemos una extraordinaria oportunidad todos los partidos políticos de dar una respuesta óptima a las víctimas y una oportunidad, por lo tanto, para que las penas que se impongan en conductas tan graves como son los delitos contra la libertad sexual sean proporcionadas a la gravedad de los hechos”. La ministra, durante una comparecencia ante los medios en Palma, ha subrayado que han puesto “encima de la mesa una solución técnicamente viable”, en la que el principio del consentimiento como condición imprescindible para cualquier relación sexual “es intocable”. Por su parte, la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, ha hecho un “llamamiento al PSOE” este viernes para sentarse a negociar antes del 7 de marzo, informa Isabel Valdés.
Hasta este viernes, Podemos había rechazado posicionarse sobre el sentido del voto del martes, alegando que priorizaban la negociación con el socio de gobierno y que no contemplaban ese escenario, el de llegar al pleno sin haber consensuado una propuesta. Fuentes del espacio aseguran que la decisión, de hecho, no se ha debatido aún dentro del grupo parlamentario, algo que tenían previsto hacer el lunes, aunque aseguran que en ningún caso las formaciones que componen Unidas Podemos se plantean votar divididas, lo que daría una imagen de crisis aún mayor, no solo con el PSOE, sino también interna. La propia vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, aseguró el jueves en la Cadena SER que ella respetaría la decisión de UP. “Va a decidir el grupo cuál es la votación y hay que normalizar los distintos planteamientos [con el PSOE]”, explicaba. “Soy una persona democrática, doy los debates y luego soy bastante disciplinada”, confirmaba la titular de Trabajo, que también apelaba al pacto: “No hay ningún acuerdo imposible”.
Las conversaciones entre los socios comenzaron discretamente a final de año, tan solo unas semanas después de que se conocieran las primeras rebajas de penas a agresores. Sin embargo, Justicia (en manos del PSOE) e Igualdad (departamento que dirige la número dos de Podemos, Irene Montero) no llegaron a un acuerdo y el conflicto saltó a los medios el último fin de semana de enero. Desde entonces, los argumentos de unos y otros parecen no haberse movido. El PSOE está convencido de que hay que dar una respuesta inmediata a la crisis generada tras las reducciones de condenas. Podemos cree que la propuesta socialista, que en todo caso solo puede afectar a futuros delitos, desplaza el consentimiento, y defiende subir las penas en las agravantes, una opción que el partido mayoritario de la coalición no ve factible. Las posiciones siguen en el mismo punto desde hace semanas y el cruce de reproches entre unos y otros no ha facilitado una solución. A cuatro días de la primera votación sobre la iniciativa en el Congreso, el Gobierno se ve abocado a un debate complicado que volverá a poner en el centro la discrepancia entre los dos partidos.