Podemos y los aliados parlamentarios se niegan a precipitar el debate de la reforma de la ‘ley del sí es sí’
El Congreso abordará la propuesta de los socialistas en la víspera del 8-M
Podemos y los aliados parlamentarios del Gobierno se han negado este martes a precipitar ya para la semana que viene el debate de la reforma socialista sobre la ley de libertad sexual, conocida como ley del solo sí es sí, sin acuerdo entre los socios de la coalición. La Mesa del Congreso sí ha aprobado la tramitación urgente de la proposición de ley con la que los socialistas buscan frenar la rebaja de las condenas a agresores sexuales con el apoyo de PSOE, PP y Vox, y la abstención de Unidas Podemos. Una vez superado ese primer trámite, que permitirá en su momento acortar algunos plazo...
Podemos y los aliados parlamentarios del Gobierno se han negado este martes a precipitar ya para la semana que viene el debate de la reforma socialista sobre la ley de libertad sexual, conocida como ley del solo sí es sí, sin acuerdo entre los socios de la coalición. La Mesa del Congreso sí ha aprobado la tramitación urgente de la proposición de ley con la que los socialistas buscan frenar la rebaja de las condenas a agresores sexuales con el apoyo de PSOE, PP y Vox, y la abstención de Unidas Podemos. Una vez superado ese primer trámite, que permitirá en su momento acortar algunos plazos, la Junta de Portavoces ha estudiado la posibilidad de abordar la propuesta socialista en el pleno de la próxima semana, pero ERC y Bildu, aliados parlamentarios habituales del Gobierno, han rechazado la propuesta, que no ha salido adelante porque necesitaba de unanimidad para prosperar. Finalmente, la reforma legal que ha abierto esta nueva crisis en la coalición gubernamental se abordará en el Congreso el 7 de marzo, en la víspera del 8-M, el Día Internacional de la Mujer.
En la Mesa de la Cámara, que regula el funcionamiento y los calendarios formales del Congreso, no ha habido debates. Sus nueve componentes (tres del PSOE, tres de UP, dos del PP y uno de Vox) han aceptado (calificado, en lenguaje parlamentario) la proposición del PSOE sin más trabas. A continuación ha sido cuando UP se ha abstenido, más simbólicamente que otra cosa, sobre el punto para que se tramitase esa iniciativa por la vía de urgencia, lo que cuando el asunto se tome en consideración en pleno (el 7 de marzo), podría permitir recortar los plazos de enmiendas totales y parciales de 14 a 7 días y su paso por el Senado en menos de 20 jornadas. La urgencia se aceptó con el voto del PSOE, PP y Vox, pero las primeras estimaciones calculan ahora que la reforma legal pudiera superar todos los procedimientos en ambas Cámaras, publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y estar en vigor para finales de abril.
El PSOE, a continuación, llevó su intención de acelerar la discusión en el pleno del Congreso a la posterior Junta de Portavoces de este martes sobre la marcha, con el objetivo técnico de que se integrase en el orden del día ya previsto para la sesión de la semana que viene, el martes 21, y con la intencionalidad política de situar el foco de la presión social sobre sus socios de UP. Esa estratagema parlamentaria, posible pero inédita esta legislatura, requiere de la unanimidad de todos los grupos presentes en ese órgano. La estrategia no funcionó. El PSOE no tenía siquiera ni cupo de proposiciones de ley la semana que viene en las cuotas que se reparten por grupos para no colapsar las sesiones, que en ese caso le corresponderá a ERC y al grupo Plural.
Patxi López, portavoz parlamentario socialista, ha explicado a los periodistas que dos grupos [ERC y Bildu] se habían opuesto durante la Junta de Portavoces a llevar el debate del solo sí es sí al pleno de la próxima semana y que, finalmente, esa propuesta no ha salido adelante porque requería unanimidad. El resto de las formaciones no ha necesitado fijar su posición porque ya estaba claro que no había consenso y no se ha abierto un turno de palabra para añadir explicaciones. Más tarde, ya en rueda de prensa, el portavoz de UP, Pablo Echenique, sí ha querido aclarar que su formación también estaba en contra de esa urgencia y justificó esa posición en que pretenden “cuidar la unidad” de la coalición para “no volver a la situación dramática” de que llegue a ser respaldada esa iniciativa por el PP y Vox.
El portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, ya había avisado a los socialistas antes de entrar en la Junta y a través de una comparecencia ante la prensa de que el PSOE no podría contar con su formación para “tirar hacia adelante” con su modificación legal “sin la ministra de Igualdad”, cuyo Ministerio ha elaborado la polémica ley de libertad sexual. “Las prisas no son buenas consejeras”, había incidido también Oskar Matute, representante de EH Bildu, que reclamó la necesidad de contar con Unidas Podemos. La diputada de En Comù Podem Aina Vidal y el portavoz de UP, Pablo Echenique, han asegurado más tarde que su formación se ha abstenido en la votación del trámite de urgencia en la Mesa del Congreso para seguir negociando con el PSOE y poder llevar una posición común al pleno del Congreso.
Echenique sigue defendiendo que es necesaria ahora una reunión con el PSOE “en el seno del Gobierno” para “cuidar la unidad de la coalición” sobre el contenido de esa reforma “para proteger el consentimiento y no volver al escenario trágico del Código Penal de La Manada” y del PP, que es una de las críticas que más molesta a los socialistas. Y añadió que el Ministerio de Igualdad aún no ha querido presentar ni especificar públicamente las seis contrapropuestas que le ha entregado al PSOE para salvar esa unidad en el Ejecutivo. El dirigente de Podemos no quiso aventurar qué hará UP el 7-M cuando se tome en consideración esa propuesta del PSOE, pero avanzó: “Es relevante que ese debate en el pleno no se llegue a producir”.
El PP se decantó en la Mesa y en la Junta por las pretensiones del PSOE, pero para poder sustentar más tarde su crítica al “vodevil” de divisiones dentro de la coalición que vuelve a retrasar este debate. La portavoz popular, Cuca Gamarra, aprovechó además para reiterar que ya está calificada por la Mesa, y podría incluirse a debate en cualquier momento si la acepta el PSOE en la Junta, una propuesta popular registrada el 16 de diciembre que consideran “calcada” a la socialista. El PP denunció así cómo los socios del Ejecutivo disponen de mucha prisa cuando el planteamiento a cambiar las interesa o “les afecta a ellos” (en alusión a la polémica reforma del Código Penal que eliminó el delito de sedición y que ahora cuestiona el Tribunal Supremo), y lo paralizan si no les conviene.
La toma en consideración de la reforma legal impulsada en solitario por el PSOE se debatirá finalmente en la siguiente sesión plenaria ordinaria, el 7 de marzo, la tarde víspera del 8-M, Día Internacional de la Mujer, en una coincidencia temporal que varios grupos consideran especialmente inoportuna. El PSOE indicó este martes que renuncia a intentar forzar un pleno extraordinario sobre este asunto, que tampoco está claro si podría llegar a prosperar.
El portavoz socialista, Patxi López, relativizó el problema del futuro debate del 7 de marzo y hasta emplazó a UP a explicar por qué no refrenda ahora la urgencia de corregir los llamados fallos indeseados de la norma para mejorarla. López introdujo este martes un argumento de fondo sobre el contenido de la ley para meter más presión a su socio al señalar por qué el PSOE quiere retocarla: “Es una ley buena, queremos que la gente la quiera y ahora está generando rechazo y alarma social”. El PSOE insiste en que, pese al trastoque de sus planes en el calendario parlamentario de discusión y aprobación de la reforma, lo que le gustaría ahora es discutir sobre propuestas concretas. Y requirió a UP y los otros aliados parlamentarios que les respaldan a que registren sus enmiendas para discutirlas y compararlas con la proposición del PSOE, la única registrada.
En este contexto, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, instó a rebajar la tensión entre los socios de Gobierno al tiempo que marcaba distancias con las críticas de Podemos a los socialistas, como las que les dedicó Ione Belarra, secretaria general de esta formación y ministra de Derechos Sociales, en un mitin el fin de semana en el que afirmó que el PSOE “es una fuerza conservadora” y “siempre le entra miedo”. “Las formas en política, igual que en el derecho, son claves. A veces son más importantes que el fondo. Esto no quiere decir que no seamos espacios diferentes y que no tengamos posiciones diferentes, pero me van a encontrar siempre con estas formas cuidando la coalición”, afirmó la ministra de Trabajo en la comparecencia posterior al Consejo de Ministros. “Soy una ministra que está en el área económica del Gobierno, he llevado adelante debates intensos y nadie se ha enterado de los mismos”, recalcó mientras insistía en la búsqueda de un acuerdo con el PSOE “sin ruido” y con “discreción, calma y serenidad”, informa José Marcos. “Dejemos trabajar a los grupos parlamentarios, que tienen oficio y que tienen experiencia. Estamos en un momento de cierta sensibilidad. No me van a distraer de cuidar la coalición. No me van a encontrar jamás entorpeciendo algunas labores”, concluyó.