La policía cree que una discusión por un vídeo sexual acabó en el asesinato de un menor en Ceuta

Mohamed Ali, de 17 años, fue presuntamente golpeado hasta la muerte por tres amigos que temían que difundiese las grabaciones. Los restos hallados en un barranco aún se están analizando

El menor desaparecido hace un año en Ceuta, Mohamed Ali.

Asma, la madre de Mohamed Ali Lamsseyeh, desaparecido hace un año en Ceuta a los 17 años, nunca creyó que su hijo se hubiese ido voluntariamente a la Península ni a Francia, como se rumoreaba en su entorno. La mujer se ha pasado los últimos 12 meses colaborando con los agentes de homicidios y desaparecidos de la Policía Nacional de la ciudad autónoma. Ahora, por fin, los investigadores creen haber esclarecido el crimen: el pasado 30 de enero...

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Asma, la madre de Mohamed Ali Lamsseyeh, desaparecido hace un año en Ceuta a los 17 años, nunca creyó que su hijo se hubiese ido voluntariamente a la Península ni a Francia, como se rumoreaba en su entorno. La mujer se ha pasado los últimos 12 meses colaborando con los agentes de homicidios y desaparecidos de la Policía Nacional de la ciudad autónoma. Ahora, por fin, los investigadores creen haber esclarecido el crimen: el pasado 30 de enero le ponían las esposas a tres amigos del joven Mohamed Ali: un varón de 30 años; su novia, de 18, y un chico de 17, presunto autor material. La principal hipótesis es que lo mataron porque él tenía en su poder un vídeo sexual que comprometía a uno de los ahora arrestados.

El 13 de enero de 2022, Mohamed no fue a recoger a su madre al trabajo como había quedado. Tampoco respondía a las llamadas a su móvil ni le habían visto por su vecindario, en el barrio del El Gallo. Pasaron los días y comenzaron las búsquedas y las batidas, en las que participaron familiares y amigos; también los ahora detenidos. Ni rastro. No fue hasta meses más tarde cuando la policía volvió a tener presuntas noticias de Mohamed: “Le ubicaban en Málaga, donde se posicionó su teléfono móvil”, cuentan fuentes de la investigación. Sin embargo, con el tiempo y las sucesivas pesquisas, descubrieron que aquellas eran pistas falsas: “Curiosamente, descubrimos que, al mismo tiempo que el teléfono de Mohamed ubicaba a este en Málaga, también los de algunos de sus amigos aparecían posicionados en el mismo lugar”.

Comenzó así una sigilosa investigación de esas amistades, las últimas con las que estuvo el día que desapareció y cuyos posicionamientos les ubicaban también en el barranco donde el pasado 2 de febrero fueron hallados unos restos humanos. Esos restos están siendo analizados ahora para confirmar si corresponden a Mohamed Ali. Al mismo tiempo, los “amigos” hacían crecer los rumores acerca de su paradero: “Llegando a decir que practicaba la prostitución en la Península, y hasta en Francia”, señalan fuentes de la investigación.

La Policía Nacional inspecciona con los tres detenidos por el crimen de Mohamed Alí el lugar donde supuestamente le mataron hace un año. Joaquín Sánchez

Investigación

Los agentes responsables del caso creen que “le mataron a palos”. ¿El motivo? “Tenía unas grabaciones comprometidas, unos vídeos de carácter sexual del menor de los investigados, que temía que pudiese difundir y, sobre todo, que pudieran llegar a ser vistos por su padre, un hombre que se encuentra desde hace años en busca y captura por pertenencia a organización criminal”, explican las mismas fuentes.

La hipótesis de los investigadores es que fue el menor de los detenidos quien mató a Mohamed, y que “los otros dos le ayudaron”. Después se deshicieron del cuerpo entre todos, en el barranco donde ahora han sido hallados los restos. Tras derrumbarse en los interrogatorios policiales, los dos arrestados mayores de edad confirmaron que se había producido una discusión y que habían tirado a Mohamed por el barranco. Acompañados de sus abogados, condujeron a los agentes “hasta el lugar exacto donde le arrojaron, aunque hubo que bajar con una cuerda hasta 25 metros para localizarlo”, apuntan fuentes de la investigación. Supuestamente, “llevaron hasta allí a Mohamed Ali en un vehículo, discutieron porque le pidieron que les diera los vídeos, Mohamed no se los dio y acabaron matándolo”, resumen fuentes del caso.

Los tres detenidos por el crimen, acusados de un delito de desaparición y otro de homicidio, pasaron el 1 de febrero a disposición judicial, dos de ellos ante la Fiscalía de Menores y uno ante el juzgado de guardia. Posteriormente, el juez decretó prisión para los tres.

En cuestión de tres semanas los agentes de la UDEV (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta) de Ceuta han esclarecido dos muertes violentas de dos menores. El pasado 18 de enero detenían a Cristian B.P., de 34 años, investigado por asesinato y posible agresión sexual contra el pequeño Mohamed Abdeselam de 8 años.

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