La ejecutiva de Ciudadanos ejercerá más control sobre el grupo parlamentario y Arrimadas gana presencia frente a Bal
La expresidenta sustituye al portavoz en las ruedas de prensa de los martes y el diputado Guillermo Díaz coordinará la acción política en el Congreso. Fuentes del grupo en la Cámara baja critican la decisión: “Es indignante”
La primera semana de trabajo de la nueva ejecutiva de Ciudadanos tenía por delante adoptar una de las decisiones más complicadas: ¿debe seguir Edmundo Bal como portavoz parlamentario? La intención era abordar este asunto en la primera reunión de la cúpula del lunes pasado, pero el apaciguamiento de la guerra interna, gracias a las negociaciones durante la asamblea general, hizo que el debate sobre su c...
La primera semana de trabajo de la nueva ejecutiva de Ciudadanos tenía por delante adoptar una de las decisiones más complicadas: ¿debe seguir Edmundo Bal como portavoz parlamentario? La intención era abordar este asunto en la primera reunión de la cúpula del lunes pasado, pero el apaciguamiento de la guerra interna, gracias a las negociaciones durante la asamblea general, hizo que el debate sobre su continuidad en el cargo se aplazara a la cita de este lunes. Finalmente, la dirección mantiene a Bal “de momento” como portavoz adjunto, pero tendrá menos presencia mediática. La expresidenta y portavoz parlamentaria, Inés Arrimadas, comparecerá de ahora en adelante en las ruedas de prensa de los martes en sustitución de Bal, que durante los tres últimos años ha respondido regularmente ante los medios en la Cámara baja. Además, el diputado Guillermo Díaz ostentará un nuevo cargo —el de coordinador parlamentario—, para que los diputados actúen conforme a la línea marcada por la dirección, de la que también forma parte. “Es indignante”, responden fuentes del grupo parlamentario.
La guerra protagonizada por Bal y Arrimadas durante los últimos meses, a cuenta del liderazgo y de la identidad ideológica del partido, culminó en el proceso de primarias celebradas hace 10 días. Pero las acusaciones vertidas por Bal durante la campaña hacia la candidatura de Patricia Guasp y Adrián Vázquez —que se impusieron por el 53,25% de los votos, frente al 39,34% de los cosechados por el diputado—, provocaron el enfado de los nuevos líderes de Ciudadanos. También la posterior reacción del portavoz al anuncio de los resultados, al considerar Bal que una “gran mayoría” pedía un cambio, por lo que las demandas de su lista “debían ser escuchadas” por la nueva dirección. Una ejecutiva tutelada, a su juicio, por Arrimadas, que apoyó y cerraba la lista vencedora en el último puesto. En un primer momento, la cúpula se planteó retirarle el cargo de portavoz en el Congreso como respuesta a estos ataques, y para evitar mensajes contradictorios entre los lanzados por Guasp como nueva portavoz política y los emitidos por Bal en calidad de portavoz.
El grupo se revuelve
También durante la campaña la mayoría de los diputados se posicionó a favor de Bal, salvo Guillermo Díaz —afín a Arrimadas y miembro de la candidatura vencedora—, por lo que la orden de cesarle como portavoz parlamentario podría haber desembocado en una sublevación. Por eso, el nuevo secretario general de Ciudadanos, Adrián Vázquez, se ha reunido con todos los diputados estos días para tomar el pulso al grupo y calmar las tensiones. “Hay una gran predisposición de todos los compañeros a seguir siendo el mejor grupo de los diputados y que es la verdadera oposición a Sánchez”, ha subrayado Vázquez en conferencia de prensa. Fuentes de la dirección sostienen que ha habido “consenso” y unidad para “remar todos juntos”.
Sin embargo, la decisión de la ejecutiva no solo no ha acabado con las discrepancias, sino que ha avivado la batalla. “Nos tratan como un grupo rebelde. Guillermo Díaz es el enlace del grupo cuando esa figura no existe en los estatutos”, censuran fuentes del grupo. “Hay malestar. Además nos hemos enterado por la prensa de los cambios”, sentencian otras. Normalmente, Bal comparecía ante los medios, ya que Arrimadas estaba también centrada en sus funciones como presidenta. La dirección justifica este cambio bajo el razonamiento de que la portavoz está ahora liberada de esas competencias. Además, para tener un mayor control sobre el grupo, introducen a Díaz como enlace de la ejecutiva para que la posición sea acorde a la de la nueva cúpula. “Será una persona en la que recaerá muchísima de la responsabilidad futura en el Congreso, y traslade las decisiones de ida y de vuelta”, ha añadido Vázquez, quien a su vez estará en las reuniones que los diputados mantienen en la Cámara baja los jueves.
La primera cita clave tras este cambio será la de este martes durante la celebración del pleno extraordinario en el Congreso. La dirección ha anunciado que Ciudadanos se abstendrá en la votación del nuevo paquete anticrisis por la guerra de Ucrania aprobado por el Gobierno a final de año y en vigor desde el 1 de enero. “Las medidas son parches. Algunas las propusimos hace un año, pero no son suficientes”, ha afirmado Guasp en rueda de prensa al anunciar su posición. “Ellos deciden nuestro voto sin consultarnos”, replican las primeras fuentes parlamentarias. “Habríamos votado que sí, faltan más medidas, pero hay muchas cosas nuevas que nosotros hemos apoyado previamente. Y, al menos, tendría que haber habido un debate en el grupo, no algo impuesto”, apostillan otras. Unas críticas que ponen de manifiesto que la pugna entre la dirección y gran parte del grupo parlamentario sigue sin resolverse.
Quién es quién en la nueva ejecutiva
Comité permanente
Al igual que respecto al debate sobre Bal, Ciudadanos tomará ahora sus decisiones con una dirección más nutrida que en la etapa de Arrimadas. Hay tres ejecutivas. El núcleo duro de la toma de decisiones —el comité permanente—, que incorpora a un mayor número de personas. En concreto, 15 dirigentes de CS, entre los que se incluye a los líderes del partido, Patricia Guasp y Adrián Vázquez, portavoz política y secretario general, respectivamente. Completan el grupo el concejal madrileño, Mariano Fuentes, y el diputado navarro, Carlos Pérez-Nievas —vicesecretario general y coordinador nacional—. Y otros dirigentes como Nacho Martín Blanco, portavoz de Ciudadanos en el Parlamento catalán, y el diputado Guillermo Díaz.
Comité ejecutivo
En un estrato inferior se sitúa el comité ejecutivo, integrado por los 15 dirigentes del comité permanente más otros 15 vocales. Entre los que se encuentran la vicealcadesa de Madrid, Begoña Villacís, y la expresidenta de CS y portavoz en el Congreso, Inés Arrimadas. Además de otros dirigentes como el coordinador autonómico en Cataluña, Carlos Carrizosa, y el vicepresidente del cabildo de Tenerife, Enrique Arriaga.
Comité nacional
Y un último nivel —el del comité nacional—, formado por el comité ejecutivo más la veintena de coordinadores autonómicos (que con los nuevos estatutos pasan a llamarse presidentes autonómicos). Una cúpula mucho más amplia que la anterior y con mayor representación territorial, con la idea de acabar con los cesarismos y tomar decisiones de manera más transversal y asamblearia. Las primarias para elegir a los nuevos presidentes autonómicos de las 12 comunidades que celebran elecciones en mayo están previstas para el mes de febrero. Y las listas de los candidatos a las elecciones municipales y autonómicas estarán listas para marzo.
Consejo general
Además de la ejecutiva, Ciudadanos tiene un consejo general, el máximo órgano entre asambleas, compuesto por otros 125 miembros. En otras ocasiones, la cúpula solía trasladar su poder a este órgano con consejeros de su cuerda, pero no ha sido así esta vez. Las partes han acordado que la representación sea de 60 a favor de Guasp, 40 próximos a Bal y otros 25 que se votaron directamente en la asamblea general el pasado 15 de enero.