Feijóo avisa de que llegará “hasta donde haga falta” en su ofensiva contra el Gobierno “para hacer cumplir la Constitución”
Los barones del PP reunidos en la ejecutiva se entregan a la línea más dura y sostienen que España camina “hacia una república bolivariana”
El PP no va a detener la ofensiva que ha emprendido en el Tribunal Constitucional contra las reformas del Gobierno. En su discurso ante la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano entre congresos del PP, el presidente popular, Alberto Núñez Feijóo, ha avisado de que el partido llegará “hasta donde haga falta”, no solo con recursos ante el tribunal de garantías —y eventualmente ante otros tribunales— sino también ante Europa, “para hacer cumplir la Constituc...
El PP no va a detener la ofensiva que ha emprendido en el Tribunal Constitucional contra las reformas del Gobierno. En su discurso ante la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano entre congresos del PP, el presidente popular, Alberto Núñez Feijóo, ha avisado de que el partido llegará “hasta donde haga falta”, no solo con recursos ante el tribunal de garantías —y eventualmente ante otros tribunales— sino también ante Europa, “para hacer cumplir la Constitución”. Con el PP entregado a la línea más dura de confrontación con el Ejecutivo de Pedro Sánchez, el líder popular se ha movido en su discurso en un difícil equilibrio, alimentando esa dureza mientras, a la vez, trataba de evitar la retórica más exaltada. Con todo, Feijóo ha acusado a Sánchez de “poner en juego los pilares de la democracia española” y se ha inspirado en Isabel Díaz Ayuso y su lema de “socialismo o libertad” de las pasadas elecciones autonómicas madrileñas para proclamar, en la misma línea, que la disyuntiva ahora es “este Gobierno o España”. A la misma hora que se celebraba la ejecutiva del PP, los magistrados del Constitucional permanecían reunidos para decidir si admiten el recurso del PP y suspenden cautelarmente, de manera inédita, la votación en el Senado de una reforma legal que afecta al propio tribunal de garantías.
No tenía fácil Feijóo contenerse ante las hipérboles que han lanzado los barones populares a su llegada a la Junta Directiva Nacional. El órgano se ha reunido con importantes ausencias: las de los presidentes de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla; Madrid, Isabel Díaz Ayuso; y Murcia, Fernando López Miras, que se han excusado por cuestiones de agenda. Pero el resto no se ha andado con medias tintas. El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha defendido que “el Gobierno está dando pasos hacia una república bolivariana” y ha cuestionado que España sea una democracia plena. “Que [Sánchez] vuelva al consenso para que España sea lo que ha sido desde la Transición: una democracia plena”, ha pedido al jefe del Ejecutivo.
Otros, como el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, han proclamado que el presidente del Gobierno “perpetró el inicio de un proceso constituyente” el jueves, cuando se aprobó en el Congreso la reforma del delito de sedición y malversación para beneficiar a los encausados del procés independentista catalán. El eurodiputado José Manuel García-Margallo ha hablado de la “deriva totalitaria” de Sánchez.
Con ese estado de ánimo en el PP, Feijóo se ha dirigido a los suyos en un discurso de 20 minutos en el que ha descrito el momento político como de riesgo para la democracia española. Todo acabará, les ha prometido, cuando su partido gane las generales de dentro de un año. “Esto es una pesadilla política que va a terminar cuando se celebren las próximas elecciones generales”, ha confiado entre aplausos.
El relato de Feijóo sobre la crisis institucional obvia la responsabilidad del PP en el bloqueo de la renovación de los órganos judiciales, y en su lugar acusa al presidente socialista de poner “en juego los cimientos de la democracia española y la separación de poderes”. Esto es así, según Feijóo, porque Sánchez ha decidido “cambiar las normas penales por el mandato y la conveniencia de condenados por sentencia firme”, “desarmar jurídicamente al Estado”, utilizar “mecanismos de excepción para hacer y cambiar las leyes” e “intentar coaccionar a la alternativa de Gobierno para que no ejerza sus derechos”.
Ante este sombrío panorama que describe el líder de la oposición, el PP no se va a dejar “amedrentar” por el Ejecutivo y proseguirá su ofensiva contra las reformas del Gobierno en los tribunales y ante las instituciones europeas. “Defenderé los pilares de la democracia en el Constitucional. Volveremos a denunciar en Europa. Llegaremos hasta donde haga falta para cumplir con nuestro deber de cumplir y hacer cumplir la Constitución”, ha rematado el jefe de los conservadores, pese a que el PP no cumple el mandato constitucional de renovar junto al PSOE el Poder Judicial.
No obstante, y a pesar de dar la máxima gravedad al momento político, Feijóo ha querido desmarcarse de las retóricas más exaltadas de la derecha. Ha defendido que España no está afrontando un golpe de Estado y ha remarcado que Pedro Sánchez es un presidente legítimo. “Sánchez es legítimamente presidente, sí. Pero lo que no es legítimo es lo que está haciendo, ni ético ni mínimamente razonable”, se ha quejado. “Yo no voy a hablar de golpes. Para mí la historia es muy seria. Pero sí le voy a decir al presidente que ha perdido todo interés en cuidar la democracia española”, ha expresado Feijóo, antes de decir que su partido hizo frente “desde el Gobierno” al golpe de Estado del 23-F, a pesar de que era la UCD de Adolfo Suárez la que gobernaba y la Alianza Popular de Manuel Fraga estaba en la oposición.
Feijóo ha querido presentarse como un político moderado —“por mucho que me provoquen no me voy a mover del marco de la moderación”, ha defendido—, aunque ha avalado que el PP pida al Constitucional detener una votación en las Cortes generales, a pesar del choque sin precedentes que supone entre instituciones del Estado. En paralelo, los principales dirigentes de su dirección se entregan a las proclamas exaltadas. Solo un día antes, el domingo, el coordinador general de los populares, Elías Bendodo, había dicho en nombre del PP que es necesario detener los “delirios dictatoriales” de Sánchez. La estrategia de Feijóo es dejar que el resto incendie el discurso para aparecer, en contraste, como más centrado. Con distintas melodías, el PP está unido en torno a la confrontación total con el Gobierno progresista. En la Junta Directiva Nacional, nadie ha pedido la palabra tras el discurso de Feijóo.
Al dirigente popular le ha respondido Pilar Alegría, portavoz de la dirección federal del PSOE: “Le pedimos al PP responsabilidad, respeto y sentido de Estado, porque su carencia más absoluta de ambas nos ha llevado a una crisis sin precedentes”, ha dicho Alegría, informa José Marcos. Y ha añadido: “No reconoce la legitimidad del Gobierno, no respeta la división de poderes ni la soberanía popular. La presión y deslegitimación a la que el PP está sometiendo a los poderes del Estado es muy grave. El camino que han iniciado es muy peligroso, es una travesía que ni en el PP saben cómo va a concluir”. Según la portavoz del PSOE, el origen de toda esta situación es “la no aceptación de la victoria del PSOE y de la derrota del PP en 2019″. “La única anomalía que padece nuestra democracia es que sufrimos una derecha que se torna en antisistema cuando no gobierna. Les vale todo, ahora también secuestrar el Congreso y el Senado, que es lo mismo que secuestrar la voluntad de los ciudadanos”, ha añadido la ministra de Educación.
Alegría ha evitado aventurar qué pasos daría el PSOE si el Tribunal Constitucional acepta las medidas cautelares que reclama el PP y suspende la votación del jueves en el Senado: “Como demócrata no puedo ni quiero imaginarme ese escenario. Espero que el Constitucional tome una decisión ajustada a Derecho y fundamentada en los pilares de la democracia”, ha afirmado.