El Gobierno vota dividido en el Congreso sobre la OTAN y la política militar

La derecha ataca al Ejecutivo después de que Podemos anunciase su abstención en la votación sobre la adhesión de Suecia y Finlandia a la Alianza. Los diputados de IU, a excepción del ministro Garzón, se pronuncian en contra junto a otras dos diputadas del partido de Belarra

Madrid -
Los diputados de Unidas Podemos Rafa Mayoral, Gerardo Pisarello y José Luis Bueno, este jueves en el Congreso.Alberto Ortega (Europa Press)

El PSOE y Unidas Podemos, socios en el Gobierno de coalición, han vuelto a evidenciar este jueves en el Congreso la fractura que genera en el Ejecutivo un asunto tan delicado como la política militar. En el debate sobre la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN, celebrado a primera hora en un hemiciclo semivacío, Unidas Podemos ha defendido que la ampliación de la Alianza Atlántica no iba a contar con el respaldo de su grupo. La enésima d...

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El PSOE y Unidas Podemos, socios en el Gobierno de coalición, han vuelto a evidenciar este jueves en el Congreso la fractura que genera en el Ejecutivo un asunto tan delicado como la política militar. En el debate sobre la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN, celebrado a primera hora en un hemiciclo semivacío, Unidas Podemos ha defendido que la ampliación de la Alianza Atlántica no iba a contar con el respaldo de su grupo. La enésima discrepancia en materia de Defensa ha servido a los partidos de la derecha para cargar contra el Ejecutivo, con un PP que ha afeado que sus desencuentros sean “a costa de la fiabilidad de España”. El voto tampoco ha generado consenso dentro de UP, con más caos del esperado. Mientras el partido que dirige Ione Belarra y las plataformas territoriales En Comú Podem y Galicia en Común habían anunciado la abstención, cinco diputados de Izquierda Unida (todos menos el ministro de Consumo, Alberto Garzón, que también se ha abstenido) han votado contra la entrada de ambos países en la organización. Fuentes parlamentarias enmarcaban horas antes esta decisión en la “normalidad y el entendimiento” entre las distintas formaciones del grupo. Finalmente, también otras dos diputadas de Podemos —la vicepresidenta del Congreso Gloria Elizo, un verso suelto dentro del partido, y Rosa Medel— han rechazado junto a la CUP, el BNG y una parlamentaria del Mixto (Meri Pita) la ampliación. Los protocolos de adhesión han salido adelante con el apoyo de 290 diputados, frente al rechazo de 11 y la abstención de 47.

En un contexto de relaciones inestables entre los partidos que integran Unidas Podemos, ninguna de las partes otorga mayor relevancia a la división del voto. Según había explicado Podemos en los últimos días, en su caso han buscado conjugar una postura históricamente contraria a la OTAN con el “respeto a la decisión soberana” de Suecia y Finlandia, que resolvieron integrarse en la Alianza meses después de la invasión rusa de Ucrania el pasado febrero.

Desde la tribuna, Gerardo Pisarello, primer secretario de la Mesa del Congreso y diputado de En Comú Podem, ha acusado a la UE de estar haciendo “poco o nada” para parar el conflicto y al propio Josep Borrell, jefe de la diplomacia comunitaria, de “minusvalorar” la inflación derivada de la guerra. “Si hoy Europa no asume que Ucrania no se rendirá y que Rusia no aceptará ser derrotada sin reaccionar y que, por lo tanto, hay que buscar sí o sí una salida negociada, es por una razón: han capitulado ante las prioridades geopolíticas de EE UU”, ha criticado Pisarello. “La prioridad de la OTAN, del propio Pentágono, es no permitir que Europa tenga una política de seguridad autónoma orientada a la consecución de la paz. Que parlamentos como los de Suecia y Finlandia tomen la decisión que consideren adecuada, pero no será en nuestro nombre”, ha concluido.

“Suecia y Finlandia buscan protegerse, no atacar. Disuadir, no combatir. Buscan libertad y paz, no amenazas y conflictos. Y con el respaldo mayoritario de sus pueblos, a los que tenemos la obligación de escuchar y el deber moral de atender”, ha defendido en su intervención el portavoz socialista, Sergio Gutiérrez.

Antes de su turno, la derecha ha dirigido sus dardos a las diferencias en la coalición de Gobierno. “Estas manifestaciones tienen sus consecuencias en política exterior”, ha alertado el diputado de Vox Alberto Asarta. “Sería bueno que al menos en políticas de Estado se pongan de acuerdo, pues de otro modo seguirán haciendo el ridículo”, ha añadido. Para el popular Pablo Hispán, la desunión de los partidos del Ejecutivo muestra que “[Pedro] Sánchez solo es presidente de una parte del Gobierno”. “El problema es que es a costa de la credibilidad y fiabilidad de España”, ha señalado antes de tachar la situación en el seno del Consejo de Ministros de “dramática” en un discurso donde también ha habido espacio para reprochar al PSOE la condena de los ERE que afecta a dos expresidentes del PSOE y, en su opinión, lastra la imagen exterior del país. “Con la que ustedes tienen con la caja b, con los sobresueldos, con las sedes financiadas ilegalmente, con los discos duros de Bárcenas... manda cuajo que utilicen este debate tan serio para hablar de los ERE”, le ha respondido Gutiérrez.

La política militar, en manos del PSOE, ha sido siempre uno de los principales puntos de fricción entre los socios de Gobierno. Pero la guerra de Ucrania ha provocado que esas diferencias hayan pasado a un primer plano en los últimos seis meses. Podemos, a diferencia de la vicepresidenta Yolanda Díaz y de los ministros Alberto Garzón, máximo responsable de IU, y Joan Subirats, miembro de los comunes, no apoyó el envío de armas al Gobierno de Volodímir Zelenski anunciado en marzo. Mientras el presidente Pedro Sánchez se comprometió en junio (en el marco de la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid) a incrementar el presupuesto en Defensa hasta el 2% del PIB, Unidas Podemos rechaza que se incluya una subida en las cuentas del próximo ejercicio, un debate ahora sobre la mesa. Además, tras el acuerdo alcanzado entre Sánchez y el presidente estadounidense, Joe Biden, para aumentar de cuatro a seis los destructores en la base naval de Rota (Cádiz), el grupo parlamentario de Unidas Podemos acordó que votará en contra de ese pacto cuando llegue al Congreso. También en julio, el Consejo de Ministros aprobó un crédito extraordinario para el Ministerio de Defensa de hasta 1.000 millones de euros que UP rechazaba y acabó provocando una nueva crisis en el Ejecutivo. Este jueves, el portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López, quiso minimizar el desencuentro. “Somos dos partidos diferentes y en algunas cosas tenemos posiciones distintas, si no seríamos el mismo partido. Esto es lo normal en los gobiernos de coalición”, esgrimió en los pasillos de la Cámara baja.

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