Sánchez y Aragonès se reunirán “en las próximas semanas” para reafirmar la voluntad de diálogo
Bolaños y Vilagrà abren paso a una negociación del método de trabajo para reanudar la mesa de diálogo
Con recelos y dificultades, pero se retoma el diálogo entre el Gobierno y la Generalitat después de semanas de enorme tensión. La reunión de ese miércoles entre el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y de la consejera catalana de la Presidencia, Laura Vilagrà, ha terminado con un anuncio: sus jefes, los presidentes Pedro Sánchez y Pere Aragonès se reunirán “en las próximas semanas” para finalmente abordar la crisis de confianza desatada por el ‘caso Pegasus’ y amplif...
Con recelos y dificultades, pero se retoma el diálogo entre el Gobierno y la Generalitat después de semanas de enorme tensión. La reunión de ese miércoles entre el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y de la consejera catalana de la Presidencia, Laura Vilagrà, ha terminado con un anuncio: sus jefes, los presidentes Pedro Sánchez y Pere Aragonès se reunirán “en las próximas semanas” para finalmente abordar la crisis de confianza desatada por el ‘caso Pegasus’ y amplificada por incumplimientos en las inversiones en Cataluña. Se trata de una cita que lleva meses en el tintero y a la que ambos se emplazaron el pasado mes de mayo, en las jornadas del Círculo de Economía en Barcelona.
En La Moncloa están deseando que se produzca el encuentro para restaurar la confianza y lograr que ERC vuelva a la mayoría de la investidura, de la que se ha salido en varias votaciones decisivas últimamente, poniendo en apuros al Ejecutivo, que sin embargo, con otras alternativas, siempre logra no perder una sola vez en el Congreso. Desde el entorno del president aseguran que esta vez sí será en serio. De la mera voluntad de encontrarse expresada en la capital catalana, explican, se ha pasado a que ambos equipos abran sus agendas para buscarle un hueco a un encuentro que, dicen, irá mucho más allá que una foto.
Bolaños y Vilagrà comparecieron por separado, el ministro en La Moncloa y la consellera en la sede del Centro Cultural Blanquerna en Madrid, y dieron versiones muy diferentes del encuentro, hasta el punto de que ante la pregunta de un periodista sobre si habían ido a citas diferentes, el hombre fuerte del Ejecutivo bromeó: “era la misma reunión, sí”. Bolaños puso el foco en la parte positiva del encuentro, aunque admitió “discrepancias” sobre el caso Pegasus porque la Generalitat no se conforma con la destitución de la responsable del CNI y la promesa de cambiar la ley o la investigación del Defensor del Pueblo. El ministro explicó que lo importante es que ha acordado trabajar en la metodología de la mesa de diálogo para recuperar cuanto antes las reuniones, interrumpidas desde la pandemia. “Uno de los frutos de la reunión es la necesidad de un acuerdo marco para seguir avanzando en el dialogo, es importante la metodología de trabajo. Piensen en cual era la situación en 2017. Esa tensión insoportable no debe repetirse nunca más”, insistió Bolaños para poner el foco en la posibilidad de acuerdo, aunque no hubo nada concreto más allá de la voluntad de volver a reunirse y de que lo hagan los presidentes.
Vilagrà dijo que este encuentro será “antes de que nos vayamos de vacaciones”. Fuentes cercanas a Aragonès creen que no será posible que este encuentro sea antes de que termine junio y ven factible que sea en julio. La consejera ha explicado que esa reunión sellará el establecimiento de “unas garantías y condiciones nuevas que establezcan las confianzas” entre las partes. “Sin confianza no hay negociación”, ha añadido. Está previsto que Sánchez y Aragonès coincidan el próximo lunes en un evento en Barcelona, pero se descarta utilizar esa ocasión para el encuentro formal.
Mientras Bolaños ponía el foco en el acercamiento y lanzaba ideas que pudieran agradar a sus aliados -”necesitamos más política, buena política, no queremos judicializar la política, tenemos planteamientos políticos muy distantes, pero en democracia todas las ideas son respetables”, señaló- la consejera hacía énfasis que el encuentro no implica de ninguna manera que las relaciones políticas entre ambas Administraciones se hayan “descongelado”.
Esos contactos terminaron en el refrigerador después de que estallara el caso Pegasus. Aragonès es uno de los espiados mediante ese software de fabricación israelí, si bien en su caso sí había una orden judicial que amparaba la acción del Centro Nacional de Investigación (CNI). El independentismo lleva semanas pidiendo que se aclaren los hechos y se den garantías de no repetición y no se muestran satisfechos con la cabeza de la directora del centro, Paz Esteban, o con la promesa de cambiar la ley que regula al CNI. Un total de 65 independentistas fueron espiados mediante ese programa, según un informe de un grupo de investigación canadiense.
“Necesitamos hechos concretos, hemos de tener resultados en los próximos días”, ha dicho Vilagrà sobre esas nuevas condiciones que permitan avanzar en el acercamiento entre las partes. Tampoco hay fecha para una posible reunión de la mesa de diálogo sobre el conflicto político creada por ambos Gobiernos, aunque Junts, socios de ERC en la Generalitat, no la compartan. Vilagrà ha recordado que la concesión de los indultos a los líderes del procés, que ese jueves cumplen un año, han sido un “primer paso” pero que son necesarios “otros más” para poner fin “a la represión”. La republicana ha esbozado una “agenda antirrepresiva con estándares europeos” que se inspira en el documento aprobado hace un año por el Consejo de Europa: modificación de los delitos de sedición y rebelión, retirada de las euroórdenes contra los líderes secesionistas que han viajado al exterior para evitar ser juzgados en España o frenar las causas en el Tribunal de Cuentas.