La ruta maldita de los migrantes en la frontera francoespañola

Un amplio dispositivo con un dron, lanchas, perros adiestrados y equipos de montaña trata de localizar a un joven africano desaparecido cuando trataba de cruzar a Francia por una zona escarpada

Agentes de la unidad acuática y canina de la Ertzaintza rastrean el río Bidasoa durante la búsqueda de un migrante desaparecido, este miércoles.Javier Hernandez

Denko es su nombre de viaje. Es el apodo de una persona de origen guineano que supuestamente se encuentra desaparecida desde el pasado 18 de abril. No se conoce su paradero y se le busca desde este pasado miércoles en el curso del río Bidasoa y en la montaña donde Navarra y Gipuzkoa se unen con Francia. Todo apunta a una nueva desgracia humanitaria en la frontera francoespañola tristemente protagonizada por otro joven africano. No hay ninguna certeza de ello, salvo el te...

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Denko es su nombre de viaje. Es el apodo de una persona de origen guineano que supuestamente se encuentra desaparecida desde el pasado 18 de abril. No se conoce su paradero y se le busca desde este pasado miércoles en el curso del río Bidasoa y en la montaña donde Navarra y Gipuzkoa se unen con Francia. Todo apunta a una nueva desgracia humanitaria en la frontera francoespañola tristemente protagonizada por otro joven africano. No hay ninguna certeza de ello, salvo el testimonio ofrecido por dos compañeros que al parecer le acompañaban por esta ruta maldita. Los servicios de emergencias han desplegado este jueves un amplio dispositivo de búsqueda en el que intervienen más de 50 personas, entre policías, guardias civiles, bomberos, guardas forestales, Cruz Roja y submarinistas. Perros adiestrados rastrean la zona y un dron de la Policía foral Navarra sobrevuela un entorno frondoso, muy quebrado y de difícil tránsito. No hay por ahora ningún rastro de Denko.

La última vez que fue visto trataba de adentrarse en Francia por el monte. De esto hace 10 días. El viejo puente de Endarlatsa, donde está marcada la muga entre Gipuzkoa y Navarra, permite cruzar el Bidasoa por tierra, sin meterse en el agua. La señal rojiblanca de un sendero GR (gran ruta de montaña) guía el camino hacia “el lado francés”. Al comienzo es un paso muy estrecho, empinado, con tramos resbaladizos y expuestos al precipicio. “Hay que hacerlo con mucho cuidado; no está al alcance de cualquiera”, asegura un guarda forestal navarro. Por ahí avanzaron a pie los tres migrantes, según la versión dada por dos de ellos, uno maliense y otro guineano, que lograron su objetivo de pasar a Francia. Denko no pudo seguirles y se despeñó al vacío, dijeron días después a una persona que les atendió en Urrugne (Francia).

La investigación policial está a cargo de la Ertzaintza y mantiene abiertas todas las hipótesis, porque los dos supervivientes ofrecieron dos relatos diferentes de lo sucedido. La Ertzaintza trata de certificar el grado de credibilidad de los testimonios confusos que ofrecieron los dos migrantes que lograron pasar a Francia y que, según la citada ONG, se encontrarían ahora en París y Lyon. Devi Martínez, presidenta de Bidasoa Etorkinekin (una asociación de ayuda a migrantes con sede en Hendaya), explica que en un primer momento, cuando estos dos subsaharianos fueron auxiliados en Francia por una voluntaria de esta red humanitaria, explicaron que Denko “se encontraba muy débil porque estaba cumpliendo el Ramadán y fue rescatado en el monte”. “Estaban asustados, empapados. Llevaban dos días sin comer, perdidos en el monte”, añade Martínez.

El puesto de mando se reúne en el puente de Endarlatsa (Navarra) antes de iniciar este jueves la búsqueda de un migrante desaparecido.Javier Hernandez

Días después, este pasado lunes, cuando los migrantes ya habían conseguido avanzar por el país vecino y se vieron a salvo, cambiaron sustancialmente el relato de los hechos: “Entonces nos dijeron por teléfono que [Denko] se había caído por un barranco y era muy poco probable que estuviese vivo porque la caída fue impresionante. Les costó decir la verdad; tenían mucho miedo”, afirma la responsable de la ONG. Al día siguiente, martes, informaron a las autoridades y se activó el operativo de búsqueda un día después.

La técnica de Emergencias del Gobierno vasco Ibone Elorriaga, encargada de coordinar el registro de la zona, instala el puesto de mando en el puente de Endarlatsa, reúne allí a todos los equipos implicados en el rescate y reparte los cometidos. “Es una tarea complicada”, dice, por las dificultades orográficas del terreno. El miércoles batieron las sendas miembros del Grupo de Rescate Especial de Intervención de Montaña (GREIM) de la Guardia Civil sin hallar ningún indicio en el monte. Este jueves dos guardias de la sección fiscal de Irun han repasado el mismo sitio. Bomberos de Navarra se han descolgado por los peñascos. El jefe de este equipo especializado explica que les ha dado la orden de que “se pongan en el lugar de esa persona [desaparecida] y bajen con cuerdas por todos los tramos más delicados”. Dos policías forales de Navarra han recorrido con un perro gran parte de la GR, sin encontrar nada. Dos agentes de este mismo cuerpo policial dirigen un dron que planea el lugar. Ertzainas de la unidad acuática lanzan una zódiac al agua para vadear el Bidasoa, que alterna tramos de remanso y otros rápidos con poca profundidad, donde el riesgo de que la lancha encalle es alto.

Los trabajos de búsqueda resultan complejos al no existir ninguna descripción física del desaparecido, ni detalles de su vestimenta. Jon Aranguren, miembro de la red Irungo Harrera Sarea, tiene “dudas de que haya un desaparecido”, porque “las versiones que se han dado son poco fiables, fruto del nerviosismo y la ansiedad que tienen”. Opina que puede ser una “falsa alarma” que no debe desviar la atención sobre el verdadero calvario que viven los migrantes cuando se acercan a la frontera francesa: ”Los controles policiales que ha impuesto Francia les obliga a tomar recorridos muy peligrosos. Si no es hoy, mañana volverá a pasar”. Desde hace un año han muerto cuatro migrantes cuando intentaban cruzar a nado el río Bidasoa. En Irun (Gipuzkoa) hay carteles colocados en puntos estratégicos (albergues, centros de acogida…) con el siguiente mensaje en español, francés, inglés y árabe: “Sé prudente, por favor, ahora que estás tan cerca de tu meta, de una nueva esperanza, de tu vida en Europa”. El Gobierno vasco puso también rótulos con esta advertencia: “¡Cuidado! El río Bidasoa es peligroso”.

Un bombero de Navarra se descuelga en el monte durante la búsqueda de un joven subsahariano desaparecido.Javier Hernandez


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