La jueza procesa por sedición a 21 migrantes que huyeron tras forzar el aterrizaje de su avión en Palma
La instructora enumera una docena de indicios para concluir que fue un plan premeditado
La jueza Rosa María Mas, titular del juzgado de instrucción 6 de Palma de Mallorca, ha acordado el procesamiento por sedición de 21 de los migrantes que aprovecharon un aterrizaje en el aeropuerto de Palma por una supuesta emergencia méd...
La jueza Rosa María Mas, titular del juzgado de instrucción 6 de Palma de Mallorca, ha acordado el procesamiento por sedición de 21 de los migrantes que aprovecharon un aterrizaje en el aeropuerto de Palma por una supuesta emergencia médica para escapar del avión e intentar entrar en España el pasado noviembre. En un auto firmado este 5 de abril, la magistrada considera que existen “toda una serie de indicios” que permiten considerar que hubo un “plan preconcebido” que consistía en simular y provocar una supuesta enfermedad grave de un pasajero y aprovechar el resto de personas para “emprender la huida e infringir las normas españolas sobre entradas de personas en España”. Los 21 acusados se encuentran actualmente en prisión provisional. Cuatro de los investigados están en paradero desconocido, dos de ellos con una orden de detención internacional.
Los hechos se produjeron el pasado 5 de noviembre cuando un avión de la compañía Air Arabia que cubría la ruta entre Casablanca y Turquía avisó a la torre de control del aeropuerto de Palma de que uno de los pasajeros había sufrido un coma diabético. Tras el aterrizaje de emergencia y una vez evacuado el pasajero enfermo y su acompañante, un grupo de 23 pasajeros provocaron un tumulto y una situación de caos que les permitió salir por la escalerilla delantera del avión, obviando las instrucciones del comandante, para salir corriendo por las pistas del aeropuerto para superar el perímetro del recinto y entrar irregularmente en el país. La fuga provocó la paralización del aeropuerto durante varias horas y resultaron afectados 81 vuelos.
La jueza detalla en su escrito hasta 12 indicios para justificar que todo estaba planeado. Entre ellos, destaca que huyeron de manera inmediata en cuanto se forzó el aterrizaje; el escaso equipaje que tenían contratado; que no tenían billete de vuelta o que no llevaban dinero encima. Además, cita la existencia de un grupo de Facebook llamado Brooklyn que auspiciaba ese comportamiento; que el acompañante del pasajero enfermo huyó del hospital o que quienes escaparon del aeropuerto “supieron dónde y a quién acudir de manera sencilla y en poco tiempo, pese a no haber estado nunca en la isla de Mallorca, según sus pasaportes”.
La instructora destaca también el hecho de que dos supuestos médicos que viajaban en el avión y recomendaron al comandante que tomara tierra de forma urgente porque un pasajero estaba en una situación “crítica y en 15 minutos iba a entrar en coma” no han demostrado hasta la fecha su condición de sanitarios. También habla del estado de salud del supuesto enfermo, que al llegar al hospital y tras someterse a las pruebas correspondientes no tenía signos “de patología urgente”. El paciente se fue andando por su propio pie y su acompañante huyó al bajar de la ambulancia, aunque ambos fueron detenidos después.
Respecto a los hechos que se produjeron en el interior de la aeronave una vez evacuado el supuesto enfermo, se incide en que uno de los pasajeros que huyó dejó inutilizada la puerta de emergencia. Poco después y recogiendo los testimonios de la tripulación, la jueza relata que los pasajeros “estaban de pie, nerviosos y agitados” y que, de manera “casi instantánea”, los pasajeros investigados fueron avanzando por el pasillo hasta la puerta, a pesar de los intentos de la tripulación por evitarlo. Finalmente, 23 pasajeros en dos tandas y “apiñados” salieron corriendo por la escalera delantera y sin que el comandante diera “en ningún momento” autorización para que salieran de la aeronave. En ese momento, según el relato judicial, se produjeron empujones y uno de los tripulantes cayó escaleras abajo mientras otro sufrió lesiones en el brazo.
La magistrada aprecia en todos los procesados la existencia de dos delitos de sedición, uno recogido en el Código Penal y otro incluido en la Ley 209/1964 Penal y Procesal de la Navegación Aérea, así como de coacciones. Sobre cuatro de ellos también aprecia presuntos delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal.
Con respecto al delito de sedición, y la necesidad de que exista un alzamiento tumultuario para que se aplique, la magistrada reconoce que no se trata de un “prototipo de alzamiento”, pero que el “tumulto” que provocaron debe de ponerse en relación con el caso concreto, “el alzamiento de 25 personas dentro de un espacio reducido como es un avión de pasajeros”. “La actuación de los pasajeros huidos y la del pasajero enfermo se considera de suficiente intensidad para considerarse sediciosa y tumultuosa, de conformidad con lo previsto en el artículo 544 del Código Penal”, concluye.
La magistrada relaciona el “comportamiento tumultuoso” con las graves consecuencias que provoco, ya que afectó a la actividad del aeropuerto de Palma, que se vio obligado a un cierre de tres horas, y a los ciudadanos que estaban esperando sus vuelos. “No nos encontramos ante una situación de simple entrada ilegal en España, nos encontramos ante el plus que exige la jurisprudencia en relación al delito de sedición”, contempla.
El perjuicio al tráfico áreo, según la magistrada, se puede definir como “un caos aéreo, que uso en peligro la seguridad de los pasajeros y de los usuarios del aeropuerto”. “Se trata de una situación sin precedentes en el espacio aéreo europeo y de dimensiones internacionales”, añade en el escrito. La jueza ha citado a los procesados el próximo 2 de mayo para que se les notifique de forma personal el auto de procesamiento.