La diputada Meri Pita denuncia una “caza de brujas” de la dirección de Podemos contra quien disienta

El partido en Canarias defiende ahora cubrir el escaño vacante de Alberto Rodríguez en el Congreso

La diputada Meri Pita, abrazada por el primer teniente del alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Doreste, este lunes durante su comparecencia.Ángel Medina G. (EFE)

La diputada canaria Meri Pita ha cargado de nuevo este lunes duramente contra Podemos. Tras anunciar el jueves su salida al Grupo Mixto en el Congreso por la “deriva orgánica” del partido, la parlamentaria ha ligado esta mañana su marcha a las supuestas dificultades para defender los intereses de las islas en la Cámara baja. Desde Las Palmas y arropada por algunos de los 11 cargos públicos que el jueves pasado suscribi...

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La diputada canaria Meri Pita ha cargado de nuevo este lunes duramente contra Podemos. Tras anunciar el jueves su salida al Grupo Mixto en el Congreso por la “deriva orgánica” del partido, la parlamentaria ha ligado esta mañana su marcha a las supuestas dificultades para defender los intereses de las islas en la Cámara baja. Desde Las Palmas y arropada por algunos de los 11 cargos públicos que el jueves pasado suscribieron en una carta su fuga, Pita no ha escatimado en reproches. “La esclerosis organizativa de la dirección estatal de Podemos”, en su opinión, ha “convertido” la formación “en una caza de brujas”. La última crisis interna de UP ha provocado también movimientos dentro del partido en Canarias. Si hasta ahora la organización se mostraba a favor de mantener vacío el escaño de Alberto Rodríguez, inhabilitado en octubre, en los últimos días algunas voces abogan ya por reemplazarlo para no perder representación en el Hemiciclo.

“Cualquier disenso es castigado”, ha denunciado la diputada en rueda de prensa. “No nos han permitido salir a defender las iniciativas de Canarias. Ni siquiera se nos consulta sobre ellas”, ha criticado. En particular, Pita se ha referido a la votación sobre una proposición no de ley de Ciudadanos para el impulso de una red ferroviaria en Gran Canaria y Tenerife, en la que “la posición era un no rotundo” al tren de Tenerife, pero que finalmente fue votada a favor “por orden de la dirección”. Según ha manifestado, hay más voces que opinan como ella. Hasta ahora, la principal cargo institucional de la coalición en el Congreso, la vicepresidenta tercera, Gloria Elizo, ha sido la única que la ha respaldado públicamente. Lo hizo el pasado viernes en respuesta a la petición de la ministra Irene Montero para que Pita entregara el acta, rechazando la idea de que su marcha al Mixto fuera una acción de transfuguismo. “Las actas no son de los partidos, son de los ciudadanos” y responden a un “contrato que se llama programa electoral”, ha justificado este lunes la parlamentaria.

La diputada ha asegurado que va a “defender ese proyecto” ahora desde su nueva posición. “Quizás así miran a Canarias con el respeto que merecemos”, ha retado. “Hace tiempo que pedimos que se abran espacios de reflexión conjuntos. No se quiere”, ha añadido. Pita ha estado acompañada durante su intervención por algunos de los cargos institucionales de Podemos en el archipiélago, que el jueves firmaron también la carta y, por el momento, descartan una salida inmediata del partido. Entre los presentes, se encontraba la vicepresidenta tercera y consejera de Arquitectura y Vivienda en el Cabildo de Gran Canaria, Conchi Monzón, quien en 2017 perdió las primarias para liderar Podemos en la comunidad frente a Noemí Santana, que relevaba entonces a Pita en el puesto.

En la misiva al grupo parlamentario de la semana pasada, la diputada se mostraba muy crítica con algunas decisiones del Gobierno de coalición, como el “injustificable acuerdo” con el PP para la renovación del Tribunal Constitucional —del que ella misma se desmarcó en noviembre—, la política migratoria o el giro en la postura histórica española sobre el Sáhara. Preguntada por el futuro proyecto electoral de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se ha mostrado también a favor de “rearticular el espacio del cambio”. “Esa llamada que hace Yolanda es legítima. No solo la hace ella, la hacen muchísimos compañeros en muchas partes del Estado. Es imprescindible, y quien no vea esa necesidad, está ciego”, aseguró en alusión también a las tensiones dentro del grupo.

Por su parte, el coportavoz de Podemos Pablo Fernández ha vuelto a reiterar este lunes en rueda de prensa que la diputada canaria debe “renunciar a su acta y no cometer un acto de transfuguismo”. “Lo coherente y lo democrático es abandonar el acta de ese proyecto que te dio ese lugar”, ha defendido en otra comparecencia la máxima dirigente de la formación, Ione Belarra. El partido, también en el archipiélago, ha sido muy crítico con la decisión de Pita de pasarse al Grupo Mixto y considera que el puesto pertenece a los 140.000 canarios que votaron el programa de UP. Este mismo viernes, en unas declaraciones recogidas por Efe, el secretario de Organización de Podemos Canarias, Cesar Merino, abría la puerta a cubrir ya el asiento del diputado, una vez que han pasado cinco meses desde que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, tomó la decisión de retirarle el escaño después de haber sido condenado por el Supremo a 45 días de cárcel sustituible por multa e inhabilitación para el derecho al sufragio pasivo por dar una patada a un policía durante una manifestación en 2014. En los mismos términos se expresaba este lunes la presidenta del grupo parlamentario de Sí Podemos en la Cámara autonómica, María del Río. “Si Pita no deja su acta, quizás haya que cubrir la de Alberto y que haya voz de Canarias en el Estado”, ha afirmado.

La resolución del trámite está bloqueada desde el pasado octubre. Tras la renuncia de la número dos de la lista, la responsabilidad pasó en noviembre a manos de Patricia Mesa, quien —considerada próxima al entorno de Rodríguez y desvinculada hace tiempo de la actividad orgánica de Podemos— sigue sin pronunciarse públicamente sobre si está dispuesta a tomar posesión. Hasta ahora una parte de la formación en el archipiélago respaldaba abiertamente la estrategia legal y de presión seguida por el exdiputado, que ha recurrido al Constitucional tanto la sentencia condenatoria del Supremo como la decisión de Batet sobre su escaño. Sin embargo, el último movimiento de Pita parece haber mudado esa postura.

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