En libertad El Nene, un peligroso sicario colombiano pendiente de extradición

La Audiencia Nacional impone medidas de control a Jonathan Andrés Zuloaga para evitar su fuga

La Policía Nacional traslada a El Nene, tras su detención en 2021.

La Audiencia Nacional ha dejado en libertad a Jonathan Andrés Zuloaga Celemín, alias El Nene, un peligroso sicario colombiano que se encuentra pendiente de entrega al país sudamericano. Según han confirmado fuentes jurídicas, esta decisión se ha tomado tras pasar varios meses desde que la Sala de lo Penal diese luz verde a su extradición el pasado septiembre, un acuerdo que todavía no se ha llegado a ejecutar y contra el que se podía present...

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La Audiencia Nacional ha dejado en libertad a Jonathan Andrés Zuloaga Celemín, alias El Nene, un peligroso sicario colombiano que se encuentra pendiente de entrega al país sudamericano. Según han confirmado fuentes jurídicas, esta decisión se ha tomado tras pasar varios meses desde que la Sala de lo Penal diese luz verde a su extradición el pasado septiembre, un acuerdo que todavía no se ha llegado a ejecutar y contra el que se podía presentar recurso. El tribunal ha impuesto a Zuloaga, conocido también como El Satanás colombiano y al que se le atribuyen más de un centenar de homicidios, medidas de control para evitar su fuga, según detallan las mismas fuentes.

Esta última decisión de la Audiencia —que le retira el pasaporte, le prohíbe salir de España y le ordena comparecer dos veces al mes ante un juzgado— escribe un nuevo capítulo en la historia del escurridizo Zuloaga, de 37 años. Considerado como uno de los jefes de la organización criminal internacional denominada La Cordillera, además de jefe de sicarios de la banda conocida como La Oficina, El Nene se ha escondido en varias ocasiones en España. La Policía lo capturó por última vez el pasado mayo, después de recibir la alerta de Colombia de que seguía moviéndose por la Península y haciendo de las suyas. Pero los investigadores ya lo habían detenido antes.

En 2012, los agentes españoles lo arrestaron en Arganda del Rey (Madrid) a raíz de una orden internacional de detención (OID) que tenía pendiente. Entonces, fue extraditado a Colombia, pero en 2015 aprovechó para fugarse del país tras quedar en libertad por una “supuesta informalidad legal”. Según el Ministerio del Interior, escapó de nuevo a Europa con la idea de “montar varias sucursales de la organización La Cordillera en España, Bélgica y Francia”. Precisamente, en 2019, una patrulla le dio el alto en una calle de Madrid y, tras comprobar que pesaba sobre él una OID por homicidio, volvió a apresarlo. En esta ocasión, se le puso a disposición judicial, pero quedó libre en verano de ese mismo año porque las autoridades colombianas no remitieron a tiempo los documentos requeridos para la extradición. Aun así, tras reabrirse el proceso en septiembre, la Audiencia ordenó en enero de 2020 que se le localizara, pero no se consiguió hasta 2021.

“En su trayectoria criminal, con más de 15 años al margen de la ley, se le atribuye la autoría intelectual y material de más de 100 homicidios”, resumió la Policía tras su recaptura el pasado año, cuando destacó su “peligrosidad y propensión a la evasión”. Para entonces, ya acumulaba multitud de pseudónimos: Chepe, Marly, Morocho, Pátula, El Julián, Diego, Snoopy... La Audiencia Nacional afirma, además, que se ha movido con dos identidades falsas: Albert Jonny Velasques Sánchez y Juan Carlos Dugarte Parra.

La última decisión de extradición

Mediante un auto dictado el pasado 17 de septiembre, la Sección Segunda de la Sala de lo Penal dio luz verde a la entrega de El Nene, que se encontraba encarcelado. Los magistrados autorizaron su extradición a Colombia, que lo reclama por homicidio, dirección de organización criminal y tenencia ilícita de armas —además de por tráfico de estupefacientes—. Entre los asesinatos que se le atribuyen se encuentra el de Arles Yair Almia, El Negro, de 19 años, perpetrado el 3 de abril de 2015. La Policía considera que también participó en el homicidio de su suegra, que “cometió presuntamente, como venganza por un posible hurto de dinero propiedad de su organización”.

Según el Ministerio del Interior, los investigadores lograron localizar a Zuloaga el pasado año tras vigilar a su entorno. Los agentes averiguaron que sus familiares viajaban con frecuencia entre Colombia y España. Además, el estudio de sus bienes patrimoniales les llevó hasta una serie de domicilios de Madrid, donde se consiguió ubicar a la pareja del fugitivo, que se encontraba con un niño, “posible hijo del buscado”.

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