Los grupos advierten a Albares de que irá a Rabat sin el apoyo de la mayoría del Parlamento
El ministro anuncia la repartura de las conexiones marítimas y aéreas con Marruecos, pero la frontera de Ceuta y Melilla tendrá que esperar
El jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, viajará a Rabat el próximo 1 de abril para inaugurar una “nueva etapa” en las relaciones bilaterales, pero lo hará sin el apoyo de la mayoría del Parlamento. Así se lo advirtió este miércoles la portavoz de ERC en la Comisión de Asuntos Exteriores, Marta Rosique. “Ustedes están solos. No tienen el respaldo del Congreso de Diputados, ni siquiera de sus socios de Gobierno. Si hiciéramos ahora mismo una votación a mano alzada, no podría ir a Rabat”. El diput...
El jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, viajará a Rabat el próximo 1 de abril para inaugurar una “nueva etapa” en las relaciones bilaterales, pero lo hará sin el apoyo de la mayoría del Parlamento. Así se lo advirtió este miércoles la portavoz de ERC en la Comisión de Asuntos Exteriores, Marta Rosique. “Ustedes están solos. No tienen el respaldo del Congreso de Diputados, ni siquiera de sus socios de Gobierno. Si hiciéramos ahora mismo una votación a mano alzada, no podría ir a Rabat”. El diputado de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, le tomó la palabra e intentó cambiar el orden del día para forzar una votación, pero el presidente de la comisión le cortó en seco.
Albares tuvo que escuchar un alud de reproches de sus habituales socios y aliados, como Gerardo Pisarello, de Unidas Podemos, quien le advirtió de que la autonomía, que ahora apoya el Gobierno para el Sáhara, supone el reconocimiento implícito de la soberanía marroquí sobre la excolonia española y habló de “razón de establo” para referirse a la razón de Estado. Uno de los más duros fue el portavoz del PNV, Aitor Esteban, quien pidió que no se confundiera discreción con opacidad y apostilló: “No quiero utilizar esa palabra, pero no están ustedes diciendo las cosas como son”.
Albares buscó el apoyo del PP, recordando que el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, había aplaudido el acuerdo con Marruecos; que, bajo el mandato de Rajoy, no se rectificó la postura, favorable al plan marroquí de autonomía, tomada por el presidente Rodríguez Zapatero. Pero la portavoz del Grupo Popular, Valentina Martínez, no le dio ni agua y le acusó de la “ruptura unilateral, opaca y arbitraria, de un consenso de 47 años en uno de los pilares fundamentales de la política exterior: la posición sobre el Sahara Occidental. Ha conseguido algo inédito”, añadió, “la unanimidad de todos los grupos, salvo el suyo”.
Albares insistió en negar que el cambio del Gobierno —al reconocer la propuesta marroquí de autonomía como “la base más seria, creíble y realista para la resolución” del conflicto— esté fuera del marco de la ONU o sea “algo completamente nuevo”. Aunque admitió, eso sí, que supone un cierto giro, pero “no de 180 grados”, sino la “profundización de una línea anterior”.
El ministro anunció la “normalización completa de las conexiones [de Marruecos] con España, incluidas las marítimas” y subrayó que la Operación Paso del Estrecho —que, en 2019, último año en que se desarrolló, supuso el tránsito de 3,3 millones de personas— empezará a diseñarse tras su visita a Marruecos. Además, se reforzará “de manera controlada la circulación de personas y bienes” entre los dos países, aunque eso no significará, matizaron fuentes diplomáticas, una reapertura inmediata de las fronteras de Ceuta y Melilla, ya que esta requiere un acuerdo entre los dos países y la finalización de las obras pendientes en los pasos fronterizos. Ese será uno de los asuntos a tratar por los “grupos de trabajo” que se formarán, según el ministro, para aplicar la futura “hoja de ruta” de las relaciones bilaterales. No obstante, algunos aspectos de esta cooperación, como la repatriación de inmigrantes irregulares, subrayó, se han reanudado ya, sin esperar a su visita a Rabat.
Albares aseguró que sus homólogos de Francia y Alemania le dijeron el pasado lunes que la nueva posición española era “muy similar” a la de sus respectos países y sugirió que el original de la carta del presidente Pedro Sánchez a Mohamed VI del pasado 14 de marzo —que este miércoles reprodujo EL PAÍS— está en francés, lo que explicaría su defectuosa redacción en castellano. También negó que hubiera adelantado a la secretaria de Estado adjunta norteamericana, Wendy Sherman, quien estuvo en Madrid a principios de este mes antes de visitar Rabat, el acuerdo con Marruecos.
El ministro se mostró seguro de que Argelia —que el sábado retiró a su embajador en Madrid, Said Musa, en protesta por el giro español sobre el Sáhara— no tomará represalias con el suministro de gas a España, asegurando que este país es “un socio fiable que siempre cumple sus contratos” y por eso tiene tan alta reputación.
La comparecencia de Albares vendrá seguida la semana que viene de otra de Pedro Sánchez, que el miércoles, 30 de marzo, dará explicaciones en el Congreso sobre por qué ha decidido dar un giro a la posición de España sobre el Sáhara y a sus relaciones con Marruecos. Pero será una comparecencia en la que informará también de los resultados del Consejo Europeo de esta semana en Bruselas, donde el Gobierno espera lograr medidas conjuntas que permitan reducir el precio de la electricidad. También se referirá a la cumbre extraordinaria de la OTAN del jueves y del plan nacional que aprobará el Gobierno el 29 de marzo para hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la guerra de Ucrania.