Sánchez robustece junto al líder de la OTAN la posición española frente a la invasión rusa de Ucrania
El presidente del Gobierno visita a los soldados españoles desplegados en Letonia mientras que se aplaca la tensión entre el PSOE y Podemos por la participación en el conflicto
El presidente Sánchez mantiene la posición de enviar armas y la refuerza al anunciar un viaje que hará este martes a una base de la OTAN en Letonia acompañado de su secretario general, Jens Stoltenberg, y del presidente de Canadá, Justin Trudeau, con el que mantiene hace tiempo una estrecha relación política.
El gesto de Sánche...
El presidente Sánchez mantiene la posición de enviar armas y la refuerza al anunciar un viaje que hará este martes a una base de la OTAN en Letonia acompañado de su secretario general, Jens Stoltenberg, y del presidente de Canadá, Justin Trudeau, con el que mantiene hace tiempo una estrecha relación política.
El gesto de Sánchez es muy claro. Mientras Podemos ataca a la OTAN, él se va a un cuartel de esta organización en una zona especialmente sensible, ya que las repúblicas bálticas, que fueron parte de la Unión Soviética, tienen frontera con Rusia y temen estar en lista de los países que Putin también querría invadir. El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, ya ha pasado por las repúblicas bálticas justo antes que Sánchez, que viajó a las tres en julio de 2021 y visitó las bases de la OTAN. En una de ellas vivió una alerta real por una operación sospechosa precisamente de cazas rusos.
El viaje llega después de una semana de tensión creciente, que llegó al máximo este domingo, cuando Ione Belarra habló de “los partidos de la guerra” que apoyan el envío de armas a Ucrania y todos interpretaron que entre ellos incluía al PSOE, su socio de coalición, Podemos, hizo este lunes un esfuerzo por reconducir la crisis y suavizar su postura.
Las gestiones dentro del Gobierno y en Unidas Podemos han sido muy intensas para que el grupo de Belarra rebajara y dejara claro su apoyo al Ejecutivo y a su presidente en un momento crítico. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, máximo cargo político de Unidas Podemos, habló directamente con Belarra después de esas palabras, que sentaron muy mal en el sector socialista del Gobierno. La Moncloa también se movió. Sánchez y Díaz se reunieron este lunes para intentar buscar una salida y zanjar el problema. Finalmente, todas las gestiones lograron su objetivo: Podemos reculó y aseguró que ese “partidos de la guerra” no incluía al PSOE, mostró su respaldo al Gobierno y sostuvo que no tiene ninguna intención de que sus dos ministras —Belarra e Irene Montero— salgan de él.
Una imagen, como es habitual, puso punto final, al menos de momento, a esa fortísima tensión no solo dentro de la coalición sino en el seno de Unidas Podemos, con posiciones encontradas entre Podemos y el resto de los grupos que lo forman, que sí apoyan a Pedro Sánchez y su decisión de enviar armas a Ucrania para defenderse de la agresión rusa. El presidente acudió a un acto con Montero y Belarra por el 8-M y ahí se trató de dar por superada la crisis. Sánchez hizo alguna mención positiva a Montero en su discurso y ella también agradeció públicamente su presencia, como forma de tratar de enterrar el choque.
Mientras Sánchez redoblaba su apuesta por la OTAN, cuya próxima cumbre albergará España en junio, y multiplicaba su agenda internacional para mostrar un claro compromiso con la resistencia en Ucrania, como están haciendo la gran mayoría de los Ejecutivos de la UE, la portavoz de Podemos, Isa Serra, matizaba a su propia secretaria general y esa idea de los “partidos de la guerra”. Según Serra, Belarra no se refería a los socialistas, sino al “fervor belicista” y a la “insistencia, por parte de la derecha, de que se tome el camino de la escalada bélica”. En la rueda de prensa posterior a la Ejecutiva del partido, la formación reiteró su apuesta por las “vías diplomáticas” y descartó una ruptura dentro del Gobierno de coalición.
“[El presidente Pedro] Sánchez sabe que en estos momentos difíciles puede contar con Podemos, aunque tengamos esas diferencias ahora mismo en cuanto a cuál es la forma más eficaz de conseguir la paz”, afirmó. “Insisto en que esas diferencias son importantes, pero la apuesta que tenemos por el Gobierno de coalición es enormemente importante y enormemente beneficiosa para nuestro país”, aseguró la portavoz, para enumerar después las medidas impulsadas por Unidas Podemos dentro del Ejecutivo (ERTE, subida del salario mínimo o el proyecto de ley de vivienda).
El PSOE, entretanto, conocedor de esas gestiones durante el domingo para reconducir la crisis, también trató de minimizar la tensión tras comprobar la rectificación de Podemos. Los socialistas achacan a problemas internos los vaivenes en el discurso del socio minoritario. “No hay ninguna división en el Gobierno. Hay algunas discrepancias en torno a una medida concreta de un partido que está en el Gobierno, pero no hay grietas en el Gobierno”, afirmó el portavoz de la dirección socialista, Felipe Sicilia. “Puedo entender que haya diferentes planteamientos en una formación como Podemos, pero el Gobierno lo tiene claro: todos los ministros tienen claro que la política exterior la dirige el presidente. No hay ninguna división en la acción del Gobierno ni en el Gobierno en su conjunto”, reiteró.
La ejecutiva del PSOE se centró en el feminismo en su reunión la víspera del 8-M y no entró a analizar la crisis con Podemos. Fuentes de la dirección socialista trasladan que el partido mayoritario del Gobierno no se había sentido interpelado ni ofendido por las palabras de Belarra. Y añaden que, en ese caso, Podemos también sería “un partido de la guerra” al formar parte del Ejecutivo de coalición que ha aprobado el suministro de armamento y munición.
“El PSOE es el partido del No a la Guerra, del no a la guerra de Irak y del no a la guerra de Putin. Aquí ha habido una invasión, es una guerra ilegitima, injusta e ilegal como la de Irak, más allá de las visiones que dentro de Podemos pueda haber por el envío de armas”, zanjó Sicilia.
Mientras, el PP aprovechó la división dentro de la coalición para pedir a Sánchez que “saque a Unidas Podemos del Gobierno cuanto antes” por su posición sobre la guerra de Ucrania. En opinión de los populares, la postura del socio de Gobierno es la “de no hacer nada” y “ayudar a Putin”, según la coordinadora general, Cuca Gamarra.