La Fiscalía pide 47 años de cárcel para Gao Ping por el ‘caso Emperador’
Anticorrupción acusa por su implicación en la trama a otras 106 personas, entre ellos el actor porno Nacho Vidal
La Fiscalía Anticorrupción solicita 47 años y tres meses de prisión para el empresario de origen chino Gao Ping como presunto cabecilla de la trama mafiosa desmantelada por la Policía en octubre de 2012 en la Operación Emperador. La Fiscalía acusa a Gao Ping de 13 delitos —organización criminal, amenazas, detención ilegal, blanqueo, falsedad documental, dos de cohecho y seis contra la Hacienda Pública— y pide que se le impongan 77,52 millones de eur...
La Fiscalía Anticorrupción solicita 47 años y tres meses de prisión para el empresario de origen chino Gao Ping como presunto cabecilla de la trama mafiosa desmantelada por la Policía en octubre de 2012 en la Operación Emperador. La Fiscalía acusa a Gao Ping de 13 delitos —organización criminal, amenazas, detención ilegal, blanqueo, falsedad documental, dos de cohecho y seis contra la Hacienda Pública— y pide que se le impongan 77,52 millones de euros de multa. En el escrito, también acusa a otras 106 personas, buena parte de su entorno cercano, incluida su esposa, Linzhen Yang, para la que pide 30 años y tres meses de prisión. Entre los acusados también está el actor porno Ignacio Jordá, conocido como Nacho Vidal, para el que solicita 11 años de prisión y 50 millones de multa.
Anticorrupción detalla que la investigación, iniciada en 2010, reveló la existencia de una macroorganización estructurada en tres tramas interrelacionadas. La primera era dirigida por Gao Ping, que ejercía sobre sus integrantes un férreo control para lo que no dudaba en usar “la fuerza física o la violencia”. Esta rama importaba al año cerca de mil contenedores de artículos de bazar fabricados en China. Buena parte de su contenido no era declarado al llegar a España, por lo que su posterior venta generaba una ingente cantidad de dinero en metálico. La investigación reveló que en las 224 cuentas bancarias pertenecientes a los miembros de los distintos grupos se ingresaron entre 2009 y 2012 más de 60 millones de euros en metálico cuyo origen la Fiscalía vincula a delitos de contrabando y fraude fiscal. De esta cantidad, cerca de 37 millones fueron enviados finalmente al extranjero mediante transferencias con destino a China o Hong Kong justificadas en falsas transacciones entre empresas. Los envíos se realizaban de forma fraccionada para evitar así que saltasen las alertas de prevención de blanqueo de capitales, destaca el escrito de acusación
Otra parte de los fondos seguían otros cauces para ser evadidos. Ahí entraba en juego la segunda trama, integrada por intermediarios que ponían en contacto a la mafia de Gao Ping con ciudadanos residentes en España que tenían cuentas en paraísos fiscales con elevados saldos que querían repatriarlos sin declararlos al fisco. El dinero en metálico la red de Gao Ping era entregado en mano a los segundos, mientras que los fondos de estos últimos salían de sus cuentas en el extranjero rumbo a China en la modalidad de blanqueo conocida como “por compensación”. Este segundo grupo estaba liderado presuntamente por el ciudadano belga François Leiser, para quien la Fiscalía pide 12 años de cárcel. En él participaban también, entre otros, el empresario Rafael Pallardó (con una petición de 15 años) y su pareja, María José Jordá (para la que se solicitan 11 años), hermana de Nacho Vidal, que utilizaban la empresa de este último para evadir el dinero. Según anotaciones manuscritas intervenidas a la mujer de Gao Ping, entre febrero de 2011 y diciembre de 2012, Pallardó evadió presuntamente a China cerca de 14 millones de euros, por lo que cobró una comisión de 180.000 euros.
La tercera trama estaba integrada por cuatro grupos de ciudadanos chinos que, como el de Gao Ping, evadía fondos a China. En su caso, lo hacían a través del envío masivo de falsas remesas de inmigrantes, por carretera hacia otros países de la Unión Europea para desde allí remitirlo al país asiático o con correos humanos que escondían los billetes en su cuerpo y equipaje el dinero cuando volaban a China. Los tres presuntos cabecillas de esta última rama estaban en asentados en este último país y, hasta ahora, siguen en paradero desconocido.