El PP guarda silencio tras ser condenado por ‘los papeles de Bárcenas’: “Ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir”
El PSOE dice que el caso prueba la “corrupción sistémica” del partido de Casado
La Audiencia Nacional ha dado por probado este jueves que el PP pagó en negro la reforma de su sede de la calle Génova, en Madrid. El extesorero popular Luis Bárcenas ha sido condenado a dos años de cárcel por estos hechos, y el PP ha sido considerado responsable civil subsidiario. Fuentes del PP se han limitado a comentar: “Ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir”.
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La Audiencia Nacional ha dado por probado este jueves que el PP pagó en negro la reforma de su sede de la calle Génova, en Madrid. El extesorero popular Luis Bárcenas ha sido condenado a dos años de cárcel por estos hechos, y el PP ha sido considerado responsable civil subsidiario. Fuentes del PP se han limitado a comentar: “Ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir”.
Desde la cumbre hispano-portuguesa en Trujillo (Cáceres), el presidente del Gobierno ha destacado la tarde de este jueves “el contexto” histórico en el que se produjo la conducta que ha condenado la Audiencia Nacional: “Fue realmente dramático, en una crisis económica enorme, con una austeridad que supuso recortes en sanidad y dependencia, y una exigencia aún mayor a la clase media y trabajadora de pagar más impuestos”. Y en ese marco, ha lamentado Sánchez, se produjeron “estos casos de corrupción que está visibilizando la acción judicial”. El presidente socialista ha marcado distancias con aquella época. “Quiero trasladar a la ciudadanía española que ese tiempo pasó, porque hubo una moción de censura y porque hoy hay un Gobierno que maneja los recursos públicos de manera transparente y ejemplar”, ha afirmado junto al primer ministro portugués, el también socialista António Costa.
Los primeros en hacerse eco de la sentencia han sido los dos partidos en el Gobierno. Héctor Gómez, portavoz del PSOE en el Congreso, ha respondido así al silencio de Casado: “No pueden engañar a la ciudadanía. Deben dar explicaciones de cómo se han financiado y cómo han operado en todos estos años”. Además, Gómez ha opinado que la sentencia es la prueba de la “corrupción sistémica” del PP y que “un partido corrupto no puede ser alternativa de Gobierno”. Por eso, ha exigido al PP “responsabilidades políticas”, aunque no ha especificado en qué deberían consistir, informa Xosé Hermida.
Ione Belarra, ministra de Asuntos Sociales y secretaria general de Unidas Podemos, también ha manifestado su rechazo desde su cuenta oficial de Twitter: “Es la segunda vez que el PP es condenado por corrupción. Lo mejor para la democracia es que la ciudadanía los mantenga lo más lejos posible del Gobierno”. En la misma línea se han manifestado desde sus cuentas en la red social el PSOE y Podemos. “La corrupción no es solo el pasado, es el presente del PP”, han sentenciado los socialistas. “Si esto pasara con otro partido, ya habría sido ilegalizado y sus altos cargos encarcelados”, ha publicado la formación de Belarra.
En un comunicado de una de las formaciones que integra UP, Izquierda Unida, se señala que este fallo judicial “considera probadas una vez más las prácticas ilegales de las que se ha valido el partido que ahora lidera Pablo Casado para aprovecharse de dinero ilícito y ocultar su uso a cualquier órgano de control”. IU ejerció una de las acusaciones populares en el juicio y se ha felicitado por “comprobar que la justicia condena con toda claridad al PP por usar dinero negro para financiar sus actividades”.
El portavoz nacional de Ciudadanos, Edmundo Bal, ha subrayado la gravedad de la resolución judicial. “Los hechos que se contemplan son muy graves”, ha valorado. Y ha insistido, “extremadamente graves”, en referencia a la ocultación en la contabilidad oficial de las donaciones que sobrepasaban el límite que marca la ley electoral.
La resolución de la Audiencia Nacional de este jueves asesta un duro golpe a los populares y echa por tierra la estrategia de defensa desplegada por el partido, que desde el estallido del caso ha tratado de desentenderse de todos los tejemanejes reflejados en los papeles de Bárcenas, publicados por EL PAÍS en 2013.