Juan Jesús Vivas: “Soy muy del PP, pero el ministro hizo lo que yo le pedí”
El presidente de Ceuta apuesta por dejar “determinadas materias fuera de la confrontación partidista”
Tiene 68 años. Trabaja en el sector público desde hace 44 y lleva 20 presidiendo el Gobierno de la ciudad donde nació, Ceuta. “Mis horas más difíciles fueron en mayo, cuando miles de marroquíes entraron en la ciudad. Estuvimos al borde del abismo”, recuerda Juan Jesús Vivas, del PP. La justicia paralizó las devoluciones pactadas con el Gobierno ...
Tiene 68 años. Trabaja en el sector público desde hace 44 y lleva 20 presidiendo el Gobierno de la ciudad donde nació, Ceuta. “Mis horas más difíciles fueron en mayo, cuando miles de marroquíes entraron en la ciudad. Estuvimos al borde del abismo”, recuerda Juan Jesús Vivas, del PP. La justicia paralizó las devoluciones pactadas con el Gobierno porque incumplían la propia legislación española. Esta semana ha acordado en La Moncloa con Pedro Sánchez un sistema más lento pero ajustado a la normativa.
Pregunta. ¿Qué desató la crisis de Ceuta?
Respuesta. Los vídeos de esos días son explícitos y ponen en evidencia al responsable [se refiere a las imágenes de guardas marroquíes abriendo las verjas para dejar entrar a los migrantes]. Ahora apostamos por que se reestablezca la confianza y que las relaciones diplomáticas con Marruecos vuelvan a la normalidad.
P. ¿Cuántos menores extranjeros no acompañados hay ahora en Ceuta y en qué situación se encuentran?
R. Ahora hay cerca de 850. Conseguimos acogerlos a todos, pero en recursos provisionales que no están preparados para periodos largos. Por eso calificamos la situación de emergencia humanitaria y por eso pedimos al Gobierno central que activara el acuerdo [de devolución] con Marruecos. Entendíamos que así evitábamos procedimientos tan complejos como los del reglamento de la Ley de Extranjería. Buscábamos celeridad en interés del menor.
P. La justicia paralizó esas devoluciones. ¿Qué errores han cometido el Gobierno central y el de Ceuta en la gestión de esta crisis? ¿Qué han aprendido?
R. Hay cosas que ya habíamos aprendido y que la crisis ha reforzado. La primera es que tiene que haber una estrecha relación de lealtad entre el Gobierno de la nación y el de la ciudad, independientemente del color político. Para sobrevivir, Ceuta necesita el apoyo del Estado y la Unión Europea y la solidaridad del resto de españoles. ¿Errores? No es que señale atenuantes, pero hay que ponerse en situación: Ceuta tiene 20 kilómetros cuadrados y 85.000 habitantes. En un día entraron 12.000 personas. Evitamos el desastre gracias a la presencia del presidente, que reafirmó su compromiso de defender la integridad territorial, al despliegue admirable del Ejército y de las fuerzas de seguridad y a la respuesta de la ciudadanía. En los días siguientes, nos encontramos con 1.000 menores que atender, el equivalente al 1% de la población. Como si llegan de golpe 33.000 a Madrid. Por eso pedimos al Gobierno que activara el acuerdo de 2007 con Marruecos para un retorno asistido. No era una insensatez. Se hacía de 15 en 15 menores al día para que pudieran tener un tratamiento individualizado. Pero todo eso ha pasado a un segundo plano porque las dos Administraciones vamos a cumplir las indicaciones de la justicia.
“Hay materias que deberían quedar fuera de la confrontación partidista”
P. Su partido pidió repetidamente la dimisión del ministro del Interior por la gestión de esta crisis. Usted no. ¿Por qué?
R. Hay que ser consecuente y transparente. Yo soy muy del PP, pero represento a todos los ceutíes. Nosotros pedimos al Ministerio del Interior el retorno asistido de los menores porque estábamos desbordados y no puedo echarle la culpa al ministro por hacer lo que yo le pedí.
P. ¿Por qué han descartado su traslado a la Península?
R. Creemos que en interés del menor la mejor solución es el retorno con su familia. El fenómeno, al margen de este episodio excepcional que espero que no se repita, se produce de manera constante desde 1999. Es algo estructural y requiere una respuesta estructural que no puede ser el traslado a la Península.
P. ¿Cree que eso produciría un efecto llamada?
R. Lo que describo se diferencia poco del efecto llamada.
P. ¿En qué plazo serán devueltos a Marruecos?
R. No lo sé. Hay plazos inamovibles en el reglamento, trámites de audiencia a los menores que no se pueden eludir, pero cuantos más recursos pongamos, más se agilizarán. La semana que viene determinaremos los que necesitamos. Hablamos de meses.
P. ¿Serán escolarizados?
R. Mientras estén aquí intentaremos mejorar los mecanismos de acogida y la escolarización es uno de ellos. Eso depende del Ministerio de Educación. Los informes de cada menor determinarán qué cobertura escolar necesitan según su edad, formación y conocimiento del idioma. Habrá que establecer recursos específicos para eso y creo que se podría hacer en los lugares de acogida.
P. ¿Qué ocurre si un menor se niega a volver a Marruecos?
R. Hay que cumplir las previsiones legales. No siempre el deseo del menor coincide con el interés del menor. El menor que arriesga su vida para llegar a la Península no actúa en su beneficio. Nos corresponde a todos hacer lo posible para evitar ese riesgo. Y en este caso, igual: desde el primer momento hemos defendido que el menor, donde mejor está, es con su familia.
P. ¿Y si la familia no aparece o no es apta?
R. Por eso se elaboran expedientes individuales. Cuando hacíamos el retorno asistido y no había familia en la que reintegrar al menor, había una institución de acreditada solvencia que se encargaba de su tutela. Lo comprobaron las autoridades españolas.
P. ¿Una institución marroquí?
R. Sí.
“La actitud de Vox de dividir a la sociedad por religión o cultura es letal”
P. Pablo Casado recuerda a menudo al Gobierno, también esta semana, que “Ceuta y Melilla son españolas”. ¿Cree que el Ejecutivo ha dado algún motivo para pensar que deje de ser así?
R. Casado es un valedor de nuestra ciudad. El presidente del Gobierno me explicitó el compromiso de la nación con la defensa de la soberanía. No existe en el ámbito político nacional nada que haga dudar de la españolidad de Ceuta. Los ceutíes atraviesan momentos muy difíciles y hay que transmitirles seguridad.
P. Dirigentes de su partido creen que Casado se equivoca al criticar al Gobierno en la operación de evacuación de Afganistán y le piden que modere el tono y su estrategia. ¿Está de acuerdo?
R. Casado estuvo muy pendiente y me dijo que defendiera los intereses de Ceuta por encima de los del partido. No tengo ninguna crítica para él en ese sentido. Sobre Afganistán, no conozco los pormenores, pero la situación allí es un pellizco a la conciencia de cualquier persona comprometida con los derechos humanos. Es imposible no conmoverse con el drama de los que se quedan.
P. Esta semana se ha hablado mucho de sentido de Estado. ¿Falta en la política española?
R. Creo que nos hemos ido alejando del espíritu de la Transición. Todas las grandes cuestiones, como que los ceutíes tuvieran servicios equiparables al resto de españoles, el estatuto de autonomía… han sido gracias al consenso entre los dos grandes partidos. Ceuta ha salido reforzada cuando se han puesto de acuerdo y España podría sacar las mismas conclusiones. Hay materias que deberían quedar fuera de la confrontación partidista.
P. El pasado curso político estuvo dominado por la crispación. ¿Cree que este también?
R. La mayoría de españoles no desea que sea así. Evitar la crispación depende de todos.
P. El Consejo General del Poder Judicial lleva desde 2018 en funciones. ¿Hacen el PP y el PSOE todo lo que deben para el pacto?
R. Es una anomalía, no es bueno para el crédito de España en el exterior que ocurra esto. Hay que cumplir las previsiones constitucionales y es obligación de todos favorecer ese acuerdo.
P. Durante la crisis de Ceuta acusó a Santiago Abascal de querer encender “una llama peligrosa”. ¿Le parece Vox un partido peligroso?
R. Después de la visita del presidente, que vino a Ceuta a manifestar que no estaba en duda la españolidad de nuestra tierra, Abascal dijo que ellos eran los únicos que la defendían y que había formaciones promarroquíes en la Asamblea. Ningún partido está autorizado para decir quién es español y quién no. Su actitud de dividir a la sociedad por razones culturales o religiosas es letal. Ojalá nunca tengamos que darnos cuenta de la importancia que tiene la concordia por haberla perdido. Todos los que tenemos alguna responsabilidad política debemos remar hacia la orilla de la unidad de todos los ceutíes cualquiera que sea su credo, no al revés.
P. ¿Cuál debe ser la relación del PP con Vox?
R. Yo puedo hablar del PP de Ceuta y está muy alejado de un partido que pretende dividir a los ceutíes por cultura o religión.