Un candidato alternativo a Ione Belarra defiende que los cargos de Podemos no estén en el Gobierno

Esteban Tettamanti, concejal de San Lorenzo de El Escorial, y uno de los dos candidatos alternativos a la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, a la Secretaría General de Podemos, ha defendido este jueves que los cargos orgánicos del partido no ocupen ningún otro puesto en las instituciones. Según ha explicado, su candidatura (bautizada como Podemos Horizontal) surge como un “llamado de atención” después de que se haya organizado una “co...

Esteban Tettamanti, concejal de San Lorenzo de El Escorial, y uno de los dos candidatos alternativos a la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, a la Secretaría General de Podemos, ha defendido este jueves que los cargos orgánicos del partido no ocupen ningún otro puesto en las instituciones. Según ha explicado, su candidatura (bautizada como Podemos Horizontal) surge como un “llamado de atención” después de que se haya organizado una “convocatoria exprés” —poco más de un mes desde la renuncia de Pablo Iglesias tras los resultados del 4 de mayo en Madrid— que ha impedido un debate en profundidad desde los círculos de la formación y aboga por que el partido “empodere” y ponga de nuevo a los inscritos “en el centro”.

Tettamanti, quien se presenta con un equipo de 25 personas, catorce de ellas mujeres, considera que Podemos se debe regir por el principio de “una persona, un cargo”. “Veo muy complicado que alguien que está en el Consejo de Ministros integre la orgánica del partido”, ha señalado, ya que en su opinión, deben “dedicarse a tiempo completo a eso”. Entre sus propuestas recoge una limitación de mandato de ocho años sin excepción (hasta ahora podía prorrogarse cuatro más) y la de retribución equivalente a tres veces el salario mínimo interprofesional. Su candidatura aboga también por aumentar la transparencia interna, haciendo públicos, entre otros datos, todos los gastos del partido.

Para Tettamanti, la salida del exvicepresidente “ha dejado a todos con un sentimiento de enorme orfandad”. “Hubiera sido el momento propicio para dejarnos unos meses de debate interno”, ha señalado, para “pensar en el futuro” de la fuerza política. El edil considera que es el momento de las bases, un aspecto en el que también ha incidido la candidatura de Belarra. “No queremos unos militantes solo para pegar carteles o repartir propaganda, queremos que se sientan a gusto en nuestro partido. Hemos perdido muchos inscritos valiosos. Esa ilusión que nos guiaba y ha ido decayendo”, ha manifestado.

El otro candidato alternativo a Belarra, la principal aspirante con una lista en la que se integran los pesos pesados del partido, es Fernando Barredo, exdirigente de Podemos en Castilla-La Mancha, quien ya se presentó contra Iglesias en la asamblea celebrada hace un año. Después de la victoria del entonces vicepresidente del Gobierno, Barredo denunció a la formación ante la Fiscalía al considerar que en el proceso se había dado ”falsedad, fraude y corrupción”, aunque su acusación fue archivada. En esta ocasión, el cabeza de lista de la candidatura Nuevo impulso por la democracia interna en Podemos considera, en declaraciones a EL PAÍS, que Belarra está “perpetrando un auténtico pucherazo” en las primarias al incluir 97 nombres (además del de la ministra) en su candidatura al Consejo Ciudadano Estatal, cuando el límite, afirma, “está en 62″. Sin embargo, el reglamento del proceso especifica que el tamaño del órgano “lo dictaminará el documento organizativo ganador”.

Vistalegre IV lejos de Vistalegre

Para el cierre presencial de su cuarta Asamblea Ciudadana (conocida popularmente como Vistalegre IV), los próximos 12 y 13 de junio, Podemos cambiará el Palacio de Vistalegre, en Madrid, por un auditorio en Alcorcón. Después del proceso de 2017, que derivó en un duro enfrentamiento entre Iglesias e Íñigo Errejón, el partido ya planeaba el año pasado cambiar de escenario, aunque finalmente la pandemia de covid-19 obligó a cancelar el evento y este se desarrolló íntegramente de forma telemática. Para la nueva cita, la situación epidemiológica aconsejaba también la celebración de un formato más reducido con limitaciones de aforo.