España encara el fin de la pandemia: 85 millones de vacunas en seis meses
Sánchez anuncia que el 70% de la población estará inmunizada a finales de agosto
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, redobla la apuesta pese a los retrasos y mantiene las previsiones de vacunación: antes de seis meses, el 70% de la población española (33 millones de personas) estará inmunizada y el mayor problema sanitario en la historia del país, resuelto. Mientras en la UE se multiplican las dudas por los constantes problemas y el ritmo mucho más lento que el de EE UU o el Reino Unido, el jefe del Ejecutivo realizó este martes una comparecencia específica para lanzar un mensaje optimista y garantizar que los planes se cumplirán porque en los próximos seis meses, a...
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, redobla la apuesta pese a los retrasos y mantiene las previsiones de vacunación: antes de seis meses, el 70% de la población española (33 millones de personas) estará inmunizada y el mayor problema sanitario en la historia del país, resuelto. Mientras en la UE se multiplican las dudas por los constantes problemas y el ritmo mucho más lento que el de EE UU o el Reino Unido, el jefe del Ejecutivo realizó este martes una comparecencia específica para lanzar un mensaje optimista y garantizar que los planes se cumplirán porque en los próximos seis meses, anunció, llegarán 85 millones de vacunas.
Sánchez fijó este martes varios hitos en el camino del “principio del fin”: cinco millones de ciudadanos vacunados antes del 3 de mayo; 25 millones en la semana del 19 de julio; y 33 millones de personas a finales de agosto, el 70% de la población. A pesar de que se ha incumplido el primer gran objetivo marcado por el Ejecutivo, tener al 80% de la población mayor de 80 años vacunada en marzo —apenas llegó al 44% con la pauta completa—, Sánchez aseguró que la vacunación tendrá un fuerte acelerón en las próximas semanas, según los datos que maneja La Moncloa. Tanto es así que el presidente afirmó que el Gobierno trabaja con el objetivo de que “no sea necesario” prorrogar el estado de alarma a partir del 9 de mayo. Si no se renovara, toda la gestión quedaría en manos de las comunidades, sin toque de queda, la medida estrella que marca el estado de alarma. Las autonomías podrían cerrar comercios y tomar otras decisiones, pero no las más restrictivas que afectan al movimiento de personas.
El Gobierno confía en levantar el estado de alarma tras el 9 de mayo
El Gobierno prevé levantar el estado de alarma el 9 de mayo, la fecha en la que cumple la prórroga de seis meses que se aprobó en noviembre pasado. Pese a la incógnita sobre el alcance que tendrá la cuarta ola, que ya empieza a notarse en muchas comunidades, Pedro Sánchez aseguró ayer que el Ejecutivo confía en que el avance de la vacunación sirva para contener al virus a las puertas del verano. “Queremos que el 9 de mayo sea el punto final al estado de alarma, y para eso trabajamos”, señaló el presidente en su comparecencia ante los medios tras el Consejo de Ministros.
Todo fueron mensajes optimistas, aunque el presidente sostuvo que aún hay que extremar la cautela y cumplir las medidas hasta que avance la vacunación. En el segundo trimestre de este año, explicó, se va a multiplicar por 3,5 el número de vacunas que llegaron a España en el primer trimestre —de 9,7 millones de dosis a 36 millones—.
“Nos estamos aproximando al final de esta pesadilla. Ya queda menos”, vaticinó el presidente, cuyo objetivo era lanzar un mensaje optimista no solo a la ciudadanía sino también al mundo económico. “La vacunación es la política económica más eficaz”, insistió Sánchez. “Estamos ante el principio del fin de la pandemia. El obstáculo es descomunal, pero la solución lo será más aún. España ya tiene un horizonte de salida”, remachó.
Sánchez defendió la gestión de la Unión Europea, muy cuestionada por los evidentes retrasos, y restó importancia a todas las polémicas, además de transmitir confianza en la vacuna de AstraZeneca. “Si hoy España tiene vacunas es porque hemos actuado unidos, la unión es fundamental en la lucha contra la pandemia”, insistió para defender a la UE y evitar entrar al choque con la Comunidad de Madrid por haber sondeado la posibilidad de comprar de forma individual la vacuna rusa Sputnik. “El ritmo de vacunación español es muy positivo en el contexto europeo”, aseguró. El presidente atribuyó todos los retrasos de vacunación en la UE a los “incumplimientos” de AstraZeneca y no a errores de la Comisión Europea.
En las últimas semanas, Sánchez había tenido poco protagonismo mediático en la gestión de la crisis, centrada en las decisiones de las comunidades, pero La Moncloa siempre ha tratado de protagonizar en todo momento las buenas noticias sobre la vacunación. “Este segundo semestre vamos a ver una aceleración en el proceso de vacunación. Vamos a vacunar sin descanso. La velocidad de la vacunación es la principal ocupación del Gobierno de España”, remarcó.
El presidente compareció después de la primera reunión de su nuevo Consejo de Ministros, tras la salida de Pablo Iglesias. La comparecencia se produjo en mitad de las peticiones de la oposición para que cese al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Sánchez se limitó a señalar: “El ministro del Interior cuenta con toda mi confianza”.
Sánchez, que después de una exposición semanal en plena pandemia ha limitado mucho sus comparecencias con preguntas en La Moncloa, abre así paso a un nuevo ciclo político y económico con la salida del túnel de la pandemia a la vista. El presidente quería insuflar optimismo en plena tormenta de dudas. Ahora solo queda que sus planes y objetivos se cumplan esta vez.