El congreso del PP de Sevilla abre una guerra entre Casado y Moreno

El presidente de la Junta planta a García Egea en la clausura del cónclave sevillano

La presidenta del PP de Sevilla, Virginia Pérez, este sábado en el congreso provincial.PP (Europa Press)

El congreso provincial del PP de Sevilla ha levantado un muro de desconfianza entre las direcciones nacional de Pablo Casado y regional de Juan Manuel Moreno y ha abierto un pulso de incierto recorrido cuando aún quedan por celebrar otros cuatro congresos provinciales en Andalucía.

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El congreso provincial del PP de Sevilla ha levantado un muro de desconfianza entre las direcciones nacional de Pablo Casado y regional de Juan Manuel Moreno y ha abierto un pulso de incierto recorrido cuando aún quedan por celebrar otros cuatro congresos provinciales en Andalucía.

El también presidente de la Junta no quiso participar este sábado en la clausura del cónclave sevillano, al que asistió el secretario general del PP, Teodoro García Egea, para evitar “legitimar” con su presencia una elección, la de la candidata oficial Virginia Pérez, plagada de denuncias por irregularidades democráticas; y un congreso que considera “un fracaso”, según fuentes del PP andaluz. También dieron plantón los compromisarios de la candidatura impulsada por el PP andaluz y liderada por Juan Ávila, que trabaja en la presentación de una demanda ante los tribunales.

El congreso del PP de Sevilla empezó a trompicones desde el mismo día en que la presidenta provincial y candidata a la reelección, Virginia Pérez, lo convocó. La dirección regional que lidera Moreno pretendió aplazarlo hasta llegar a un acuerdo entre las direcciones provincial, regional y nacional, pero todos los intentos de consenso han saltado por los aires en el último momento. Unos y otros se acusan de impedir el acuerdo.

El cónclave sevillano lejos de cerrar heridas, deja un partido abierto en canal. En una formación que dice tener 20.000 militantes, solo se inscribieron para votar 2.120. Finalmente se computaron 1.659 papeletas: el 68% (1.129) fueron para Virginia Pérez y el 31% (515) para Ávila. El recuento dejó sorpresas: se anularon las votaciones en tres mesas porque se contaron más votos que votantes. En la última fase del congreso solo quedó viva la lista encabezada por Pérez, quien obtuvo el 93% de los votos de los compromisarios.

La ‘firma’ de Arenas

Los del sector de Juan Ávila no participaron en las votaciones y se ausentaron del congreso, después de que a las dos de la madrugada del sábado saltaran por los aires los acuerdos de integración. Tampoco participó en la votación ni acudió al congreso Javier Arenas, senador por la comunidad autónoma y presidente de honor del PP andaluz, al que Génova cree ver detrás de la candidatura auspiciada por la dirección regional. El entorno de Arenas niega cualquier tipo de maniobra, aunque todos los procesos orgánicos celebrados en Sevilla han llevado siempre su firma.

La propuesta pergeñada por las direcciones nacional y regional incluía una vicepresidencia para Ávila cuya función era la de coordinar al partido con el Gobierno andaluz, el reparto al 50% de las vicesecretarías, mientras en el resto de los órganos la proporción de reparto era de un 65-35. Pérez, según diversas fuentes, fue aumentando estos porcentajes a su favor, hasta que al final todo se rompió.

Ávila anunció que su equipo jurídico trabaja ya en la presentación de una demanda ante los tribunales en la que detallarán todas las “irregularidades”, si antes el comité de garantías no les da la razón. Aseguran que se bloqueó la cuenta del partido para que los militantes no pudieran ponerse al día en el pago de las cuotas y así participar en las votaciones. También afirman que la candidatura rival desde mucho antes de la convocatoria del congreso ofreció a decenas de militantes saldar su deuda con el pago de una cuota única de 20 euros y que se “ocultó información” sobre el listado de compromisarios.

Sin consenso y sin Moreno

El presidente de la Junta decidió no acudir al congreso la madrugada del sábado, una vez que el consenso se frustró. Tampoco lo hicieron la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, y el portavoz en el Ayuntamiento de Sevilla, Beltrán Pérez. El PP de Sevilla no ha informado de quiénes asistirían a la clausura hasta la misma mañana del congreso.

Por parte de Génova asistieron el secretario general Teodoro García Egea y el vicesecretario de Comunicación, el malagueño Pablo Montesinos. Por el PP andaluz, únicamente una presencia: la de la secretaria general, Loles López. La ausencia de Moreno sonó a portazo, porque sí clausuró los congresos del PP de Málaga, Córdoba y Granada (este telemáticamente), todos ellos con listas únicas.

Fuentes del PP andaluz no ocultan los motivos de su ausencia. “No quiere legitimar con su presencia un fracaso”, además de culpar a Pérez de la falta de acuerdo. El número tres del PP andaluz, Toni Martín, escribió en su cuenta en Twitter: “Ahora que empieza la Semana Santa 2021 no quiero dejar de recordar que con los Judas no se pelea... ellos se ahorcan solos”.

Fuentes de la dirección nacional han indicado que “siempre” han trabajado con generosidad para lograr un congreso de unidad y han eludido valorar la ausencia del presidente andaluz: “Tendrán que explicarlo ellos. El PP nacional está representado al máximo nivel”, han asegurado. El PP de Pablo Casado asegura que mantendrá “la hoja de ruta” de celebrar todos los congresos provinciales antes del verano “desde la premisa de la unidad”. Quedan por convocarse los de Huelva, Jaén, Cádiz y Almería. Es en estas dos últimas provincias donde el pulso por el control de la organización es más fuerte.

En Andalucía se acusa a la dirección de Casado de poner presidentes y ejecutivas provinciales afines parar controlar la propia reelección del presidente nacional del partido cuando celebre su congreso. “Van a tumba abierta para quitar a gente y garantizarse la continuidad. Necesita poner presidentes leales”, ha afirmado una fuente regional. La dirección regional teme que Génova imponga a los candidatos y muestra su desconcierto: “No entendemos la obsesión por atacar al primer Gobierno no socialista de Andalucía. Si Pablo Casado tiene alguna opción de gobernar pasa por que en Andalucía estemos fuertes. Es una guerra sin sentido, que genera desconfianza”.

Los congresos provinciales no son el único obstáculo entre Génova y la dirección andaluza. La decisión del PP de Casado de captar a dirigentes de Ciudadanos ha obligado a Moreno a firmar un acuerdo con el partido de Inés Arrimadas para no aceptar en sus filas a los que abandonan Cs. En la clausura, García Egea, la secretaria general del PP andaluz y la presidenta provincial apelaron a la unidad y a cerrar heridas.

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