Las negaciones de Aznar y Rajoy frente a la evidencias de la caja b que apuntalan diez sesiones de juicio

Cuatro ex altos cargos del PP han confirmado ya que cobraron de la contabilidad paralela

José María Aznar y Mariano Rajoy, durante sus declaraciones como testigos en el juicio de la caja b del PP. En vídeo, sus frases en el juicio de la caja b.Foto: EPV

Las declaraciones de este miércoles de los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy, en el juicio sobre la caja b del PP que se celebra en la Audiencia Nacional desde el pasado febrero, han llegado en la décima sesión de una intensa vista oral que ya ha dejado las primeras pruebas que apuntalan la contabilidad paralela que, según la instrucción, el partido mantuvo al menos desde 1990 a 2008 —periodo que el extesorero popular Luis Bárcenas amplía hasta 2009—. “La caja b ...

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Las declaraciones de este miércoles de los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy, en el juicio sobre la caja b del PP que se celebra en la Audiencia Nacional desde el pasado febrero, han llegado en la décima sesión de una intensa vista oral que ya ha dejado las primeras pruebas que apuntalan la contabilidad paralela que, según la instrucción, el partido mantuvo al menos desde 1990 a 2008 —periodo que el extesorero popular Luis Bárcenas amplía hasta 2009—. “La caja b no existe”, defendió Rajoy ante el tribunal. “No he conocido ninguna contabilidad paralela”, afirmó Aznar. Pese a las sentencias de la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo que ya la dan por acreditada.

Casi seis años de espera. La vista comenzó el pasado 8 de febrero, casi seis años después de que el magistrado de instrucción José de la Mata dictase el auto de apertura de juicio oral. Tanto tiempo había pasado desde entonces que uno de los procesados, Álvaro Lapuerta, extesorero del PP, nunca ha llegado a sentarse en el banquillo, pues falleció en 2018. Finalmente, solo cinco personas se enfrentan a peticiones de cárcel: Luis Bárcenas, extesorero del partido; Cristóbal Páez, exgerente; y dos socios y una trabajadora de Unifica, la empresa que reformó la sede de la calle de Génova.

La confesión de Bárcenas. En la primera sesión, dedicada a la fase de cuestiones previas, todos los focos apuntaron a Bárcenas, que durante dos décadas llevó una contabilidad paralela de su puño y letra. No solo era la cara más conocida del juicio, sino que solo unos días antes había enviado una nueva confesión a la Fiscalía Anticorrupción, donde admitía todas las acusaciones que se le atribuyen en este proceso y se mostraba dispuesto a colaborar con la justicia. También, apuntaba sin paliativos a las antiguas cúpulas del PP, especialmente a Mariano Rajoy. De hecho, su defensa aprovechó esta primera jornada para solicitar al tribunal que se estudiara celebrar un careo durante la vista entre el extesorero y el expresidente del Gobierno. Pero los magistrados optaron por denegarlo.

La declaración del extesorero. El interrogatorio a Bárcenas, que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de cinco años de cárcel, se prolongó a lo largo de dos días. Durante el 8 y 9 de marzo, el extesorero acusó a todos los líderes del PP hasta 2008 de conocer la caja b. Según dijo, todos los exsecretarios generales y expresidentes del partido la conocieron, aunque se guardó de no mencionar explícitamente el nombre de Aznar. También enumeró toda una batería de personas a las que, según dijo y reflejan sus apuntes contables, se le pagaron sobresueldos: Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, Federico Trillo, Javier Arenas, Ángel Acebes, Rodrigo Rato… “Sabíamos lo que estábamos haciendo”, remachó.

El extesorero también aprovechó la ocasión para detallar que parte de la reforma de la sede de la calle Génova se pagó con dinero negro. De esa caja b, nutrida por aportaciones de empresarios, él y Lapuerta también sacaron casi 300.000 euros para adquirir acciones del medio Libertad Digital, encabezado por Federico Jiménez Losantos, según su versión.

Cinco ex altos cargos ratifican los apuntes. Las diez sesiones que suma el juicio han servido ya para que cinco ex altos cargos del PP ratifiquen los apuntes contables. En primer lugar, lo hizo el propio Bárcenas, que en 2013 ya facilitó al juez Ruz un pendrive con más documentación que respaldaba su versión. Pero, además, el exgerente Cristóbal Páez admitió ante el tribunal que se le entregaron 12.000 euros en dos pagos de 6.000 que nunca se declararon a Hacienda, pero que constan en los papeles de Bárcenas.

A estos dos testimonios se suman los de Luis Fraga, senador del partido durante 21 años; y los diputados Jaime Ignacio del Burgo y Eugenio Nasarre. Los tres reconocieron que recibieron el dinero reflejado en los apuntes de la caja opaca. Estas declaraciones quedan reforzadas por dos más: por la de Jorge Trías, exparlamentario popular, que relató cómo vio la contabilidad paralela que llevaba Bárcenas antes de que saliera a la luz en 2013 —el extesorero se la dejó para que pudiera analizarla—; y por la de Luis Molero, el cajero del PP, que subrayó que las hojas de los papeles de Bárcenas son iguales que las hojas contables que usaban habitualmente en la formación.

Las antiguas cúpulas se desmarcan. Frente a las evidencias que se acumulan en la vista y a la sentencia del Supremo sobre la trama principal de Gürtel, conocida como Época I y donde se dio por acreditada la contabilidad paralela, las antiguas cúpulas del PP han optado por negar todo. Los ex secretarios generales del partido entre 1990 y 2009 —Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes, Javier Arenas y María Dolores de Cospedal— se enrocaron en rechazar su existencia. La exministra de Defensa fue la más explícita a la hora de dejar claro que, en su opinión, de haber algo irregular, sería responsabilidad de Bárcenas: “La caja paralela no existe. No era del PP. Sería de esa persona”. Una línea que Rajoy y Aznar han seguido.

Un diputado apunta a Aznar. Los intentos de los populares de desacreditar los papeles de Bárcenas y rechazar cualquier tipo de sobresueldo dentro del partido se toparon este martes con el testimonio de Del Burgo. Aunque el exparlamentario popular se esforzó en negar cualquier irregularidad, confirmó que a principios de los noventa se dedicó a recoger cantidades periódicas en la sede del PP —reflejadas en la contabilidad paralela— que después entregaba a Calixto Ayesa, entonces consejero navarro de Salud. Del Burgo calificó ese dinero como una “compensación económica” que el propio Aznar aprobó para Ayesa con el objetivo de ayudarlo, ya que para ocupar el cargo público tenía que dejar su trabajo de médico —lo que reducía sus ingresos— y arrastraba además una deuda de su etapa en UCD. Aznar niega, en cambio, que autorizase esa operación.

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