La ruptura de Ciudadanos se acelera con la salida de otra senadora y otra diputada
El partido pierde el grupo propio en la Cámara alta por las últimas deserciones de Ruth Goñi y Emilio Argüeso
La crisis profunda que atraviesa Ciudadanos ha terminado por quebrar los grupos parlamentarios del Congreso y el Senado. El partido, de hecho, perderá el grupo propio en la Cámara alta, porque con las dos últimas deserciones —la última, en la noche del miércoles, la de la navarra Ruth Goñi, que no renuncia a su acta—, se queda por debajo de los seis senadores que se necesitan. En la Cámara baja, la diputada Marta Martín ha anunciado este jueve...
La crisis profunda que atraviesa Ciudadanos ha terminado por quebrar los grupos parlamentarios del Congreso y el Senado. El partido, de hecho, perderá el grupo propio en la Cámara alta, porque con las dos últimas deserciones —la última, en la noche del miércoles, la de la navarra Ruth Goñi, que no renuncia a su acta—, se queda por debajo de los seis senadores que se necesitan. En la Cámara baja, la diputada Marta Martín ha anunciado este jueves su salida, y ya son dos las renuncias, tras la del miércoles de Pablo Cambronero. Al contrario que el diputado por Sevilla, ella sí entrega el acta, por lo que Cs podrá mantener nueve diputados, al reemplazarla por el abogado Juan Ignacio López Bas, según fuentes parlamentarias. La dirección de Inés Arrimadas está conmocionada ante una ruptura que no por esperada deja de ser dolorosa y que pone a la marca muy difícil remontar la campaña de las próximas elecciones en Madrid, donde se juegan prácticamente la supervivencia.
Se trata de un lento pero incesante goteo de bajas. En Ciudadanos creen que esa cadencia está orquestada desde el PP, para que cada día haya una nueva noticia de abandono y que la imagen sea la de un partido en descomposición. Las salidas en el Senado ―de dos senadores, y un tercero probablemente en los próximos días― son todas de afines a Fran Hervías, exsecretario de Organización del partido con Albert Rivera, que acaba de fichar por el PP, y algunas informaciones apuntan a que su incorporación a los populares pasa por ayudarles a desintegrar Cs con fichajes a cambio de cargos y salarios.
Los últimos abandonos dejarán al partido sin grupo propio en el Senado. La senadora Ruth Goñi comunicó en la noche del miércoles en sus redes sociales que deja Cs, pero que no renuncia a su acta, por lo que se integrará en el Grupo Mixto. Su salida, unida a la del senador Emilio Argüeso, que fue expulsado el miércoles por Cs ante acusaciones de ofrecer prebendas a cargos de Cs para que se vayan al PP, deja a la formación con cuatro senadores, dos menos de los que el reglamento del Senado exige para tener grupo propio. El grupo quedará disuelto al final del periodo de sesiones, es decir, el próximo junio. Esto significará para el partido una importante merma económica, por las subvenciones que dejará de recibir, que ascienden a 387.600 euros anuales.
En el Congreso, Arrimadas conservará nueve diputados, porque Marta Martín, la última baja, ha renunciado al acta y puede ser sustituida. Martín era la diputada más veterana de Cs, la única que seguía desde el primer grupo parlamentario de Cs que entró con Albert Rivera, y era la experta en los temas de educación. En la Asamblea de Madrid el diputado Juan Rubio ha causado baja en el partido, aunque ha alegado que lo hace por motivos personales y ha dicho que colaborará en la campaña de las autonómicas de mayo, según ha avanzado Telemadrid y ha confirmado Europa Press. También se ha descolgado de su formación el diputado Enrique Martínez Cantero. “No comparto ni puedo defender el rumbo que ha tomado la dirección de Ciudadanos”, ha compartido en su cuenta de Twitter.
Giro al centro
Las deserciones tienen todas el mismo elemento común: el problema con el giro al centro de Inés Arrimadas, que trató de pactar con el PSOE una moción de censura en Murcia, que finalmente resultó fallida por la espantada de tres diputados de Cs en la Región que habían firmado la moción y luego se echaron atrás a cambio de puestos en el Gobierno murciano del popular Fernando López Miras. Una amplia corriente interna considera que la formación, aunque se autodefine como centrista, no debe llegar a acuerdos con los socialistas, sino solo con el PP. “Ciudadanos ha cambiado de ideología”, sostiene Goñi en su carta de despedida. El partido, considera la senadora, “ha enterrado sus valores liberales para seguir abrazándose al sanchismo”.
En términos muy similares se expresa en su carta de despedida el diputado Pablo Cambronero, que anunció su marcha este miércoles. El parlamentario alude en su misiva al Ciudadanos de 2019, entonces liderado por Albert Rivera, que emprendió un giro a la derecha aprobando un veto a cualquier pacto con el PSOE. Rivera terminó dimitiendo tras hundirse de 57 a 10 diputados en las generales de noviembre de ese año. “Ese partido, liderado por Albert Rivera, prometió a los ciudadanos para conseguir su apoyo que jamás pactaría con el Sánchez socio de Podemos, ERC y Bildu”, enfatiza el diputado.
El portavoz de la ejecutiva de Cs, Edmundo Bal, les ha contestado a ambos esta mañana desde el Congreso: “Se lo están inventando. Están fabricando excusas que son mentira”. “Hemos sido coherentes. Somos el puente entre el PP y el PSOE, lo venimos demostrando desde el 10 de noviembre; no han entendido nada. Y es una pena”, se ha quejado. Bal ha hecho una férrea defensa del centro político, que tiene como una de sus principales notas características ser capaz de pactar a izquierda y a derecha. “Aquellos que están apostando por una de las dos Españas no están entendiendo lo que es el centro político”, ha reflexionado Bal, que ha reafirmado también que Cs mantendrá el rumbo: “Estamos en el camino correcto y de aquí no nos vamos a mover”.
La cúpula de Ciudadanos denuncia una “ofensiva del PP para tratar de destruir a Cs” con todo tipo de promesas de cargos y prebendas para que salten de un partido a otro. Bal ha criticado lo que ha definido como la “jornada de puertas abiertas a los tránsfugas” del PP y ha defendido que los populares no representan un proyecto de centro, aunque se reivindiquen como tal. Como ejemplo de sus diferencias ha aludido al apoyo de su partido a la ley de eutanasia, a la que el PP se opone.
La dirección aguanta el tipo y trata de lograr un cierre de filas de los que se quedan. “Lo importante es que lo que nos quedemos nos lo creamos de verdad. Solo eso”, dice una fuente próxima a la líder. Arrimadas ha tratado de girar Ciudadanos hacia su vocación de centro originaria, después de la derechización del proyecto de Rivera en 2019, pero una parte importante del partido no está dispuesta a seguirla en ese camino.