Espadas en alto entre las Comunidades Autónomas por el fondo europeo

El enorme agujero que ha dejado la pandemia en las arcas autonómicas ha tensado el reparto de los recursos extra que recibirán las comunidades para la reconstrucción. La primera entrega de los 16.000 millones del fondo covid, ideado por el Ejecutivo para compensar el gasto sanitario, se ha saldado con varias comunidades, tanto del PP como del PSOE, calificando de “injustos” los criterios empleados para calcular las cuantías. Ahora toca distribuir...

El enorme agujero que ha dejado la pandemia en las arcas autonómicas ha tensado el reparto de los recursos extra que recibirán las comunidades para la reconstrucción. La primera entrega de los 16.000 millones del fondo covid, ideado por el Ejecutivo para compensar el gasto sanitario, se ha saldado con varias comunidades, tanto del PP como del PSOE, calificando de “injustos” los criterios empleados para calcular las cuantías. Ahora toca distribuir los 140.000 millones que le corresponden a España del fondo europeo, una cantidad que incluye algo más de 72.000 millones de ayudas a fondo perdido y otra parte en créditos. Las espadas autonómicas ya están en alto.

Cataluña espera que las ayudas se entreguen en función de varios criterios más allá del poblacional. “Aspiramos por nuestro peso económico, por la capacidad tractora y por los efectos de la covid-19 a que nos lleguen unos 30.000 millones de los fondos europeos. Ya tenemos los proyectos en marcha”, defendió esta semana el vicepresidente catalán Pere Aragonès (ERC) en la presentación de su plan de reconstrucción, en el que la mayoría de los programas se plantean contando con las transferencias europeas. Eso supondría algo más del 21% del total para Cataluña: el peso de la población catalana en el conjunto de España es del 16%; el PIB catalán ronda el 20% del total español. Los socios del Govern tienen visiones distintas sobre si además deberían recurrir a los préstamos incluidos en el acuerdo. Torra anunció que apuesta por endeudarse si es necesario; en ERC no lo tienen tan claro.

La Comunidad de Madrid se limita a reivindicar que las autonomías reciban parte de esos fondos porque “son las que afrontan el coste sanitario de la pandemia, sus consecuencias económicas y el desempleo”. Andalucía, por su parte, demanda que el dinero se reparta en función de la población, PIB per cápita y tasa de desempleo de cada territorio. El Gobierno andaluz de PP y Cs alega que son los mismos parámetros que aplicó Bruselas para asignar a España 140.000 millones: “Es el criterio que, en lógica coherencia, debe adoptar el Gobierno de España”, señalan fuentes de la Junta.

Pero cuadrar ese círculo será cualquier cosa menos fácil. Castilla-La Mancha no está de acuerdo con la posición andaluza. El socialista Emiliano García-Page defiende que el fondo europeo se distribuya según el impacto de la covid. “Donde más ha afectado la pandemia es donde más dinero y más esfuerzo hay que hacer”, señala el castellanomanchego, que en la Conferencia de Presidentes del 31 de julio, además de estas peticiones, planteará la revisión del modelo de financiación autonómica.

Euskadi declina desvelar sus demandas, y Asturias se limita a celebrar la “reacción solidaria” de Bruselas. La Comunidad Valenciana sí pone cifras a sus expectativas: el Gobierno del socialista Ximo Puig considera que debería recibir unos 7.000 millones en ayudas a fondo perdido, un 10% del total, en relación con el peso de su población en España. Compromís, socio de los socialistas en la Generalitat, ha pedido que las comunidades participen con el Gobierno en el diseño del reparto.

El Gobierno popular de Murcia exige “criterios justos, objetivos y transparentes que compensen el actual desequilibrio territorial”, señala el consejero de Presidencia y Hacienda, Javier Celdrán. Al igual que Andalucía, reclama que para distribuir el dinero se mantengan los criterios europeos de población, renta per cápita y desempleo. En su opinión, con esa partida el Estado debería crear un “fondo de compensación extraordinario” que, en el caso de Murcia, serviría para paliar la infrafinanciación “agravada en esta situación dramática por el injusto reparto” del fondo covid del Ministerio de Hacienda. Fuentes del Ejecutivo de Cantabria piden también un trato especial para las comunidades que resultaron menos beneficiadas en la distribución de la primera entrega del fondo covid y defienden que “se tenga en cuenta el coste efectivo de servicios”. Hacienda aduce que PSOE, Podemos, PP, Cs, ERC, JxCAT, Más País, Compromís y Coalición Canaria votaron a favor de los criterios de distribución de ese fondo, a pesar de las quejas.

Castilla y León pide conocer “cuanto antes” los criterios del nuevo reparto. “Tendremos planes preparados para emplearlos en el proceso modernizador por el que apostamos, basado en la transformación digital, la nueva economía, la sostenibilidad, los servicios públicos de calidad y el desarrollo rural”, afirma el popular Alfonso Fernández Mañueco, quien exige que estos recursos “mantengan o compensen” las ayudas de la PAC y sirvan para una “transición justa” en las cuencas mineras.

El gallego Alberto Núñez Feijóo (PP) no ha explicado aún qué parámetros defenderá para el reparto del fondo, pero sí ha anunciado que quiere “participar de forma activa” en el proceso y así se lo trasladará a Sánchez en la Conferencia de Presidentes. Galicia es una de las comunidades que más han criticado la distribución del fondo covid, en la que recibió un 20% menos por habitante que la media española. Para Feijóo los criterios utilizados por el Gobierno, que provocaron que Madrid y Cataluña recibieran casi la mitad de los fondos, son “más políticos que sanitarios”.

Con información de Camilo S. Baquero, Eva Sáiz, Juan Carlos Espinosa, Juan Navarro, Ignacio Zafra, Virginia Vadillo y Manuel Viejo.