El PSOE se estanca en las primeras elecciones tras la pandemia
Los socialistas no sacan provecho del ‘efecto Moncloa’ ni del desplome de Podemos
Pedro Sánchez cerró este domingo una semana aciaga en Galicia y el País Vasco tras la derrota de la candidatura de Nadia Calviño al Eurogrupo. El PSOE logró mejorar por un solo diputado (15 escaños) el resultado de las gallegas de 2016, su peor dato, y solo creció un escaño en Euskadi. Con una diferencia sustancial: en...
Pedro Sánchez cerró este domingo una semana aciaga en Galicia y el País Vasco tras la derrota de la candidatura de Nadia Calviño al Eurogrupo. El PSOE logró mejorar por un solo diputado (15 escaños) el resultado de las gallegas de 2016, su peor dato, y solo creció un escaño en Euskadi. Con una diferencia sustancial: entonces no estaban en el Gobierno y la bronca entre los partidarios y detractores de facilitar la investidura de Mariano Rajoy condicionó las elecciones. Sánchez dimitió una semana después en el convulso comité federal del 1 de octubre. A diferencia de las autonómicas de mayo del año pasado, tampoco hubo un efecto Moncloa en los primeros comicios marcados por el coronavirus. El único consuelo fue que la coalición con el PNV para reeditar el Ejecutivo vasco salió reforzada.
Las elecciones más atípicas por la covid-19 constataron los peores augurios en Galicia, donde Gonzalo Caballero no sacó tajada del hundimiento de Podemos y las mareas. El candidato socialista, que en los comicios aplazados de abril se veía con opciones serias de poner fin a las mayorías absolutas de Alberto Núñez Feijóo y presidir la Xunta con más de 20 diputados, se vio superado por el BNG. Una posibilidad que en el PSOE se resistían a asumir pese a la campaña al alza de Ana Pontón la última semana. Los socialistas gallegos esperaban al menos 17 escaños. El sorpasso escoció tanto o más que el de En Marea en 2016, cuando los socialistas perdieron la hegemonía en la izquierda por 17.000 votos. El Bloque resultó en estas elecciones más atractivo en las ciudades.
Los pronósticos más pesimistas de La Moncloa, donde advertían que no se rebasarían los 10 escaños en Euskadi, también se cumplieron. Trece diputados era el mejor escenario que manejaba el PSE-EE. La baja participación les perjudicó.
Las expectativas en Ferraz eran tan bajas que, salvo la vicesecretaria general, Adriana Lastra, y el secretario de Organización y ministro de Transportes, José Luis Ábalos, la plana mayor del PSOE no acudió a la sede del partido. Ábalos calificó el resultado en Galicia como “insuficiente” mientras que las expectativas “se cumplieron” en el País Vasco. “No son unos datos buenos, pero no se ha producido un desgaste. El PSOE ha aguantado la ofensiva contra el Gobierno durante la crisis del coronavirus”, sentenció.
Sánchez no asistirá a la ejecutiva telemática de este lunes: el presidente despachará a primera hora con el comité de seguimiento del coronavirus y después viajará a La Haya, donde iniciará con el primer ministro holandés, Mark Rutte, una ronda de reuniones previas al Consejo Europeo. El Ejecutivo espera atraer a sus posiciones a los denominados países frugales, reacios a las condiciones más laxas que España, entre otros, piden para el fondo de reconstrucción comunitario.