Sánchez prevé convocar la mesa de diálogo en julio pero ve a ERC condicionada por las elecciones

El presidente del Gobierno seguirá jugando a todas las bandas posibles ante la votación más importante del año, la de las enmiendas a la totalidad de los primeros Presupuestos de la coalición, que llegará presumiblemente en octubre. En una conversación informal con los periodistas de varias agencias de noticias, televisiones y radios que le acompañan en el viaje a Mauritania, Pedro Sánchez, ha dejado claro ...

El presidente del Gobierno seguirá jugando a todas las bandas posibles ante la votación más importante del año, la de las enmiendas a la totalidad de los primeros Presupuestos de la coalición, que llegará presumiblemente en octubre. En una conversación informal con los periodistas de varias agencias de noticias, televisiones y radios que le acompañan en el viaje a Mauritania, Pedro Sánchez, ha dejado claro que quiere mantener abierta la puerta tanto a un apoyo de ERC en esas cuentas como a la entrada de Ciudadanos, aunque ambos le exigen insistentemente que elija entre ellos.

Por un lado, Sánchez ha insistido en que mantiene su intención de que la mesa de diálogo Gobierno-Generalitat se reactive con una reunión en la segunda mitad de julio, una exigencia de ERC para poder negociar después los Presupuestos. Pero a la vez, el presidente cree que es posible que Ciudadanos entre a apoyar las Cuentas de la coalición y no cree que la reunión de la mesa sea un impedimento para esa negociación con el partido de Inés Arrimadas.

En esta nueva cita, que en teoría tocaría en Barcelona, no estarán ni Sánchez ni el president, Quim Torra. El acuerdo era que no irían a todas las reuniones. Fuentes del Gobierno y de ERC confirman que está previsto empezar de inmediato a cerrar la cita pero aún no han cuajado las negociaciones. Sánchez cree que Ciudadanos no podrá reprocharle la reunión porque su obligación como presidente es dialogar. Según la vicepresidenta Carmen Calvo, que probablemente dirigirá la delegación del Ejecutivo, el Gobierno está “pendiente” de que los socios del Govern catalán, Junts per Catalunya y ERC, propongan una fecha para la mesa, que solo tuvo un encuentro, en febrero pasado. En teoría tendría que reunirse todos los meses, pero la pandemia lo ha impedido hasta ahora.

Sánchez mantiene así abiertas las dos opciones, aprobar los Presupuestos con Ciudadanos o con ERC, pero admite que las elecciones catalanas, que fuentes los independentistas apuntan para octubre o noviembre, planean sobre esta negociación y por tanto complicación la opción de la mayoría de la investidura, que es la que prefieren tanto Unidas Podemos como el PNV pero también un sector importante del PSOE.

El presidente insiste en que la legislatura durará cuatro años y ve a su Gobierno reforzado. Ahora que ha pasado lo peor de la crisis, Sánchez cree que la coalición se ha consolidado en estos meses, no solo por los momentos difíciles que han gestionado sino también porque se ha unido frente a los duros ataques de la oposición. El presidente ha reprochado la actitud de Pablo Casado, líder del PP, no solo en público, sino también en privado. Sánchez está convencido de que el PP se ha equivocado con su estrategia porque electoralmente no tiene efectos, ya que los bloques izquierda-derecha siguen estables, y porque al comienzo de la legislatura y en plena pandemia no tiene sentido el tipo de oposición que ha hecho el principal partido de la oposición.

Sánchez se prepara ahora para un mes de julio muy intenso en el que la clave de todo está en la negociación del gran fondo europeo de reconstrucción, en el que él está centrado. De ese acuerdo depende toda la política española también porque ahí se verá el margen que tiene el Gobierno para los Presupuestos y por tanto para negociar también con los demás grupos políticos. Sánchez confía en que se cierre el acuerdo en julio, y es optimista sobre todo por el papel de Alemania, que está impulsando ese gran pacto.