Las polémicas de Díaz Ayuso revientan la estrategia del PP

Tras una semana de reveses políticos, en la que el PP se convirtió en una fuerza irrelevante en la votación de la prórroga del estado de alarma –su voto no afectaba al resultado–, Pablo Casado trataba de recuperar la iniciativa política con la comisión parlamentaria para la reconstrucción y la presentación de un plan alternativo al del Gobierno para gestionar la epidemia. El líder de la oposición compareció en su primera rueda de prensa desde el pasado 20 de abril con las exministras Ana ...

Tras una semana de reveses políticos, en la que el PP se convirtió en una fuerza irrelevante en la votación de la prórroga del estado de alarma –su voto no afectaba al resultado–, Pablo Casado trataba de recuperar la iniciativa política con la comisión parlamentaria para la reconstrucción y la presentación de un plan alternativo al del Gobierno para gestionar la epidemia. El líder de la oposición compareció en su primera rueda de prensa desde el pasado 20 de abril con las exministras Ana Pastor y Elvira Rodríguez y el responsable de Justicia, Enrique López, para, además de criticar al Gobierno, mostrar "Activemos España”, 25 propuestas en materia sanitaria, económica y jurídica. Pero las sucesivas polémicas de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y las incógnitas sobre los dos apartamentos de lujo en un hotel en el que vive desde hace dos meses, han reventado la estrategia del PP.

Díaz Ayuso ya acaparó el lunes la rueda de prensa de presentación del plan de Casado, tanto por la accidentada petición de avance en la desescalada –que provocó la dimisión de su directora general de Salud Pública– como el apartamento en el que se hospedaba. “Sigue vigente nuestro código ético y si hubiera que hacerlas, haremos indagaciones”, declaró el presidente popular. Dicho código prohíbe a los populares aceptar “trato de favor o situación que implique privilegio o ventaja en su condición de miembros del Partido Popular” así como aceptar “regalos o atenciones” que “por su importe o causa” no se correspondan “a los usos y costumbres sociales y de cortesía”. Según la cadena hotelera, Ayuso pagará 80 euros al día por hospedarse allí, muy por debajo del precio habitual, atendiendo a su “larga estancia”.

Este miércoles, cuando el propósito era desgastar al Ejecutivo en la sesión de control al Gobierno, volvieron a multiplicarse en el Congreso de los Diputados las alusiones a la presidenta madrileña. Casado había marcado la línea de réplica el lunes, al defender la gestión de Ayuso y asegurar que la izquierda había orquestado una “evidente campaña de desprestigio” contra ella. La portavoz en la Cámara, Cayetana Álvarez de Toledo, habló de “campaña obscena” y le dijo a la vicepresidenta Carmen Calvo que debía dar las gracias a Ayuso por su buena gestión. El día anterior, el expresidente José María Aznar había arropado también a la presidenta madrileña, con la que participó en un aula sobre liderazgo.

Díaz Ayuso comunicó que se había confinado en el apartahotel de la cadena Room Mate el pasado 16 de marzo cuando dio positivo por coronavirus. Según la cadena hotelera, el acuerdo con la presidenta para que se hospedara allí se hizo antes de la declaración del estado de alarma del 13 de marzo. La Comunidad de Madrid informó el pasado 6 de mayo de la aprobación de un gasto de 806.193,15 euros para atender a personas mayores en dos hoteles adaptados como residencias durante la crisis del coronavirus. El martes, publicó que el adjudicatario del servicio era Room Mate, y por un valor de 565.749,62 euros. El documento fue modificado para atribuirle el contrato a la Coordinadora del Tercer Sector por 240.443,57 euros. La Comunidad lo atribuyó a “un error humano” y el hotel niega haber sido premiado con ningún contrato del Gobierno madrileño.

Fuentes de la dirección nacional del PP insisten en que se trata de una campaña “para desviar la atención” de los errores del Ejecutivo, pero las sucesivas polémicas en torno al Gobierno madrileño, donde la coalición entre el PP y Ciudadanos pasa por su peor momento, impide a los populares marcar su propia agenda, que esta semana se centraba en la negativa del Gobierno a revelar los nombres del comité de expertos, críticas por falta de test y cambio de criterio en el uso de las mascarillas y explotar el concepto de “desescalada jurídica” para oponerse a la prórroga del estado de alarma. Incluso en la rueda de prensa en la que este miércoles, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, comunicó su intención de celebrar las elecciones autonómicas “cuanto antes”, varias preguntas indagaron en la opinión del barón gallego, el único con mayoría absoluta y el más influyente en el partido, sobre los dos apartamentos ocupados por Díaz Ayuso a 600 kilómetros de la Xunta. Feijóo, como ya hizo cuando la Comunidad de Madrid presentó, con muchos menos casos, la misma petición que él para avanzar en la desescalada, se zafó asegurando que no tenía información al respecto. Evitó respaldarla. Tampoco el resto de barones lo han hecho estos días.

Díaz Ayuso es la apuesta más fuerte de Casado, que la ha presentado como ejemplo de contrapeso y de alternativa, como muestra de lo que harían en el Gobierno si ocupasen La Moncloa. El líder del PP multiplicó los actos con ella y con el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, tras recibir encuestas alentadoras tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento de Madrid. A nivel nacional, el partido experimentó una importante subida a finales de abril, pero el último estudio de Metroscopia, con una muestra de 3.368 entrevistas, muestra que ese crecimiento se ha diluido en mayo, aunque desde las elecciones generales de noviembre, los populares han mejorado tres puntos su porcentaje.

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