Sánchez y Casado se reunirán el lunes sin expectativas de acuerdo
ERC participará en la mesa para la reconstrucción y pide que se reactive la mesa de diálogo sobre el conflicto catalán
No hay ninguna expectativa de acuerdo entre el Gobierno y el PP, pero al menos ya hay día y hora para una reunión. Pedro Sánchez y Pablo Casado se verán por videoconferencia el lunes a las 11.00. El líder de la oposición ha retrasando varios días el encuentro para mostrar así su malestar –será el último en reunirse, y no el primero como pretendía el Ejecutivo– pero no llega al extremo de Vox, que se ha negado a asistir. La ministra portavoz, María Jesús Montero, ha anun...
No hay ninguna expectativa de acuerdo entre el Gobierno y el PP, pero al menos ya hay día y hora para una reunión. Pedro Sánchez y Pablo Casado se verán por videoconferencia el lunes a las 11.00. El líder de la oposición ha retrasando varios días el encuentro para mostrar así su malestar –será el último en reunirse, y no el primero como pretendía el Ejecutivo– pero no llega al extremo de Vox, que se ha negado a asistir. La ministra portavoz, María Jesús Montero, ha anunciado la cita esta vez después de cerrarla con el PP y ha confiado en que el principal partido de la oposición acepte participar en la llamada “mesa de la reconstrucción” la próxima semana, como han hecho todos los demás grupos, incluida ERC, con la que el presidente se reunió hoy.
La cita se ha cerrado como quería el PP, diferenciada del resto de los partidos y por acuerdo para el lunes de esta próxima semana, pero “sin prácticamente ninguna expectativa” de acuerdo por su parte, como ha dejado claro el propio líder popular, Pablo Casado, en sus últimas intervenciones, según reiteran fuentes de la cúpula popular. El PP no cree en estos nuevos Pactos de La Moncloa que busca el Gobierno. La cita del lunes llegará asi rodeada de una gran desconfianza del PP, como se volvió a observar este pasado miércoles durante las preguntas en la sesión de control al Gobierno en el Congreso. Casado ya aclaró esta semana que su partido preferiría que la negociación de los distintos planes y actuaciones a poner en marcha se lleve al Congreso, dividida en grupos técnicos y políticos en diversas comisiones, y la más territorial a la comisión general de comunidades autónomas del Senado. Casado tampoco está contento con el trato que le dispensa el presidente como líder de la oposición ni con el rol que ha asumido Sánchez en estas rondas como si fuera él el jefe del Estado en vez del rey Felipe VI. Esa atribución ya se la achacó durante esta semana. Los dos máximos dirigentes políticos del país apenas hablan y cuando se producen los contactos telefónicos duran muy poco y son para dar por hecho su apoyo a las prórrogas de los estados de alarma. Esta semana también está previsto que traten el asunto, que debería votarse el miércoles en el Congreso si, como todo indica, hay que prorrogarlo dos semanas más.
El presidente se ha reunido este viernes por vía telemática con el portavoz de ERC en la Cámara baja, Gabriel Rufián, y con los portavoces de los partidos pequeños inscritos en el Grupo Mixto. Rufián ha confirmado que estarán en esa mesa. “Sí vamos a estar en ese espacio de reconstrucción para intentar ayudar a la gente. Nuestro único límite es la invasión competencial”, ha explicado tras el encuentro con el presidente, que ha durado unos 50 minutos.
ERC está dispuesta a sentarse a negociar un gran acuerdo sobre las medidas económicas y sociales para salir de la crisis, pero al mismo tiempo presiona al Gobierno pidiendo que se reactive la mesa de diálogo sobre el conflicto catalán, que quedó en hibernación con el estallido de la pandemia. Los republicanos la vuelven a poner en escena pero no como condición para participar en el acuerdo para la salida de las crisis del coronavirus. Tampoco fijan plazos. “Hace tiempo que aprendimos que las sogas al cuello en política son malas. No vamos a poner un marco temporal a la mesa de diálogo o negociación sobre Cataluña”, ha reconocido Rufián.
El portavoz de ERC defiende que este momento es adecuado para que el Gobierno español y el catalán vuelvan a dialogar sobre el conflicto territorial en Cataluña, a pesar de la gestión de la pandemia. “Siempre es el momento idóneo para hablar y para hacer política. Si nos creemos que hay que hablar de una nueva realidad, como demócratas, hay que hablar de un ingreso mínimo vital pero también de ciertas injusticias”, ha defendido.
Los socios de investidura de Sánchez no plantean problemas por sentarse a la misma mesa que el PP o Ciudadanos para buscar un gran acuerdo para la salida de la crisis del coronavirus, pero Rufián sí insiste en que Sánchez debería elegir y apostar por un acuerdo con sus socios de la moción de censura: Unidas Podemos y los nacionalistas catalanes y vascos. “La mesa de partidos debe seguir el espíritu de la moción de censura. La presencia de Vox, y de los amigos de Vox, PP y Ciudadanos, aunque Ciudadanos está haciendo un viraje, es difícil, porque al final el mejor camino para llegar al totalitarismo es el neoliberalismo. Las únicas políticas de PP y Vox son corbatas negras. Lo veo complicado”, ha expresado Rufián. El portavoz de ERC ha evitado confirmarlo para no revelar una conversación privada, pero sí ha dejado caer que Sánchez le ha comunicado que volverá a pedir una prórroga del estado de alarma.
El comunicado de esta formación, más duro que la rueda de prensa de Rufián, deja claras las discrepancias de ERC: “Disconformidad con la gestión de la crisis del coronavirus por la centralización de competencias y de material. Por los recortes en las políticas activas de empleo. Por la perspectiva ultranacionalista de la crisis. Por el error de poner al mando de la comunicación de crisis al ejército. Por la aproximación a la derecha. Por la improvisación constante”, señala el texto. “No estamos aquí para blanquearlos. No repetiremos los errores / estafas del 77. No aceptaremos ninguna invasión competencial”. ERC plantea además “reactivar la Mesa de Diálogo y Negociación”, aunque concluye: “Podrán contar con nosotros como siempre para idear e implementar políticas económicas y sociales para dignificar la vida de la gente. Y más ahora”.
“En este momento, y hasta que podamos ganarle la batalla al virus, todos los gobiernos, también el de Cataluña, estamos volcados en esta crisis” ha señalado Montero para descartar que el Ejecutivo vaya a reactivar ahora la mesa de diálogo con la Generalitat que debería reunirse cada mes pero quedó parada por la pandemia de coronavirus. Montero asegura que ERC no ha vinculado las dos mesas en su reunión con el presidente.
Otros partidos minoritarios con los que se ha reunido hoy Sánchez también han mostrado su disposición a llegar a un acuerdo, pero le han planteado algunas reservas. Coalición Canaria ha reclamado “que haya un documento sobre la mesa” sobre el objetivo de los pactos y EH Bildu ha avisado de que no participará en ningún foro que “tenga como objetivo reforzar el Régimen del 78”, pero sí participará para buscar una salida a la crisis del coronavirus. El Partido Regionalista de Cantabria ha reafirmado por su parte su disposición “absoluta” a reeditar unos nuevos Pactos de La Moncloa.
Una vez finalizada la ronda con los partidos, el Ejecutivo abrirá otra con las comunidades autónomas, los ayuntamientos –a través de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP)– y otra con la patronal y los sindicatos. Todas estas reuniones deberían concluir en esa mesa que quiere poner en marcha el Gobierno, pero aún no hay ningún tipo de documento ni guía. “Plantearemos un orden del día abierto, flexible, no vamos a acotar el perímetro de discusión. Nuestra actitud es humilde, flexible. Cuantas más fuerzas participen, mejor; nuestra vocación es que todas puedan participar con libertad. Agradecemos que hayan aparcado las diferencias ideológicas y hayan puesto a los ciudadanos por delante”, ha señalado Montero.
La portavoz ha desvinculado de nuevo la mesa de los Presupuestos de 2021: “Esta mesa no está diseñada para pactar los Presupuestos, pretende tener una visión compartida de los retos a los que se enfrenta al país. Pero si se llega a ese diagnóstico eso alimentará el esqueleto de prioridades de los Presupuestos, aunque son dos elementos diferentes. Un cosa es la mesa de reconstrucción y otra el pacto por los Presupuestos”.
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