Rivera desliza su apoyo a Arrimadas para presidir Cs: “Mi voto es un secreto a voces”

El exlíder de Cs evita comentar las decisiones del partido: “No pretendo ser un expresidente que tutele ni un jarrón chino”

El expresidente de Ciudadanos, Albert Rivera, durante la rueda de prensa en la que ha anunciado su incorporación al despacho de abogados Martínez-Echeverría. Foto: Efe | Vídeo: Chema Moya

Tres meses “y veinte días después” de su marcha de la política, según su propia cuenta, Albert Rivera ha reaparecido con un apoyo, si bien no explícito, suficientemente claro a Inés Arrimadas como próxima presidenta del partido. Algo más delgado y con un ligero bronceado, el exlíder de Cs ha comparecido en rueda de prensa, a una semana de las primarias de Ciudadanos, para anunciar su fichaje como presidente del despacho Martínez Echevarría abogados. Era la primera vez desde su repentina dimisió...

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Tres meses “y veinte días después” de su marcha de la política, según su propia cuenta, Albert Rivera ha reaparecido con un apoyo, si bien no explícito, suficientemente claro a Inés Arrimadas como próxima presidenta del partido. Algo más delgado y con un ligero bronceado, el exlíder de Cs ha comparecido en rueda de prensa, a una semana de las primarias de Ciudadanos, para anunciar su fichaje como presidente del despacho Martínez Echevarría abogados. Era la primera vez desde su repentina dimisión tras el desplome electoral que admitía preguntas de la prensa, pero Rivera ha preferido manejarse con “prudencia” y ha evitado pronunciarse sobre las últimas decisiones de Cs y el congreso del partido, aunque sí ha deslizado su respaldo a Arrimadas. “Tampoco creo que haya que ser un lince para saber lo que yo pienso de Cs y de Inés Arrimadas. Mi voto es secreto aunque pueda ser un secreto a voces”, ha expresado.

Hasta ahí ha llegado su apoyo a Arrimadas y sus opiniones sobre el congreso del partido. “Todos tienen mi respeto, todos han sido compañeros de ejecutiva míos”, ha afirmado Rivera, que tampoco ha tenido una mala palabra sobre el rival de Arrimadas, Francisco Igea, a pesar de que el vicepresidente de Castilla y León integró el sector crítico en su etapa como líder.

Rivera tampoco ha querido pronunciarse sobre la apuesta de Cs por las coaliciones con el PP en País Vasco y Cataluña, a las que como líder siempre se opuso. “España suma, pero la corrupción resta”, decía Rivera para rechazar la fórmula de colaboración que le ofrecía entonces Pablo Casado. El exlíder de Cs ha evitado opinar sobre una decisión que Arrimadas no le consultó. Él, insiste, quiere mantenerse al margen: “No pretendo ser un expresidente que tutele, ni un jarrón chino”.

El exlíder de Cs será presidente ejecutivo del despacho Martínez- Echevarría y presidirá su consejo de administración, lo que pretende compaginar con la participación en foros y conferencias. Antes de dar el salto a la política, en 2006, Rivera fue abogado de La Caixa. Antes de la treintena se convirtió en presidente de Ciudadanos, y recién estrenados los 40 vuelve a la abogacía. No está en sus planes volver a la política a medio plazo porque ha fichado “por varios años” con el bufete. “Mi libertad para llegar a Cs y para irme ha sido mi profesión, el Derecho”, ha defendido Rivera, en un elogio de la política no profesional.

Desde su dimisión el pasado 11 de noviembre, tras un desplome electoral con pocos precedentes en la política española, Rivera no ha ofrecido aún su tesis de lo ocurrido. Hoy tampoco lo ha hecho. Se ha remitido a su próximo libro, que se publica el 15 de abril, y a las entrevistas que concederá entonces: “Tendremos ocasión en otro foro”. Pero sí ha deslizado que no cree haberse equivocado en el asunto central que le reprocha un sector de su partido, el que ahora lidera Francisco Igea: no haber intentado con más fuerza un acuerdo con el PSOE cuando ambos partidos sumaban 180 diputados. Se le ha preguntado si se arrepiente de no haber aceptado convertirse en vicepresidente de Pedro Sánchez y haber evitado que los nacionalistas decidieran la investidura. “Esa película no ha existido”, ha contestado. "Es una ensoñación de alguien”, ha zanjado. En estos tres meses "y veinte días”, Rivera ha confesado haber dormido “a pierna suelta”.

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