Azores, la visita a las seis islas del archipiélago portugués que no puedes perderte
De forma excepcional, EL PAÍS Viajes realizará un viaje en el que se visitarán, por primera vez, seis islas de las Azores en un mismo itinerario
Hay muchas formas de conocer las Azores. La mayoría de los viajeros suele centrarse en la isla principal, la más famosa de todas, San Miguel, conocida por sus tres emblemáticos volcanes, Sete Cidades, Fogo y Furnas. Sin embargo, hay mucho más por ver. Cada una de las nueve islas perdidas en el océano Atlántico cuenta con un bellísimo patrimonio monumental, y, sobre todo, natural. Este viaje es, por tanto, para aquellos que quieren adentrarse en una naturaleza extrema, de las más antiguas que se conocen de la Tierra, con sus bosques de laurisilva, pertenecientes nada menos que al Terciario. Si alguna vez soñaste en adentrarte en los paisajes del Jurásico, tu viaje está en las Azores.
Además, este 2026 estás de suerte, porque EL PAÍS Viajes realizará una de las rutas más excepcionales del archipiélago. Mientras la mayoría de los itinerarios se centran en conocer las islas más turísticas, este viaje propone recorrer —en un mismo itinerario de trece días— seis de sus islas. En definitiva, un viaje al corazón de la Macaronesia (Islas Afortunadas), el nombre por el que se conoce al conjunto de archipiélagos del Atlántico norte formado por algunas islas de Senegal, Cabo Verde, Canarias, Madeira, las islas Salvajes y las Azores.
El itinerario del que hablamos es ‘Azores. Viaje al centro del océano’, previsto del 14 al 26 de junio de 2026 y será guiado por el arquitecto y fotógrafo Álvaro Planchuelo. Solo admite a 15 viajeros, así que date prisa en reservar tu plaza. Recorremos en este artículo alguno de los lugares que se podrán visitar. ¡Será un viaje épico, no te lo pierdas!
Terceira, Patrimonio de la Humanidad en las Azores
A medio camino entre América y Europa se encuentran las Azores. Las islas orientales son San Miguel y Santa María; las centrales, Terceira, Faial, Pico, San Jorge y Graciosa; y las occidentales, Flores y Corvo. Esta aventura empieza en Terceira, una isla Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es una auténtica joya para los exploradores porque cuenta con un casco histórico repleto de monumentos.
Angra do Heroísmo, su capital, declarada Patrimonio de la Humanidad, fue uno de los lugares más importantes en las rutas marítimas comerciales entre América y Europa durante la época de la colonización. En la fascinante capital, justo en el Monte Brasil, un antiguo volcán marino hoy día unido por un istmo a Angra do Heroísmo, es donde se encuentra la fortaleza de San Juan Bautista o Castillo de San Felipe que, aunque no se puede visitar por dentro, merece una parada. Fue construida por el rey español Felipe II, ya que era, en aquella época, junto a las fortificaciones de La Habana y Cartagena de Indias, parte del triángulo defensivo de protección de las flotas que traían productos de América, la India y Brasil. Está considerada una de las mayores fortalezas que se conservan en el mundo. En el casco histórico se visitarán también la Catedral del Santo Salvador, la Plaza Vieja, la Iglesia de la Misericordia, la Puerta de la Ciudad, la estatua de Vasco de Gama y las calles principales.
En el techo de la isla se encuentra el Mirador de la Sierra de Santa Bárbara, un lugar que muestra el hermoso paisaje de la costa sudoeste y donde se puede contemplar el bosque de laurisilva del que hemos hablado anteriormente. En la zona del volcán de Santa Bárbara, en el norte de Terceira, se concentran cuevas volcánicas y piscinas naturales, las de Biscoitos, donde algunos viajeros suelen darse un buen chapuzón. Las Furnas do Enxofre es un lugar misterioso donde las condiciones volcánicas del subsuelo se manifiestan en vapores sulfurosos entre bosques de laurisilva.
Rumbo a Faial, navegando entre islas
Esta es la parte del viaje más bonita, porque para llegar a la isla de Faial se navegará entre las islas centrales de las Azores. Como dicen, estas “emergen como esmeraldas flotantes en el Atlántico”. El viaje tiene parada en Calheta (San Jorge) y Madalena (Pico), en una travesía de una belleza inigualable. El ferry parará en el puerto de Horta, la ciudad principal de Faial.
“Esta isla es característica porque todo aquel que da la vuelta al mundo para en ella. La prueba son los numerosos murales que han dejado los viajeros a lo largo de los años y que aún se pueden ver. Es también la isla de los cachalotes, gracias a sus aguas cálidas”, explica Álvaro Planchuelo. Los cachalotes que habitan las aguas de Faial suelen dar la bienvenida —a lo lejos— a los viajeros. ¿Sabías que la historia de Moby Dick se inspiró en esta isla de las Azores? Aunque la caza está prohibida desde el siglo pasado, esta fue el sustento de muchas de las familias azoreñas. Hoy en día, toda esa historia se puede conocer en uno de sus museos más famosos, el Museo de la Fábrica Ballenera de Porto Pim.
Faial no es solo conocida por los cachalotes, sino también por sus volcanes. Concretamente, al oeste de la isla se puede explorar el último volcán surgido en Azores: el volcán Capelinhos con su Centro de Interpretación subterráneo que narra la erupción que cambió la isla en 1957.
Pico, viñedos entre volcanes
Desde el puerto de Horta, con sus históricos murales, nos trasladamos al puerto de Madalena, en la isla de Pico. Allí, en las faldas del gran volcán, nos reciben los viñedos, declarados Patrimonio de la Humanidad, donde el cultivo entre muros de piedra negra desafía el viento y el mar. Para entender mucho más sobre este fenómeno natural, se visita el Centro de Interpretación del Paisaje Cultural de las Viñas.
Flores, la isla del Jurásico
Un viaje en barco nos permite llegar hasta la isla más occidental de las Azores, la isla de Flores, sin duda, la más exuberante de todas por su parecido con el paisaje del Jurásico. Bosques de laurisilva, cascadas, lagunas volcánicas, acantilados… ¡la isla de Flores lo tiene todo!
En la parte sur del Planalto, la meseta que corona la zona central de la isla está salpicada de lagunas. Allí se pueden visitar Lomba, Rasa y Funda con sus miradores asociados y, llegando a la costa oeste, el Mirador de la Rocha dos Bordões. Fajã Grande es probablemente la zona más bella de todo el archipiélago.
Corvo, al fin del mundo
Desde Flores, viajamos en lancha hasta la isla de Corvo, en una hora de travesía donde también se visitan algunas de las cuevas costeras de Flores. Corvo es la isla más diminuta del archipiélago y la situada más al norte, en el límite de la placa tectónica euroasiática con la americana. Más allá solo existen las aguas frías del Atlántico hasta llegar a las costas de Groenlandia, por lo que se tiene la sensación de estar en los confines del mundo.
En esta isla de origen volcánico, Vila Nova do Corvo es el único poblado de la isla, ubicado sobre una falda lávica que constituye la principal superficie plana de la isla. Es una villa pintoresca y poco común que merece la pena visitar. Además de su Centro de Interpretación de Aves Salvajes, hay que subir a la caldera y admirar el cráter.
San Miguel y sus volcanes
El viaje llega a su fin, pero lo hace por la puerta grande. Desde Flores nos dirigimos a San Miguel, concretamente a Ponta Delgada, su capital. San Miguel, la mayor de las Azores, nos espera con sus paisajes idílicos y su cultura vibrante. Es la joya de las Azores y la más turística. Tiene forma alargada y orientación este-oeste compuesta por tres volcanes: Sete Cidades, en el oeste; el volcán de Fogo, en el centro; y el volcán das Furnas, en el este.
Si quieres ver los paisajes más impresionantes de todo el archipiélago, tendrás que viajar al este donde se ubica el Mirador del Pico do Carvão, la Laguna del Canario y el espectacular Mirador de la Gruta del Infierno. Después está el Mirador de la Vista del Rey, con las magníficas vistas de la laguna Azul y de la laguna Verde, antiguos cráteres rellenos de agua. Por la Carretera de las Hortensias se puede ver el Mirador de la Laguna de Santiago y el pueblo de Sete Cidades.
Al este de la isla, en la Gruta do Carvão, se descubren las entrañas del origen volcánico de la isla. La parte central y este de la isla de San Miguel se caracterizan por el Salto del Cabrito en las faldas del volcán del Fuego, una bella cascada con una pequeña laguna de agua refrescante. También por el Mirador de Santa Iria donde se puede descubrir la costa norte; mientras que en Furnas se visitan las fumarolas del Lago das Furnas y de Caldeiras, que recuerdan que aquí el fuego duerme bajo tierra. No dejes de probar sus deliciosos cocidos, el plato típico de San Miguel.
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