Mauritania con Álvaro Planchuelo: nueve días de travesía por el desierto
Desde las dunas del Sáhara a las principales ciudades patrimonio de la humanidad, descubrimos el país africano con uno de los expertos de EL PAÍS Viajes
Como dice Álvaro Planchuelo, viajar a Mauritania es viajar al desierto. Lo cierto es que no se equivoca, porque la mayor parte del territorio del país (el 90 %) lo ocupa el desierto del Sáhara, que ha ido ganando terreno los últimos años debido a la sequía. “En este caso, viajar a Mauritania es viajar al desierto del Sáhara, que es el más grandioso de los desiertos del planeta. Conozco muchos desiertos, Gobi, Kalahari, Oriente Medio, Mojave, Los Andes, Australia… pero como el Sáhara no hay ninguno. Y dentro del Sáhara, que es muy variado, es en Mauritania donde se aprecia mejor su diversidad de paisajes y la sensación de infinitud. Además, es un desierto culto. Hay pinturas y grabados rupestres del neolítico, y de allí surgieron los almorávides, que unieron las tierras entre el río Senegal y el Ebro en el siglo XI”, recuerda. Como explica, también se desarrolló la Ruta de las Caravanas entre los siglos XII y XIX, dejándonos ciudades arqueológicas que hoy son patrimonio de la humanidad como Chinguetti y Ouadane, con sus bibliotecas del desierto y sus habitantes saharauis.
Planchuelo es uno de los expertos con más prestigio y más experiencia con los que cuenta EL PAÍS Viajes. No hay que olvidar que el objetivo de las experiencias ofrecidas por EL PAÍS y Azulmarino es diseñar rutas únicas con un enfoque sostenible y responsable, contribuyendo al bienestar social, económico y medioambiental de los lugares que se visitan. Y Planchuelo, que es arquitecto con formación en fotografía y arqueología, acompaña a los viajeros a destinos en los que quizá aún no habías reparado: Mauritania, Argelia, Senegal, el Himalaya Oriental, el Tíbet, Colombia o Nueva Zelanda, entre muchos otros. Lo cierto es que este aventurero polifacético se conoce África como la palma de su mano; de ahí que atravesar Mauritania con él sea mucho más interesante, ya que, después de tantas visitas, se ha diseñado un recorrido que no se puede encontrar en ningún otro lugar.
“El itinerario tiene un objetivo concreto: acceder al Ojo del Sáhara, una extraña formación geológica constituida por montículos en anillos concéntricos que algunos asocian con la Atlántida, perdida en los confines del Sáhara mauritano. Esto nos permite conocer en profundidad el desierto mientras viajamos hasta allí”, nos explica.
Los viajeros realizarán más de 1.000 kilómetros en buenos vehículos 4x4 recorriendo dunas, rocas, planicies, oasis, pistas… “Una aventura total. No hay nada difícil, pequeños paseos por oasis o dunarios asequibles a todo el mundo. Alternamos noches en vivac en campamentos móviles con pequeños albergues cómodos, con encanto y con baños en las habitaciones para descansar bien de la jornada de viaje. Los campamentos son también cómodos, con tiendas con altura, cama de campaña, edredón, buena cocina y fuego al anochecer. Cuando llegamos está ya todo montado cerca de una gran duna. Esas noches en el desierto tienen algo realmente mágico”, añade.
Desde que Planchuelo fundó, junto a un grupo de amigos, Campamentos Solidarios en Senegal en 2001, siempre ha tenido una relación con el país vecino del norte, Mauritania. Cuando realizaron el primer viaje, se dieron cuenta que era seguro y un buen destino para explorar el desierto en todo su esplendor: “Allí conocimos a grandes profesionales del turismo e hicimos muy buena amistad. Propusimos este viaje a EL PAÍS y, desde entonces, hemos realizado ya varios siempre con resultados muy buenos. Es un clásico”.
Qué verás en Mauritania con EL PAÍS Viajes
Si te apetece conocer Mauritania con seguridad, esta es sin duda una gran oportunidad, porque es para todos los públicos. Si eres un aventurero, este viaje es para ti; y además, no importa la edad que tengas ni la condición física. “El único condicionante es que te tiene que motivar conocer el desierto, porque es lo que realmente aporta el recorrido. También estar dispuesto a pasar alguna noche en vivac, pero estos campamentos móviles son muy cómodos y la experiencia es muy agradable. Es como un rally por etapas explorando el desierto”, sugiere Planchuelo.
Durante los 9 días y 8 noches que durará el viaje a Mauritania (se inicia el 17 de enero), se realizarán varias paradas. La primera parada será en la capital del país, Nouakchott, y desde aquí, se viajará hacia el noreste por la carretera del desierto. Cerca de Akjoujt, el recorrido se desviará para explorar los bonitos paisajes de Azoueigua y la gran duna, una de las más impresionantes del desierto mauritano.
El tercer día del viaje es uno de los más destacados, porque desde el desierto se llega hasta el paso Tifoujar, Terjit y Mhareith de camino a la ciudad de Chinguetti, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco. Este antiguo asentamiento, situado en el corazón del desierto mauritano, fue fundado en el año 6 de la hégira (siglo XII) como paso de peregrinos hacia La Meca. Se convirtió en la “Séptima Ciudad Santa” del islam y en un centro de religiosos y estudiosos del Corán. Aquí se podrán conocer las antiguas bibliotecas por las que es mundialmente famosa, y que recientemente fueron restauradas por arquitectos españoles con el apoyo de la AECID.
Desde Chinguetti, se pondrá rumbo al desierto de Ouarane y a su erg repleto de dunas de fina arena color naranja. ¿Te gustaría vivir una experiencia nómada en Mauritania? Entonces, toma nota, porque aquí podrás hacerlo. “Habrá una cena bajo el impresionante cielo estrellado del desierto mauritano en donde nuestros guías, después de cenar, nos contarán alrededor del fuego cuentos y leyendas de los antiguos almorávides que habitaban este lugar en la edad media”.
La ciudad de Ouadane será la siguiente parada del itinerario. En el quinto día de travesía se visitará esta ciudad, también catalogada patrimonio de la humanidad por la Unesco, y construida en la meseta del Dhar. Oudane también fue un conocido paso hacia La Meca y un centro de reunión de las caravanas que comerciaban entre el África Negra y el Magreb; allí se introdujo por primera vez la palmera datilera. En el sexto día de viaje destaca una parada importante a la estructura de Richat, un espectacular fenómeno geológico denominado “el Ojo del Sahara” y que algunos identifican con la Atlántida: este lugar tan misterioso es un tesoro en Mauritania. Los últimos días están destinados a conocer la capital del país en profundidad.
¿Por qué debes conocer Mauritania el próximo 2026? Estas son las razones de Álvaro Planchuelo: “Mauritania es un enorme museo geológico. Desde el punto de vista histórico, destaca el periodo neolítico con grabados y pinturas rupestres, el imperio Almorávide, fundadores de Marrakech y con presencia en la península ibérica en el siglo XI, y la Ruta de las Caravanas que conectaban Tombuctú y el sahel con el norte de África atravesando el Sáhara y que ha dejado un legado magnífico en los manuscritos de las bibliotecas del desierto. De los tiempos modernos, es muy interesante conocer de primera mano el conflicto del Sáhara, sus raíces y el estado de la situación actual”.
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