Descubriendo Bodø, epicentro de la fiesta más grande del mundo
Por primera vez una capital cultural europea está en el círculo polar ártico. Por delante, un año con unas 1.000 actividades que se suman a los atractivos de la región noruega de Nordland, como sus auroras boreales
A seis millas marinas al sur de Bodø, un puerto del mar de Noruega tan septentrional que queda englobado dentro del círculo polar ártico, el remolino más fuerte del mundo zarandea a los ocho pasajeros y dos tripulantes de la embarcación tipo zódiac que se ha adentrado en el estrecho que separa las islas de Straumen y Straumøya. Este safari marino contratado en la agencia Explorers Salten (110 euros) es, quizá, la experiencia en la natur...
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A seis millas marinas al sur de Bodø, un puerto del mar de Noruega tan septentrional que queda englobado dentro del círculo polar ártico, el remolino más fuerte del mundo zarandea a los ocho pasajeros y dos tripulantes de la embarcación tipo zódiac que se ha adentrado en el estrecho que separa las islas de Straumen y Straumøya. Este safari marino contratado en la agencia Explorers Salten (110 euros) es, quizá, la experiencia en la naturaleza más impresionante entre las que se pueden disfrutar en Bodø, una ciudad costera de 50.000 habitantes y una de las tres capitales culturales europeas en 2024; la primera dentro del círculo polar ártico en ostentar dicho estatus.
Embutidos en un mono térmico y provistos de gorro, gafas y guantes, exploramos durante dos horas de navegación las costas y las frías aguas del mar de Noruega entre un pequeño archipiélago de islas cubiertas de nieve, escoltados por hermosas parejas de águilas marinas de cola blanca y con un paisaje de fondo formado por montañas que podrían ser escenario de una saga vikinga. De hecho, por estos lares quedan vestigios de un poderoso clan de esos indómitos guerreros del norte que prefirieron la muerte suicida en combate contra el ejército más numeroso de San Olav, el rey de Noruega que cristianizó el país, antes que cambiar a sus dioses Thor y Odín por la doctrina de Cristo. O eso cuenta la leyenda. La embarcación salta a toda velocidad sobre olas de buen tamaño hasta que se ve inmersa en el maelstrom, un fenómeno que se produce cuando una fuerte corriente marina, en este caso la del golfo de México, penetra en un estrecho por sus dos extremos y se forman dos ramales que fluyen en direcciones opuestas. Y al colisionar se forman remolinos de gran intensidad. El maelstrom de Saltstraumen se considera la corriente marina más fuerte del globo y en estas aguas situó el escritor Julio Verne la desaparición del submarino Nautilus en el capítulo final de Veinte mil leguas de viaje submarino.
A lo largo de este 2024 de capitalidad europea, cuya ceremonia inaugural será el próximo 3 de febrero en el puerto de Bodø, la capital de la región de Nordland, se celebrarán unos 1.000 eventos en la ciudad y en esta región norteña: conciertos de música clásica, pop, jazz, rock y tradicional de los pueblos samis —asentados en esta zona del país desde su llegada desde el actual territorio asiático de Rusia hace unos 3.500 años— y también fusionada con los ritmos actuales del tecno, espectáculos de danza, teatro, exposiciones de arte, encuentros gastronómicos, deportivos y actividades al aire libre. “La dimensión ártica es un importante concepto que hemos querido reflejar en la aproximación a la cultura en nuestro programa para este año de capitalidad europea”, asegura Marit Helene Thoresen, responsable de comunicación de Bodø 2024.
La agenda se ha dividido en cinco estaciones que siguen el viaje del sol en el año ártico: Here comes the sun, El optimismo de la primavera, La locura del verano, Las tormentas del otoño y La luz del ártico. Y entre sus actos más atractivos están la Trienal Sápmi, que entre el 17 de agosto y el 6 de octubre reunirá instalaciones, obras y artistas samis (o sapmis, como estos pueblos se denominan a ellos mismos) de Noruega, Suecia y Finlandia en un tipo de exposición a gran escala; la transformación del Museo Municipal en el Museo Sami a partir del 26 de abril, con una muestra de 200 objetos de esta cultura; un alucinante concierto del saxofonista Håkon Skog Erlandsen desde la cueva submarina Pluragrotta, para el que los 50 músicos, técnicos de sonido, público y periodistas deben poseer el certificado de buceo para poder llegar a la cueva desde las profundidades marinas en la noche del 16 de marzo (el concierto se emitirá para el público global en streaming); una controvertida exposición sobre el premio Nobel de Literatura Knut Hamsun que no obviará el empañamiento de su legado por sus simpatías hacia los invasores nazis de Noruega durante la Segunda Guerra Mundial y sus declaraciones antisemitas; o el festival gastronómico Alimentando a Europa, que trata de insertar la cocina ártica en el mapa culinario global y que se celebrará a lo largo del año en varias localidades de Nordland, como Mosjøen, además de en la capital.
Se espera que más de medio millón de viajeros visiten Bodø y Nordland en lo que los organizadores de los actos llaman “la fiesta más grande del mundo”, en términos de duración y también de escenario, ya que Nordland se extiende 800 kilómetros de norte a sur y las actividades y eventos se celebrarán durante todo 2024.
La mística del frío y la nieve
Además de la asistencia a este megafestival de cultura y ocio, Bodø en sí misma ofrece mucho al visitante. La ciudad, impregnada de la mística del frío, la nieve, los largos inviernos sin apenas luz solar y, no olvidemos lo más maravilloso, las auroras boreales o luces del norte que bailan con sus colores en los cielos de las noches despejadas en una especie de ceremonia mágica o psicodélica, también presume de varios establecimientos originales que han brotado en los últimos años en el centro y que merecen la pena.
Aquí todo lo que hay que ver y todas las recomendaciones que brindamos están a pocos minutos caminando, en la zona del puerto o en la contigua del centro. En las tardes frías de otoño e invierno es recomendable pasarse por la bonita pastelería y champanería de Craig Alibone, donde el propio Craig aconseja al cliente sobre los diferentes champanes y cavas para tomarse una copa que acompañe a un delicioso pastel de mango y lima, de coco con chocolate, manzana especiada… o alguno de sus chocolates de elaboración propia en el mismo local a partir de los mejores cacaos de diferentes puntos del planeta. También está la tienda de Studio EBN, con bolsos, cinturones, carteras y complementos fabricados con piel de pescados de piscifactorías, “que de otro modo se hubiera desechado”, cuenta Elisabeth Benonisen, diseñadora y propietaria del local.
A la hora de comer y cenar —el desayuno siempre será un pantagruélico bufé en hoteles de espectacular arquitectura, como el Radisson Blu o el Comfort—, la escena se ha renovado con restaurantes de cocina local, como el Bryggerikaia, donde hay que probar la sopa de pescado del norte de Noruega y el bacalao Klassisk, o, si se opta por una comida más exótica, el Ohma, de cocina asiática. Y para terminar la noche en un pub animado, el Sportsbaren, con una buena carta de cervezas, ginebras y aguardientes y donde también se puede tomar una hamburguesa, es una opción recomendable: servicio amabilísimo y clientela muy agradable.
Un recorrido por esta hermosa región noruega de Nordland puede tener un broche excepcional si se salta a uno de los ferris que en pocas horas comunican Bodø con las bellísimas islas Lofoten, pero eso ya es otra historia…
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