Europa vibra con deporte y cultura: cuatro citas viajeras para 2024

El año que acaba de comenzar —tal vez como contrapeso a las calamidades que hereda de 2023— viene repleto de celebraciones culturales y deportivas en Europa. Estos son algunos de los eventos a tener en cuenta en los próximos meses. Motivos todos ellos que bien pueden ser el detonante de una escapada.

Después de varios años de ausencia, Francia vuelve a estar presente en ...

El año que acaba de comenzar —tal vez como contrapeso a las calamidades que hereda de 2023— viene repleto de celebraciones culturales y deportivas en Europa. Estos son algunos de los eventos a tener en cuenta en los próximos meses. Motivos todos ellos que bien pueden ser el detonante de una escapada.

1. Francia olímpica

Después de varios años de ausencia, Francia vuelve a estar presente en esta edición de la Feria Internacional de Turismo de Madrid. Llega para mostrar, entre otras cosas, que los Juegos Olímpicos de 2024 no serán “las Olimpiadas de París”, serán las de Francia. De toda Francia. La capital ya alojó estos juegos hace justo 100 años, y esta vez quiere repartir cartas a toda Francia. Incluidos territorios de ultramar; la Polinesia, sin ir más lejos. El país pretende que este acontecimiento mundial sea algo más que puro deporte, busca que sea una ventana abierta al mundo para mostrar la historia, el patrimonio cultural y natural, e incluso algo tan francés como l’art de vivre, con todas sus derivadas.

Ese afán de dispersión y difusión empieza en la propia capital. En París no solo habrá un estadio olímpico: al Stade de France, el principal, se suman otros como el Parc des Princes, Saint Dénis, Roland Garros, etcétera. Algunos escenarios de las pruebas serán puntos tan emblemáticos como la Torre Eiffel, el Grand Palais, los Inválidos, la Place de la Concorde, Versalles o el Sena. Precisamente el río Sena será el escenario abierto de la gran ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, el próximo 26 de julio. La apertura de los Juegos Paralímpicos (28 de agosto) será también “abierta”, a lo largo de los Campos Elíseos.

A la fiesta parisiense se sumarán los estadios o terrenos de competición de ciudades como Burdeos, Lyon, Marsella (su puerto deportivo), Niza, Nantes, Lille… incluso Tahití, en la Polinesia Francesa, para surfear la ola de Teahupo’o. En cifras, se calcula vender unos 13 millones de entradas, más unos tres millones de telespectadores. Los atletas olímpicos serán 10.500, y 4.400 los paralímpicos. Se quiere prestar la mayor atención a estos últimos, así como cuidar en todo caso aspectos como la accesibilidad, la sostenibilidad o la paridad de género. Habrá, sin duda, un soplo de juventud y renovación con el breaking como disciplina olímpica nueva, y se consolidan la escalada deportiva, el surf y el skate. Si el hugonote Enrique de Borbón dijo que “París bien vale una misa”, en esta ocasión es Francia entera la que va a merecer toda nuestra devoción.

2. Una capital sin barreras

Algo similar a la explosión olímpica de Francia ocurre en Austria, a cuenta de la capitalidad europea de la cultura. Junto a las ciudades de Tartu (Estonia) y Bodø (Noruega), Bad Ischl será en 2024 Capital Europea de la Cultura. Pero el título, en este último caso, recae en Bad Ischl Salzkammergut. Es decir, por primera vez en los casi 40 años que se viene celebrando la capitalidad cultural, esta se extiende a toda una región, la Salzkammergut, con 23 municipios o comunidades pertenecientes a dos Estados federales (Alta Austria y Estiria).

El programa abarca cerca de 200 proyectos, integrados en cuatro líneas básicas: Poder y tradición, con especial atención a la minería de la sal, que da nombre a la región, 700 años de luchas por el dominio del territorio, pero también fuente de riqueza; Cultura en movimiento, música, teatro, artes visuales, sin olvidar la artesanía popular, la cultura joven o la diversidad queer; Compartir Salzkammergut, viajar para descubrir la belleza de la región; Globalocal, construyendo lo nuevo.

El abanico de ciudades y lugares a descubrir incluye, por supuesto, la histórica ciudad de Bad Ischl (la Kaiservilla fue refugio veraniego del emperador Francisco José I durante más de 60 años); la pintoresca Hallstatt, patrimonio mundial de la Unesco, recogida entre el lago y la montaña; Gmunden, ciudad de la porcelana; Bad Aussee y Altaussee, con espléndidas rutas panorámicas alpinas… Punto fuerte de celebraciones en todo el territorio será el Año Bruckner, con motivo del 200º aniversario del nacimiento del músico en Ansfelden, un pueblo de Alta Austria.

3. Fútbol y romanticismo

La fase final de la Eurocopa de la UEFA se disputará en verano en Alemania, del 14 de junio al 14 de julio. Y, como en el caso de los Juegos Olímpicos en Francia, el evento deportivo se expandirá a 10 ciudades anfitrionas: Berlín, Colonia, Múnich, Fráncfort, Hamburgo, Dortmund, Leipzig, Gelsenkirchen, Stuttgart y Düsseldorf. O sea, el mapa alemán de punta a punta. Por lo que a la selección masculina de España respecta, habrá tres partidos clave, en 10 días de la fase previa.

Día 15 de junio: España-Croacia, en Berlín. Se disputará en el Estadio Olímpico, monumento construido para los Juegos de 1936. Ha sido escenario de episodios históricos, pieza fundamental en la identidad de la capital y obra arquitectónica singular, por los elementos antiguos conservados y las adaptaciones modernas. La ciudad tiene mucho que ofrecer a los aficionados.

Día 20 de junio: España-Italia, en Gelsenkirchen. En la Ruhrgebiet o cuenca del Ruhr, que abarca 53 ciudades (como Essen, Dortmund, Bochum, Duisburgo, Oberhausen…) y reúne varios lugares que son patrimonio de la Unesco, como la antigua mina de Zollverein. Se puede recorrer la Ruta de la Cultura Industrial, que revela un capítulo esencial en el devenir de la Alemania moderna.

Día 24 de junio: España-Albania, en Düsseldorf. Junto a la Altstadt o casco viejo (donde se concentran los bares y la vida nocturna) los aficionados pueden contemplar a vista de pájaro, desde la Torre del Rin, los elegantes paseos arbolados o el vecino puerto fluvial Medienhafen, con notables muestras de arquitectura de vanguardia, de Frank Gehry, entre otros.

Además de fútbol, el país va a celebrar los 250 años del nacimiento de Caspar David Friedrich (1794-1840). Un pintor que puede no gustar a todos, pero que es, sin duda, el mayor exponente del romanticismo alemán. Algunos de sus paisajes se han convertido en verdaderos iconos: acantilados y parajes montañosos, solitarios, costas azotadas por la tormenta, hielos, ruinas… y, a veces, un observador silencioso, enigmático, de espaldas. Para algunos, Friedrich sería (rizando el rizo) un precursor de las modernas corrientes ecologistas.

4. Álbum de recuerdos

Si en Austria recuerdan a Bruckner y en Alemania a Friedrich, en otros puntos de Europa tampoco olvidan otros importantes aniversarios. Dice un refrán español: “Año bisiesto, año siniestro”, y, en cierto modo, esto le cuadra a 2024. Son numerosos los aniversarios, en números redondos, de la muerte de escritores, músicos y pintores. En Flandes, por ejemplo, se celebra el Año Ensor por el 75º aniversario del fallecimiento del artista, que nació, vivió y está enterrado en Ostende. Allí se conserva la casa de este “pintor de máscaras” que abrió caminos al expresionismo, casa ampliada ahora con algunas viviendas contiguas. No solo su ciudad natal: también Amberes proyecta cuatro grandes muestras del pintor en sendos museos.

En la República Checa recuerdan el centenario de la muerte de Franz Kafka (1883-1924), su escritor más universal; tanto, que puede que muchos empleen el adjetivo kafkiano sin haber leído una sola línea suya. Otra fecha que van a recordar los checos es la del nacimiento de Bedrich Smetana (1824-1884), el padre de la música checa.

También en Italia cobran protagonismo dos músicos, Giacomo Puccini y Ferruccio Busoni, en el centenario de su muerte (curiosamente, los dos escribieron una ópera Turandot, aunque Puccini la dejó inacabada). El 101º Festival de Ópera de Verona (del 8 junio al 7 septiembre) estará dedicado especialmente a Pucci­ni. También se recuerda en este país el 700º centenario de la muerte de uno de los viajeros más célebres de todos los tiempos: Marco Polo, quien fallecía en Venecia después de haber descrito sus más de 20 años por el Extremo Oriente, entonces ignoto, en El libro de las maravillas. El célebre carnaval de la ciudad de los canales estará este año centrado en su figura, en el Palazzo Ducale se le va a dedicar una gran exposición del 6 de abril a 29 de septiembre, y el 21 de abril, en el Teatro La Fenice, se estrenará una ópera sobre esta figura viajera universal.

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