En ruta por Picos de Europa sin salir de Asturias

Emprender una caminata por el parque nacional, catar un Cabrales o entrar en la cueva de Pando son algunas de las actividades en este paraíso para senderistas, escaladores, paladares exigentes o para quienes simplemente buscan la naturaleza en su estado más puro

El lago de origen glaciar Ercina, uno de los que forman los Lagos de Covadonga, a 1.108 metros de altitud, dentro del parque nacional de Picos de Europa (Asturias).Cristina Candel

La estrecha carretera CA-1 que asciende serpenteando desde Puente Poncebos discurre paralela al río Duje, sorteando pequeños túneles excavados en la roca. Sopla fuerte el viento arriba en las montañas, las nubes van rápidas y cuando se retiran por unos instantes se ven las cumbres nevadas del macizo central y oriental de los Picos de Europa. El sonido de los cenc...

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La estrecha carretera CA-1 que asciende serpenteando desde Puente Poncebos discurre paralela al río Duje, sorteando pequeños túneles excavados en la roca. Sopla fuerte el viento arriba en las montañas, las nubes van rápidas y cuando se retiran por unos instantes se ven las cumbres nevadas del macizo central y oriental de los Picos de Europa. El sonido de los cencerros se une al sonido del río, es un rebaño de vacas plantadas tan tranquilas en medio de la carretera. “Son casinas” cuenta Juanjo, nuestro guía, vacas de montaña autóctonas de Asturias que aun en invierno andan en libertad pastando, prado arriba, prado abajo. Y es que aquí todos los animales pastan en libertad, ovejas, cabras, vacas…, hasta burros y perros andan sueltos.

Paraíso de senderistas, escaladores, exigentes paladares o de los que simplemente buscan la naturaleza en su estado más puro; para todos ellos, el rincón asturiano de Picos de Europa es el destino perfecto para cualquier época del año.

Sotres, en las alturas

Llegamos al pueblo más alto de Asturias, Sotres (1.050 metros), para alojarnos en Casa Cipriano, un hotel familiar cuyos propietarios, Juanjo y Sonia, son guías de montaña pioneros en estas tierras, conocen cada rincón del parque nacional y las gentes que lo habitan. Para hacerse una idea del enclave del pueblo hay varios miradores: el de Narayo con dos bancos clavados en las rocas y maravillosas vistas a las Vegas de Sotres y los Picos, el área recreativa de Sierra Mor o los invernales de Texu, un conjunto de cabañas de arquitectura popular.

El queso más caro del mundo

Nuestra primera cita es con Jessica López, de la quesería Maín, en Sotres de Cabrales. Lleva 16 años haciendo queso de Cabrales y es desde hace varios la presidenta del Consejo Regulador de la Denominación de Origen queso de Cabrales. De aquí salió el queso más caro del mundo vendido en una subasta, según el Libro Guinness de los récords, cuando en 2019 una pieza de dos kilos elaborada en el pueblo de Tielve alcanzó la bonita suma de 20.500 euros. López cuenta el proceso de elaboración: las únicas 37 cuevas en las que se produce el Cabrales, cómo se limpian los quesos con el agua que se filtra por las grietas de las rocas o los grados a los que debe estar la gruta para su correcta elaboración (menos de 13 °C). Pero lo que más impresiona es cómo cada pieza es trasportada hasta las cuevas en mochilas a la espalda, con mulos y, en contadas ocasiones, en helicóptero. “Cada semana hay que ir a la cueva a lavarlos o se echarían a perder”, explica. “¿Y cuándo nieva?”, le pregunto. “Lo mismo, dejamos la puerta abierta de la cueva y cavamos el camino con la pala colgada del árbol, la misma que nos indica donde se encuentra la entrada”. Las visitas a las cuevas concluyen, cómo no, con una cata de cabrales.

Amasando la ‘dielda’

Nos montamos en el todoterreno camino a las Vegas de Sotres. Aquí nos espera Deli López, que ya ha encendido el horno de leña y está amasando la dielda, como se llama por aquí a la masa madre del pan. Mientras esta reposa, recuerda cuando tenía 12 vacas, 30 ovejas, 10 cabras y tres niñas a las que cuidar mientras su marido trabajaba en las minas de Las Mánforas, en los prados de Aliva; o echando la vista aún más atrás, cuando hacía el pan con su madre para toda la semana y la mandaban con un trozo del mismo bañado en nata a cuidar del ganado. Todo lo cuenta con una sonrisa en la boca, esa que le hace pasar largas temporadas en esta cabaña sin luz ni agua rodeada de montañas, prados y pastores. Tras hora y media reposando, la masa está lista para pasar al horno y convertirse en una deliciosa hogaza que probaremos durante la cena.

Caminatas en Bulnes

El funicular de Bulnes, que lleva funcionando desde 2001, tarda siete minutos en recorrer los algo más de dos kilómetros excavados en la Peña Maín que separa Poncebos de Bulnes. Este funicular supuso el fin de una lucha que los vecinos de Bulnes llevaban años peleando; casi todos preferían una carretera, pero el funicular ha sido igualmente bienvenido y supone un alivio para los 27 vecinos que viven hoy allí. Este pequeño pueblo, a la vera del río Tejo, es uno de los más bellos de Asturias y mantiene todo su encanto aunque las cosas hayan cambiado. Hasta hace pocos años aquí únicamente se podía pernoctar en el Albergue Villa de Bulnes, pero ahora la oferta ha crecido y hay varios alojamientos rurales aptos para todos los bolsillos. Para comer nos vamos al primer restaurante del pueblo, el Bar Bulnes, abierto en 1974 por el guarda forestal Marcelino Mier, regentado ahora por sus descendientes.

El río Tejo a su paso por la aldea de Bulnes (Principado de Asturias).Cristina Candel

Muchos senderos llevan a Bulnes, el más transitado parte de Puente Poncebos y asciende por la Canal del Tejo en un sencillo paseo de hora y media. Desde el pueblo, además, salen infinidad de excursiones por todo el parque nacional, que cuenta con una estupenda red de albergues de montaña en los que pernoctar y comer.

La Travesera Integral de Picos

Hay varias rutas en 4X4 dentro del parque nacional Picos de Europa. Una de las más interesantes es la que va de Poncebos (Asturias) a la localidad leonesa de Posada de Valdeón; se puede realizar un tramo de la famosa senda del Cares a pie y hacer el camino de regreso en coche. Se tarda el mismo tiempo, unas tres horas, pero aquí veremos todos los macizos que componen el parque y tendremos una idea más global del mismo.

Otra experiencia impresionante, pero no apta para todos, es la Travesera Integral de Picos, una de las carreras de montaña más duras mundo (74 kilómetros y 6.560 metros de desnivel en una sola jornada), que en 2023 se celebrará el 10 de junio (aunque el plazo de inscripción ya está cerrado).

La estampa del Pico Urriellu

Desde Puente Poncebos subimos por la carretera que nos lleva a la aldea de Camarmeña, donde se encuentra el mirador del Pico Urriellu (Naranjo de Bulnes). Si no se está dispuesto a subir los 1.190 metros de desnivel en un sendero de 12 kilómetros desde Sotres o los 1.960 metros de desnivel desde Puente Poncebos, al menos desde este punto, en un día claro, se puede conseguir la foto de ese increíble bloque calcáreo de 2.519 metros.

Explorar la cueva de Pando

El guía José Andrés Blanco en el interior de la cueva de Pando (Ribadesella).Cristina Candel

José Andrés Blanco, ganador en la modalidad de ciclismo de los Juegos Paralímpicos de Sídney 2000, es guía de la cueva de Pando (Ribadesella) desde hace 35 años. Esta gruta en forma de número nueve, llena de estalactitas y estalagmitas, es tan bonita como sencilla de transitar, un buen comienzo para iniciarse en la espeleología. Se puede visitar con niños, a los que José hace meterse en túneles solo aptos para sus pequeños cuerpos, saliendo a rastras por otro hueco insospechado de la pared. Todo esto si logramos pasar el filtro de su estrecha entrada en pendiente, con la que no todo el mundo se atreve.

En los lagos de Covadonga

Cambiamos de zona y nos vamos a uno de los puntos más conocidos del parque nacional: los lagos glaciares de Enol, Ercina y Bricial, más conocidos como los lagos de Covadonga, a 1.134 metros de altitud, en el concejo de Cangas de Onís. Fuera de temporada se puede acceder a ellos en coche, y desde allí parten varios senderos de diferentes grados de dificultad. En el Enol se lleva a cabo un rito bastante peculiar: cada 8 de septiembre, desde 1972, los buceadores sacan a flote una imagen de la virgen, creada con restos de fusiles, que reposa en una cueva del fondo del lago el resto del año.

Abel Fernández es afinador de cencerros y ganadero. En la imgaen, aparece junto a su rebaño de cabras en los alrededores de Sotres.Cristina Candel

Y ya de vuelta a Sotres, mientras cae la noche se oye golpeteo del martillo de Abel Fernández afinando los cencerros en su taller. Las cabras pasaron hace rato por la calle principal camino a los prados de menos altura y augurando esos copos de nieve que cubrirán de blanco el pueblo y todo lo que alcanza la vista durante varios meses.

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