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20 humedales españoles mágicos

Celebramos el día mundial de los humedales con una vuelta por algunos de estos espacios naturales más destacados en España

Cuando un país se adhiere al Convenio de Ramsar, además de adquirir una serie de compromisos de conservación y uso racional de sus humedales, ha de designar al menos un paraje para ser incluido en la Lista de Humedales de Importancia Internacional, o Lista Ramsar. España ratificó el convenio en 1982, incluyendo dos zonas húmedas en esta lista: Doñana y Tablas de Daimiel. Doñana, parque nacional, el único humedal español declarado patrimonio mundial por la UNESCO, y el más extenso del país (abarca partes de las provincias andaluzas de Huelva, Cádiz y Sevilla), sigue siendo, pese a la grave amenaza que supone la sobreexplotación del acuífero que lo abastece, un espectacular laberinto de tierra y agua. Marismas, lagunas y caños, cotos y pinares, vetas y veras, dunas, playas y acantilados. Y, debido a su proximidad al estrecho de Gibraltar, más de 300 especies distintas de aves al año, europeas y africanas, marítimas y terrestres, que pasan, crían o invernan en este paraíso ornitológico.iStock
Una de las zonas húmedas más importantes de la Península, inmortalizada en la novela 'Cañas y barro' de Blasco Ibáñez. Hasta los años setenta, sus aguas transparentes dejaban pasar la luz, lo que “fomentaba la aparición de un tapiz de plantas subacuáticas, motor de la vida en el humedal y característica que convirtió a la Albufera de Valencia en un ecosistema único en Europa”, dice SEO/BirdLife, que alerta de que los vertidos industriales y urbanos han convertido la laguna “en una sopa verde de microalgas que se acumulan en la superficie” enturbiado y reduciendo la diversidad. Pese a todo, el parque natural de la Albufera sigue teniendo un enorme valor ecológico y es zona de paso para muchas especies de aves migratorias.iStock
Actualmente hay más de 2.200 sitios Ramsar en el mundo, 74 en España, de los que hemos seleccionado 20 para esta fotogalería. La laguna de Fuente de Piedra, al noroeste de la provincia de Málaga, la más grande de Andalucía, fue el tercer ecosistema español en ser incluido. Alberga la mayor colonia de flamencos rosa de la península y la segunda más importante de Europa. Entre 15.000 y 18.000 parejas de esta especie acuden aquí a reproducirse; su proceso de nidificación (de marzo a julio) constituye uno de los momentos más interesantes en la reserva natural, que se extiende entre campos de olivos y cereales. También pueden observarse avocetas, chorlitejos y archibebes, cigueñuelas, o la pagaza piconegra, difícil de ver en otros lugares. Entre noviembre y febrero aparecen las grullas, las anátidas y las rapaces.Getty Images
La reserva natural parcial de la ría de Villaviciosa (en la foto), en el concejo del mismo nombre, es uno de los estuarios mejor conservados de la costa asturiana. El pequeño aporte de las aguas de aguas fluviales (de ríos como Llinares, Sebrayu o Fompalaín) frente a las marinas deriva en una elevada salinidad, inundaciones periódicas debidas a la marea e intensa sedimentación, y la convierte en una importante reserva de biodiversidad. Su población de invertebrados sirve de alimento a una treintena de variedades de peces y a miles de aves, limícolas como zarapitos, archibeles, chorlitos, correlimos y ostreros; pescadoras continentales como el zampulín chico, el somourmujo lavanco o el cormorán grande, y marinas, como las gaviotas.DEA / PUBBLI AER FOTO (AGE)
Según la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), el 64% de los humedales han desparecido del planeta, y el 80% de los españoles están en un “estado de conservación desfavorable”. SEO/BirdLife llama la atención sobre la situación de los tres más relevantes: Doñana, Albufera de Valencia y Delta del Ebro (en la foto). “El extenso delta formado en la desembocadura del río más caudaloso de España conforma un ecosistema dinámico en el que aguas dulces y saladas interactúan para generar un humedal de gran biodiversidad y que el ser humano ha explotado de forma sostenible desde hace siglos”, informa sobre el Parc Natural del Delta de l'Ebre, 320 kilómetros cuadrados en las comarcas del Montsià (hemidelta derecho) y del Baix Ebre (hemidelta izquierdo), la mayor zona húmeda de Cataluña, y uno de los hábitats acuáticos más importantes del Mediterráneo occidental. Amenazado por la menguante cantidad de agua y sedimentos que llegan al mar.Gonzalo Azumendi (AGE)
Sus 200 lagos (o estanys) son, junto con los riscos de Els Encantats y sus característicos meandros de alta montaña (las aigüestortes), señas de identidad del parque nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, en Lleida, ejemplo de humedal de montaña en el Pirineo central, que se encuentra dividido entre cuatro comarcas pirenaicas: la Alta Ribagorza, el Pallars Sobirà, el Pallars Jussà y el Valle de Arán. En el parque viven aproximadamente 200 especies de vertebrados, de las que casi dos terceras partes son aves. En la foto, el circo de Colomèrs.Luca Vallecillos (AGE)
Los flamencos son parroquianos habituales y marca de la casa del parque natural de Ses Salines d'Eivissa i Formentera, que alberga unas 210 especies de aves, entre ellas, la garza, la cigüeñela o el tarro blanco (una anátida con un aspecto intermedio entre un pato y un ánsar). Comprende casi todo el vértice sur de Ibiza, el norte de Formentera y los islotes que separan ambas islas. Y recorre salinas que ya explotaban los cartagineses allá por el siglo V a. C. Una sucesión de ecosistemas con la sal como gran protagonista donde conviven comunidades animales y vegetales endémicas. En la foto, laguna de Pudent, en Formentera.Ruddy Gold (AGE)
El parque natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel es un espacio protegido formado por tres enclaves: el estuario del río Asón (Santoña-Laredo) y las marismas de Victoria y Joyel. La principal zona húmeda de la cornisa cantábrica junto con complejo intermareal Umia-O Grove. Algo más de 6.000 hectáreas repartidas en diez términos municipales, con flora adaptada a un medio escaso en agua dulce, y más de 20.000 aves de 120 especies diferentes, entre ellas muchas que proceden del norte de Europa y pasan aquí el invierno. Colimbos, somormujos, cormoranes, garzas, espátulas, gansos, patos, rálidos, limícolas, gaviotas, charranes.Mikel Bilbao (AGE)
En cualquier época del año hay trasiego en los cielos del ecosistema lagunar de Villafáfila, una de las más importantes áreas de invernada de la Península, cuyas aguas menguan o crecen en función del sol o la lluvia, y que tiene en la laguna Grande y la salina de Barrillos (llamada así por la existencia de depósitos salinos en el subsuelo que suben a la superficie a través de pozos) sus dos principales lagunas. En febrero, los ánsares comunes emigran hacia el norte de Europa, y en su lugar llega la cigüeña; también se pueden ver bandos de combatiente. Esta reserva natural en Tierra de Campos, Zamora, está rodeada de un rico patrimonio arquitectónico de tapial y adobe, la cultura del barro. Sus amaneceres y ocasos son espectaculares.Jesús Nicolás Sánchez (AGE)
Abarca algo más de 1.000 hectáreas del fondo del valle del río Oka, en el corazón de la reserva de la biosfera de Urdaibai (en la foto), en Vizcaya. La ría de Mundaka-Gernika tiene una enorme importancia como área de reposo en las rutas migratorias de la población europea de espátula; aves limícolas, garzas y gaviotas buscan su alimento en sus márgenes. Este entorno marismeño tan rico en biodiversidad destaca por sus valores paisajísticos, etnográficos (la tradición ligada al caserío) e histórico-culturales, con la villa de Gernika-Lumo y un enorme patrimonio arquitectónico.Juan Carlos Cantero (iStock)
La gran laguna esteparia que desapareció en 1968 para abrir nuevas tierras de cultivo es, tras un proceso de recuperación que se gestó a principios de los noventa, una laguna somera de unos 35 centímetros de profundidad, completamente artificial, gestionada por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. El agua, procedente del canal de Castilla, es introducida todos los años, en el mes de octubre, por los técnicos de Medio Ambiente, para imitar, dentro de lo posible, el ciclo natural: inundación en otoño e invierno y desecación durante el verano. A la laguna de la Nava, o Mar de Campos, llegan cada año entre 12.000 y 15.000 ejemplares de ánsares; acoge a cerca de 260 especies diferentes de aves.David Santiago Garcia (AGE)
Las Tablas de Daimiel, en Ciudad Real, formadas por los desbordamientos de los ríos Guadiana y Cigüela, último representante de un ecosistema característico de La Mancha denominado tablas fluviales, recibía unos 90.000 visitantes al año mientras se asaba a fuego lento y la Unesco amenazaba con retirarle la figura de reserva de la biosfera. En 2010, cuando unas lluvias muy abundantes sofocaron los incendios y las condiciones hídricas se recuperaron, la cifra de visitantes subió a 400.000. Lo que demuestra que un humedal es un excelente reclamo turístico. Este parque nacional bulle de vida: aves residentes, invernantes y nidificantes; jabalíes, zorros, conejos, liebres; reptiles y anfibios.Daniel Sanz (AGE)
Espacio natural muy fraccionado que abarca el istmo de La Lanzada, parte del litoral de la península de O Grove, ensenadas de O Bao y del río Umia y la orilla sur de la isla de Arousa. Grandes arenales, llanuras intermareales, marismas y la única laguna costera de la provincia de Pontevedra. El complejo intermareal Umia-O Grove es el lugar perfecto, por su poca profundidad y poco movimiento de aguas, para que las aves pasen el invierno o descansen durante sus migraciones. Especialmente en la ensenada de O Bao podemos ver garzas reales, zarapitos, ánades o correlimos.Gustavo Ferreiro (SEO BirdLife)
La Laguna Grande de Peñalara, de origen glaciar, en la zona central de la sierra de Guadarrama, en Rascafría, Comunidad de Madrid, es uno de los destinos favoritos de los visitantes del parque nacional de la Sierra de Guadarrama (entre Segovia y Madrid). Situado al fondo de un circo de singular belleza, a 2017 metros de altitud, es la muestra más relevante, por su tamaño y su localización, de un ecosistema acuático de alta montaña; actualmente tiene limitadas las visitas para mantener su estado ecológico. La acompañan lagunas más pequeñas, como la de de Pájaros (en la foto) o de Claveles, así como numerosas charcas y zonas turbosas repartidas por todo el macizo.José Ramiro (AGE)
La laguna de Pitillas es un humedal de origen endorreico (cuenca sin salida al mar) situado en su mayoría en el término municipal de Pitillas, también en Santacara, en Navarra. Tiene una superficie de 216 hectáreas y es un enclave estratégico en el paso de las aves migratorias, especialmente importante para el avetoro (especie de garza). La laguna esta rodeada por cultivos, cereal de secano en su mayoría, con lo que el entorno va cambiando de color a lo largo del año: fuera, los brotes verdes del invierno se convierten en amarillo en la época de cosecha; dentro, el marrón del carrizo seco durante los meses más fríos deja paso al verde en verano.Jon Díez Beldarrain (AGE)
Situado al noreste de la provincia de Badajoz, el embalse de Orellana es una de las zonas húmedas más importantes de Extremadura. Fue construido dentro de las actuaciones del Plan Badajoz y tiene habilitada una zona de baño conocida como Costa Dulce, con bandera azul y equipamiento para la práctica de deportes náuticos. Pero además es un lugar apropiado para la observación ornitológica: forma una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) junto a la cercana sierra de Pela. Es el habitat del buitre leonado, águila real, aguilucho pálido, aguilucho cenizo, cigüeña negra y de muchos patos en invierno. También hay nutrias, sapos corredores o tejones.A. Ordoñez (Flickr)
Espacio natural protegido de interés científico en Morro Jable, localidad del municipio de Pájara, Fuerteventura (Canarias). El Saladar de Jandía es el único humedal costero de sus características en España: un sector litoral de la playa del Matorral de 115,6 hectáreas que queda periódicamente inundado por la pleamar. Un hábitat propicio para comunidades de aves marinas, que hacen sus nidos al amparo de sus matorrales. Y un ecosistema muy frágil sobre el que en 1997 actuó un proyecto Life de la Unión Europea, con el objetivo de frenar su deterioro y recuperarlo. En la foto, el esqueleto de un cachalote en la Ruta de los Cetáceos.Juan Carlos Muñoz (AGE)
El ecosistema del Mar Menor es frágil y sufre graves problemas medioambientales que han afectado enormemente a su biodiversidad, hasta llevar a los expertos a situarlo al borde del colapso por contaminación. Según cuenta Región de Murcia en su web, se trata de la laguna salada más grande de Europa, con 180 kilómetros cuadrados de superficie, separada del Mediterráneo por La Manga, estrecho cordón arenoso de más de 20 kilómetros, altamente urbanizado. A pesar de la presión humana, este humedal muy salino mantiene su condición de santuario ornitológico, algo a lo que ayuda la cercanía de las salinas de San Pedro del Pinatar.Olaf Speier (AGE)
El parque natural de las Lagunas de Ruidera representa, junto con Plividje en Croacia, el mejor ejemplo de lagos formados por la acumulación de carbonato cálcico (toba). Dieciséis lagunas se suceden, escalonadamente, sobre una superficie de 4.000 hectáreas en mitad del Campo de Montiel, en el límite de las provincias de Albacete y Ciudad Real. Formando un espectacular oasis de cascadas y torrentes desde los primeros manantiales en la Laguna Blanca hasta las lagunas bajas y el pantano de Peñarroya. Habitado por rapaces y aves acuáticas como el somormujo, que construye sus nidos flotantes en sus aguas.iStock