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17 hamburgueserías para ‘foodies’

De Berlín a Nueva York, y de Alaska a Tokio, alguno de los templos para adictos al bocadillo de carne más universal

Berlín es la ciudad alemana donde realmente están de moda las hamburguesas; causan auténtico furor. Hay tres referencias imprescindibles: los Bird (en Prenzlauer Berg y en Kreuzberg), Berlin Burger Internatonal (posiblemente, el mejor burger de la ciudad) y Burgermeister (en la foto), ubicado en una antiguos baños centenarios bajo las vías elevadas del U-Bahn.
En Le Marais, el barrio judío de París, hay una hamburguesería al más puro estilo diner años 50. Es Schwartz’s burguer, cuyo origen judío hace que algunos productos sean diferentes (por ejemplo, el beicon es de pavo) y que haya especialidades muy particulares en la carta, como hamburguesas de salmón o de pato.
Los auténticos adictos a la hamburguesa no deben dejar de acercarse a Honest Burgers, probablemente, la hamburguesería más 'british' de Londres. Su mejor elaboración es la Honest, con queso cheddar, bacon, pepinillo, lechuga y su famosa cebolla roja.
Una ruta burguer en Nueva York puede comenzar en la hamburguesería preferida por muchos, Shake Shack, cuyo local original esta en Madison Square Park. Su especialidad malteada, acompañada de patatas fritas, es una auténtica delicia. Además, es barata.Andria Patino
Burger Joint se esconde tras una cortina del vestíbulo del neoyorquino hotel Le Parker Meridien. Ya no es tan moderno ni secreto como antes, pero mantiene sus originales paredes decoradas con grafitis y sus reservados retro. Su hamburguesa Cadillac es una elección segura y para acompañar, unas patatas fritas, una jarra de cerveza y un vistazo a las paredes en busca de garabatos de famosos.
En Chicago hay buena carne y magníficas hamburguesas, como la del Kuma’s Corner, una deliciosa especialidad con cebolla roja, tomate, lechuga, tocino, huevo frito y queso cheddar picante. El toque final es el tradicional pan alemán en forma de lazo, el pretzel, creando una combinación perfecta entre salado y jugoso.
En Ginebra, The Hamburger Foundation ha mezclado los buenos productos locales con el aprendizaje, en Estados Unidos, del secreto de la hamburguesa perfecta para elaborar una propuesta que, probablemente, sea la mejor hamburguesa del país.
En los locales de MOS Burguer, la segunda cadena de Japón después de McDonald’s, todo tiene un aire zen. Podemos probar su Yakiniku Burger, muy sencilla, a base de carne de ternera laminada tan finamente que llega a tener casi la textura de un filete de carne picada. Y en vez de pan tradicional, dos trozos de pan de arroz compactado.
Eataly, buque insignia del movimiento 'Slow Food' de Piamonte, también hace de la hamburguesa una propuesta gastro de calidad. En Roma, L’Hamburgeria di Eataly sirve carne piamontesa certificada con el sello Slow Food y, también, variedades más suaves, de pollo o la hamburguesa strolghino, elaborada con una mezcla fresca de salami de cerdo.
En Madrid, hay cuatro referencias básicas: Alfredo’s (Lagasca, 5), abierto por un neoyorkino enamorado de la Movida madrileña en los 80; el Bar Borodin (Ronda de Valencia), fuera de los circuitos más convencionales (cero 'glamour'); la cadena 'gourmet' Home Burger Bar (en la foto), que sirve carne de ganado 100% ecológico de la sierra de Ávila, y Hamburguesa Nostra, imprescindible para 'foodies' que ofrece hasta treinta sabores diferentes.
En Barcelona escogemos dos visitas imprescindibles: La Royale (Plaça del Camp), con el asesoramiento gastronómico del cocinero Paco Pérez y, además de hamburguesas 'gourmet', fabulosos gintonics y postres, y en segundo lugar, El Filete Ruso (Eixample), con hasta 14 variedades de hamburguesa a la brasa elaboradas con carne de ternera procedente de ganado ecológico biodinámico y productos de proximidad, de los que siempre se especifica su origen.