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Sant Pau, mini-ciudad modernista

El antiguo recinto hospitalario proyectado por Domènech i Montaner en Barcelona abre tras cinco años de obras. Se esperan 120.000 visitantes al año

Sant Pau se concibió como una suerte de ciudad-jardín, autónoma e interconectada por un entramado de túneles subterráneos. Su arquitecto, Lluís Domènech i Montaner, quiso crear un modelo hospitalario humano, moderno y funcional, y, como buen modernista, estéticamente bello. De ahí los mosaicos, las vidrieras, el jolgorio escultórico, las columnas decoradas con plantas medicinales, los pináculos, torretas, cúpulas de brillantes colores...Joan Sánchez / Robert Ramos (Fundación Sant Pau)
Las cubiertas están decoradas con tejas, azulejos en forma de escamas, chimeneas y pináculos. La "P" cerámica hace honor, como el nombre del recinto, al banquero Pau Gil, benefactor del hospital, que donó su fortuna con dos condiciones: que este debía ser el mejor hospital desde un punto de vista tecnológico, médico y arquitectónico, y que debía llevar su nombre. En la imagen, al fondo, la Sagrada Familia.Robert Ramos (Fundación Sant Pau)
Con más de 35.000 metros cuadrados de superficie, Sant Pau es el conjunto modernista más grande de Europa. Doce edificios han sido rehabilitados, dos están en obras y cuatro quedan por rehabilitar. También se ha intervenido en una parte del kilómetro de túneles que recorrían el subsuelo. El trazado de esta mini-ciudad es simétrico, a un lado estaban los pabellones de los hombres (con nombres de santo), al otro, los de las mujeres (con nombres de vírgenes).Robert Ramos (Fundación Sant Pau)
El nuevo Sant Pau alojará organismos de la ONU y la OMS, además de instituciones como la Casa Asia. La sala hipóstila (sostenida por columnas), bajo el edificio central, estaba destinada a los 'boxes' de urgencias del hospital. Ahora es un diáfano salón que se alquila para eventos.Giacomo Francesco Lombardi
En la obra de Domènech i Montaner conviven varios estilos arquitectónicos. Sobre todo en el edificio central se pueden encontrar toques góticos, neogóticos y mozárabes. Para los elementos de hierro forjado el arquitecto contó con Josep Perpinyà.Robert Ramos (Fundación Sant Pau)
Las visitas con guía (en catalán, castellano, inglés y francés) salen por 14 euros y duran una hora, en la que se explica la historia del recinto y las modificaciones que ha sufrido. Apoyada con maquetas, audiovisuales e imágenes antiguas, la visita accede a parte de los túneles, al lujoso edificio de la Administración, a los jardines y a varios pabellones (el de San Rafael, conservado tal como era a principios del siglo XX) antes de acabar en la nueva tienda.Robert Ramos (Fundación Sant Pau)
En los mosaicos del vestíbulo del edificio de la Administración se puede ver la letra Alfa junto a la fecha de inicio de la construcción de este pabellón, 1905. Otros muestran la letra Omega, junto a la fecha de finalización, 1910.Robert Ramos (Fundación Sant Pau)
Domènech i Montaner daba una gran importancia a la cerámica y el recinto está adornado con azulejos, cerámica vidriada, trencadís y mosaicos que forman dibujos de temática heráldica, con formas de animales, plantas. Incluso hay una colección de paneles con la historia del hospital. En los pabellones de enfermos las baldosas de colores claros eran higiénicas y sedantes. En los edificios nobles, como se puede ver en la imagen, los colores son más vivos.Robert Ramos (Fundación Sant Pau)
En el salón de actos el telón de fondo de la presidencia simula un cortinaje con pliegues. El dibujo recuerda a las plumas de pavo real.Robert Ramos (Fundación Sant Pau)
Los grandes ventanales y la orientación del edificio en L'Eixample ayudaban a la ventilación del mismo con la brisa del mar, lo que colaboraba limpiar el aire enfermizo propio de los hospitales de la época.Robert Ramos (Fundación Sant Pau)
La concepción humana y moderna del arquitecto de lo que debía ser un hospital incluía jardines entre los pabellones para que los enfermos paseasen y tomasen el aire.Robert Ramos (Fundación Sant Pau)
Mochos artistas colaboraron en el proyecto, entre ellos Pablo Gargallo y Eusebi Arnau, que realizaron las numerosas esculturas del conjunto.Robert Ramos (Fundación Sant Pau)
El modernismo barcelonés está de enhorabuena, ya que la inauguración de Sant Pau viene a sumarse a otras dos: las de las casas Amatller (de Puig i Cadafalch) y Lleó i Morera (de Domènech i Montaner, como el hospital), ambas reabiertas hace unas semanas. En la imagen el pabellón de Sant Leopold dentro del recinto hospitalario.Robert Ramos (Fundación Sant Pau)