Un rioja diferente

Barón de Ley, la bodega riojana con vocación de châteaux de Médoc, lo que no le impide ser también propietaria de El Coto, líder nacional en ventas, ha lanzado una interesante colección de tres vinos bajo el nombre de varietales. Y, como todo lo suyo, a precio razonable.

De los tres, Garnacha, Tempranillo de montaña, y Maturana, el que tiene más interés es el último. Aunque hay varios tintos de Maturana en el mercado, algunos desde hace varios lustros, esta variedad autóctona de uva, prácticamente extinguida en su lugar de origen hasta su recuperación en 1991 por la Universidad...

Barón de Ley, la bodega riojana con vocación de châteaux de Médoc, lo que no le impide ser también propietaria de El Coto, líder nacional en ventas, ha lanzado una interesante colección de tres vinos bajo el nombre de varietales. Y, como todo lo suyo, a precio razonable.

De los tres, Garnacha, Tempranillo de montaña, y Maturana, el que tiene más interés es el último. Aunque hay varios tintos de Maturana en el mercado, algunos desde hace varios lustros, esta variedad autóctona de uva, prácticamente extinguida en su lugar de origen hasta su recuperación en 1991 por la Universidad de La Rioja, en un ejemplar trabajo de I+D dirigido por el catedrático Fernando Martínez de Toda, no deja de sorprender por su fuerte carácter y personalidad. Aquí, por tanto, la labor del enólogo es evidenciar sus virtudes y apoyarse en sus cualidades —color, estructura, grado— para obtener un tinto riojano diferente. Es lo que consigue Gonzalo Rodríguez, enólogo de Barón de Ley.

El vino se muestra inicialmente algo cerrado, remiso, para ofrecer luego, franco y generoso, su intenso y compotado aroma frutal (endrina, ciruela, arándano), en el que conviven especias dulces y picantes con ligeros tostados y el perfume de flor cárdena. El sabor goloso, galanamente recio, termina largo y con brío.

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